Juan Roig (Mercadona): “Hemos subido una burrada los precios, si no lo hubiéramos hecho habría sido un desastre”
El presidente de la cadena de supermercados afirma que se “ha dejado la piel” para repercutir menos costes a los consumidores y se marca como objetivo para 2023 bajar precios
Juan Roig, presidente y principal accionista de Mercadona, ha defendido este martes la función social de las empresas y la necesidad de que estas ganen dinero ante las críticas lanzadas las últimas semanas por parte de algunos miembros del Gobierno, que acusan a los supermercados de estar sacando partido de la escalada de precios de los alimentos. “Sí, tienen razón, ...
Juan Roig, presidente y principal accionista de Mercadona, ha defendido este martes la función social de las empresas y la necesidad de que estas ganen dinero ante las críticas lanzadas las últimas semanas por parte de algunos miembros del Gobierno, que acusan a los supermercados de estar sacando partido de la escalada de precios de los alimentos. “Sí, tienen razón, hemos subido una burrada los precios. Si no los hubiéramos subido, el desastre en la cadena de producción habría sido impresionante”, ha reconocido en la presentación de resultados anuales de Mercadona, que incrementó su beneficio neto un 5,5% en 2022 en un contexto marcado por la inflación. Pero, ha puntualizado, “tener beneficios es una cosa muy buena, siempre que sean compartidos con trabajadores, proveedores, clientes y sociedad”. En su opinión, “la empresa no es solo sinónimo de capital”.
Los incrementos de precios podrían haber sido peores: la compañía, ha insistido Roig, se “ha dejado la piel” para repercutir menos costes a los consumidores y ser “dique de contención” entre la cadena de valor y el público. La empresa subió los precios de media un 10% en 2022, según ha detallado el empresario, y un 12% los costes, con una diferencia de 600 millones que ha absorbido la compañía.
En una conferencia de prensa de casi dos horas, el presidente de Mercadona ha hablado de la situación de la empresa y de temas de actualidad general. Sobre la posibilidad de crear una cesta de la compra como en Francia para contener los precios, Roig ha sido tajante: “Topar los precios no es posible, es un brindis al sol, es como querer que el agua no moje”, ha dicho. Este tipo de medidas, según el empresario, tienen un impacto negativo en la calidad de los productos.
Bajar el precio del carro en 2023
“Nosotros vamos a luchar este año para que baje el carro, pero no queremos tocar ni la calidad ni la sostenibilidad de proveedores, trabajadores y empresa”, ha asegurado. La empresa afirma que en marzo, por ejemplo, ha subido los precios de 50 productos y ha bajado el de 160. “Si hay iniciativas desde las instituciones, nosotros vamos a colaborar”, ha dicho.
Preguntado sobre si teme que la subida de beneficios de 2022 avive el debate sobre que los supermercados están ganando con esta crisis y se quieran gravar sus supuestos beneficios extraordinarios, el empresario ha dicho que si se suben los impuestos, la empresa los pagará, aunque ha advertido que los incrementos fiscales, como el nuevo impuesto al plástico, suelen repercutir en el precio final de venta. “Nosotros consideramos que los beneficios que tenemos tienen el nivel adecuado para mantener las inversiones futuras”, ha dicho. En la misma línea se ha referido a la reforma de las pensiones: “Todos tenemos derecho a tener una pensión digna, pero todo incremento [de las cotizaciones sociales] también se acaba trasladando a los precios”.
Mercadona, líder en el mercado español con una cuota superior al 25%, es una de las cadenas de supermercados que está en el punto de mira en los últimos meses por el encarecimiento récord de lPC de los alimentos, que se disparó el mes pasado un 16,6%, según el INE. La ministra de Asuntos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, llegó a llamar en enero a Roig “capitalista sin escrúpulos” en una dura crítica lanzada contra las grandes empresas de distribución.
Preguntado por estas declaraciones, Roig no ha querido entrar en polémicas y se ha limitado a decir que respeta “todas las opiniones”, pero no las comparte. “Me siento orgulloso de cómo tratamos al cliente, al trabajador y al capital”, ha dicho. Y ha añadido que, si las empresas ganan dinero y lo comparten, luego tiene que ser el Estado quien lo aproveche también: “Si los impuestos están bien gestionados, se generan beneficios para todos”.
Este martes, tras conocerse el incremento de beneficios de Mercadona, Belarra insistió en Twitter que se ponga “límite a la especulación” y el Ejecutivo intervenga la cesta de la compra. Dentro del Gobierno, el ministro de Agricultura, Luis Planas, ha defendido estas semanas a los supermercados y al conjunto de la cadena alimentaria, y ha asegurado que la gran mayoría funciona bien. Planas considera que los precios de los alimentos han tocado techo y ha pedido al sector que traslade cuanto antes las reducciones de algunos costes que ya se están detectando.
Roig ha reconocido que se han subido mucho los precios en los lineales, pero que se ha debido a las tensiones en el sector alimentario, con un alza sin precedentes de la energía, las materias primas y los costes en general, y una reducción de la producción por las malas cosechas. Sobre la inflación, Roig ha dicho que “tenemos un problema”, sobre todo para los consumidores de rentas más modestas. “Es una burrada lo que les afecta personalmente”, ha dicho.
“No somos enemigos de la sociedad”
Las declaraciones de Belarra y otros miembros del Gobierno —la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lleva meses insinuando que los precios de los alimentos están altos, en parte porque las empresas están aumentando sus márgenes, y que la ley permite intervenirlos en casos de crisis— son una muestra de las tensiones recientes entre los empresarios y el Gobierno. “La mayoría de los empresarios somos honestos, no somos enemigos de la sociedad”, ha dicho. “Creo que debemos favorecer al empresario al máximo, no con subvenciones, sino reconociendo que son los que también tiran del carro”.
Mercadona es uno de los grupos de distribución que más cuota de mercado ha ganado el año pasado, según las consultoras Kantar y Nielsen IQ, junto a Lidl y Siemens. “Un distribuidor no puede poner los precios de venta que quiera, eso es imposible, porque el cliente se va al rival. Nuestro placer es ganar clientes a los rivales. A los tenderos no nos gusta subir los precios”, ha dicho.
Para Roig, generar riqueza es “motivo de orgullo”. “El bienestar de la sociedad dependerá del número de empresarios, honrados por supuesto, que existan”, ha añadido. “¿Tener beneficios es bueno o malo? A ver si va a ser malo tener beneficios. Comer es indispensable. Pero si tu principal propósito es comer, vas a estar más gordo. Tener beneficios es indispensable, pero si tu principal propósito es el beneficio, eso no es saludable; hay que ganar dinero haciéndolo compatible, que es compartir con el trabajador, proveedor y la sociedad y accionistas ese beneficio, sin beneficios no hay reinversión, no se puede mantener”.
La polémica en torno a la decisión de Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos también ha surgido en la rueda de prensa. Roig considera que la constructora de Rafael del Pino está “ejerciendo su derecho”, pero ha añadido en tono irónico que, si por él fuera, todas las empresas del mundo, incluida Google, “deberían estar en Valencia”.
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