Teresa Ribera: “Si Francia ha cambiado de opinión sobre el H2Med, que lo diga”
La vicepresidenta española admite su disgusto después de que el país vecino pusiese en duda su apoyo al proyecto de hidroducto entre Barcelona y Marsella: “Hay maneras de expresarse que no me gustan”
Un día después de que la Comisión Europea abriese la puerta a equiparar el hidrógeno rosa —generado con energía nuclear— con el verde —procedente de energías renovables—, España eleva el tono. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado este miércoles contraria a “calificar como renovable como lo que no es” y ha pe...
Un día después de que la Comisión Europea abriese la puerta a equiparar el hidrógeno rosa —generado con energía nuclear— con el verde —procedente de energías renovables—, España eleva el tono. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se ha mostrado este miércoles contraria a “calificar como renovable como lo que no es” y ha pedido a Francia claridad sobre su compromiso con la construcción del hidroducto entre Barcelona y Marsella, también conocido como BarMar o H2Med: “Ha dicho que se comprometía con este tubo y, si ha cambiado de opinión, que lo diga. Pero, honestamente, no tengo la impresión de que haya cambiado de opinión”.
Preguntada por si el Gobierno francés está jugando limpio, al condicionar en los últimos días el futuro del tubo a que sus tesis se impongan en la arena comunitaria, Ribera ha reconocido su contrariedad con las formas —”hay maneras de expresarse que no me gustan”—, pero ha negado cualquier temor sobre el futuro del H2Med. ¿Está en riesgo el proyecto? “No en lo que respecta a España”, ha afirmado la número cuatro del Gobierno español tras participar en el Foro IESE Energy. “Tenemos que estar tranquilos: que Francia esté mandando señales un poco extrañas en este contexto de negociación forma parte de las herramientas que elige cada cual”.
En los últimos días, el Ejecutivo francés ha redoblado su apuesta por el hidrógeno rosa, llegando incluso a hipotecar su apoyo al tubo —que respaldó sin ningún resquicio para la duda en la cumbre de Alicante de principios de diciembre— a la equiparación de ese vector energético al generado con electricidad eólica o solar.
España “no admitirá” la equiparación entre el hidrógeno nuclear y el verde
“Francia nunca ha ocultado que aspira a producir hidrógeno con centrales nucleares: es algo que nos parece razonable y que debe encontrar espacio en la regulación [europea]”, ha admitido Ribera. Pero “sí contestamos, y en esto estamos de acuerdo con Alemania, que Francia pretenda que eso se califique como hidrógeno renovable, como hidrógeno verde. (...) Siempre hemos sido muy claros”, ha zanjado.
Ribera se ha mostrado favorable a que el hidrógeno bajo en carbono —el nuclear— tenga cabida como tal en la futura regulación europea —”es razonable ser pragmáticos”—. “Sin embargo, es discutible calificar como renovable lo que no es, porque pervierte y distorsiona algo fundamental para el futuro del sistema energético, y también las señales en torno a la innovación”, ha criticado.
España, ha dicho Ribera, “no admitirá” que el hidrógeno nuclear “se haga equiparable a energías renovables y que compute para los objetivos de renovables”. “No queremos”, ha profundizado, “que la directiva de energías renovables se convierta en una directiva de low carbon [fuentes de bajas emisiones de CO2 o directamente libres de ellas] o en la que esto equivalga a energía renovable”.
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