La espantada de dos inversores amenaza de nuevo la fábrica de galletas Siro en Venta de Baños
Las Administraciones confían en la irrupción de un nuevo interesado para salvar los 200 empleos de la planta
A Venta de Baños (Palencia, 6.000 habitantes) solo le restan el cemento y las galletas. Lejos queda el esplendor industrial derivado del ferrocarril: el puerto seco está lleno de hierbajos y charcos y los carteles de Se vende inundan las casas construidas para los obreros. El adiós de la planta de La Azucarera trajo un amargor económico aún por digerir. La comarca se aferra a la cementera humeante al fondo de la carretera nacional que vertebra al pueblo y al dulzor laboral de las galletas Siro, emblema del lugar hasta las c...
A Venta de Baños (Palencia, 6.000 habitantes) solo le restan el cemento y las galletas. Lejos queda el esplendor industrial derivado del ferrocarril: el puerto seco está lleno de hierbajos y charcos y los carteles de Se vende inundan las casas construidas para los obreros. El adiós de la planta de La Azucarera trajo un amargor económico aún por digerir. La comarca se aferra a la cementera humeante al fondo de la carretera nacional que vertebra al pueblo y al dulzor laboral de las galletas Siro, emblema del lugar hasta las crisis que han agrietado su futuro. Otra vez. El verano pasado su clausura planeó sobre el municipio hasta que el Ministerio de Industria lideró un nuevo modelo para las inversoras, la estadounidense Davidson Kempner y la turca Afendis, traducido en una prórroga de dos años hasta encontrar alternativas o compradores. La calma duró un año: Siro ha anunciado el cierre, con 200 empleos implicados. Industria y la Junta de Castilla y León tratan contra reloj de buscar soluciones con una esperanza: parece que hay un interesado.
Nadie da detalles. Las negociaciones, explican fuentes de las partes, transcurren con absoluta discreción por temor a que filtraciones o faroles desencadenen un desenlace indeseado. La partida ha comenzado con la incógnita de qué quieren los propietarios actuales. Si desean vender, será más fácil que esa ansiada alternativa se lance a adquirirla, siempre con el Gobierno y la Junta buscando cómo seducir al potencial comprador. El pasado viernes se celebró en el ministerio, en Madrid, la cita entre los implicados: representantes de Kempner y Afendis, enviados del Gobierno nacional y autonómico, agentes del comité de empresa y el alcalde de Venta de Baños, José María López (PSOE). Tras la reunión, López sentía cierta “esperanza”: las partes acordaron un “compromiso de aplazamiento” para que las multinacionales no ejecuten su órdago, “estudiar posibilidades” con esos interesados y buscar una reunión con ellos para la semana próxima. Así, confía, aclararán la postura de los propietarios actuales y confirmarán las nuevas condiciones con la Junta y el Ejecutivo. Fuentes de la Consejería de Industria exponen que los emisarios de la empresa deberán “consultar con sus superiores” esa continuidad. El ministerio, también con cautela, celebra en un comunicado “la predisposición de la empresa para intensificar el contacto con posibles inversores”.
El regidor vivía el día previo al encuentro con miedo a que las malas noticias castiguen a una zona escasa de recursos y empresas. “Queremos mantener los empleos en Venta de Baños, que ya hemos perdido muchos”, suspira. El mejor de los escenarios que contempla pasa por la entrada de nuevos dueños para alejar fantasmas. El peor, por el desmantelamiento que se temió en 2022 tanto en sus dominios como en las fábricas de la comunidad, con 2.000 trabajadores en peligro. El temible, por el cierre de las instalaciones en riesgo, el despido de las 200 personas y que todo ello acabe afectando al resto de plantas de Cerealto Siro Foods, algunas de ellas también en el pueblo. López, reelegido hace unas semanas, pide “mantener el ánimo” en esas calles donde todos tienen familiares o amigos relacionados con la galletera, cuya actividad persiste. La tienda aledaña sigue vendiendo género, como a un guardia civil que entra rápidamente a por un paquete de espaguetis.
“Falta de transparencia” de los interesados
El primer edil critica que la Junta no ha ayudado todo lo deseable y que solo en los últimos coletazos de la crisis se ha implicado como debiera, algo que agradece. Fuentes del departamento de Industria autonómico claman por “discreción” para que fragüen los contactos confirmados por el ministerio, cuyos portavoces hablan de “conversaciones”. Industria ha recordado en un comunicado el plan de competitividad sellado en 2022, con la exministra Reyes Maroto recorriendo personalmente las fábricas de Siro para explicar las condiciones. Aquellas negociaciones eternas en el ministerio entre cafés y bocadillos de máquina han chocado con la falta de compromiso de las inversoras. Estas han informado de que trataron con hasta 60 potenciales compradores, con solo tres verdaderamente interesadas en dar el paso, pero sin propuestas en firme. Un comunicado ministerial recoge que tanto Industria como los Gobiernos regional y municipal lamentan la “absoluta falta de transparencia” de esas entidades mientras siguen rastreando opciones.
Las incógnitas sumen a Venta de Baños en la resignación y la expectación. Las hermanas Mónica y Merche Fernández, de 50 y 53 años, resumen así el entuerto: “Nos están engañando como a tontos”. Ambas mujeres reiteran que “los que siempre pierden son los trabajadores y no los directivos” y han visto cómo ahora no hay “nada” de aquel “centro logístico” que el pueblo fue en su día. “Lo del año pasado fue pan para hoy y hambre para mañana”, apuntan antes de marchar, recalcando que las posibles reubicaciones de la plantilla a las otras plantas autonómicas, con muchos empleados de más de 50 años, implicarán mudanzas y trastornos que los sueldos no podrían sostener. Aún quedan mucha tensión, flecos y negociaciones por resolver antes de que el pueblo pueda recuperar cierta tranquilidad con Siro.
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