Japón evita la recesión en el cuarto trimestre, pero no supera las expectativas
La tercera economía mundial nombra a Kazuo Ueda, ‘el Bernanke japonés’, como nuevo gobernador del Banco Central de Japón. La economía nipona creció un 0,2% en el último trimestre de 2022, por debajo de las expectativas de los mercados
Japón logró mantenerse en la senda del crecimiento en 2022, a pesar de que las cifras del último trimestre del año estuvieron muy por debajo de las previsiones del mercado. El producto interior bruto (PIB) japonés repuntó un 0,2% en el período octubre-diciembre, después de haber experimentado una contracción revisada del 0,3% en el tercer trimestre, según ha informado este martes la Oficina del Gabinete del Gobierno. Estas cifras quedan lejos del crecimiento esperado por los analistas para este periodo, y del 2,1% que avanzó la e...
Japón logró mantenerse en la senda del crecimiento en 2022, a pesar de que las cifras del último trimestre del año estuvieron muy por debajo de las previsiones del mercado. El producto interior bruto (PIB) japonés repuntó un 0,2% en el período octubre-diciembre, después de haber experimentado una contracción revisada del 0,3% en el tercer trimestre, según ha informado este martes la Oficina del Gabinete del Gobierno. Estas cifras quedan lejos del crecimiento esperado por los analistas para este periodo, y del 2,1% que avanzó la economía nipona en 2021.
Los datos económicos se han publicado poco antes de que el primer ministro Kishida propusiese formalmente a Kazuo Ueda como candidato a gobernador del Banco de Japón. De ser aprobado por el Parlamento, donde el Ejecutivo goza de mayoría, Ueda, de 71 años, tomaría en abril el relevo de Haruhiko Kuroda, el arquitecto de la política monetaria ultralaxa japonesa, quien ha permanecido al frente de la entidad durante diez años. Ueda, respetado economista y académico, se enfrentaría al asumir el cargo a las crecientes presiones de normalizar la política ultraexpansiva y retirar gradualmente el programa de estímulo masivo del Banco de Japón.
La tercera economía mundial avanzó un 0,2% en los tres últimos meses de 2022, un ritmo mucho más lento de lo esperado debido al desplome de la inversión y la caída en los inventarios privados (el valor total de los bienes y servicios producidos en un país), apunta Mari Iwashita, economista jefe de mercado de Daiwa Securities, citada por Bloomberg. Para la experta, los resultados fueron “sorprendentemente débiles” y demuestran que “tendrá que pasar más tiempo para que la economía pueda volver a su nivel anterior a la pandemia”. Y alerta: “No podemos ser optimistas para el primer trimestre de 2023″.
Entre los principales factores que contribuyeron a respaldar la recuperación después de la contracción del tercer trimestre figuran la reactivación del turismo internacional después dos años y medio de estrictos controles fronterizos, la recuperación del yen frente al dólar —que se hundió en junio a su mínimo más bajo en 24 años— y el aumento del consumo interno.
El consumo privado, que representa más de la mitad del PIB nipón, subió un 0,5% en el cuarto trimestre, igualando la previsión promedio del mercado. No obstante, los gastos de capital cayeron un 0,5%, un descenso más pronunciado que el 0,2% que vaticinaban los economistas. “Esperábamos un repunte en octubre-diciembre después de la inesperada contracción del trimestre anterior, pero el crecimiento no es sólido. Aun así, los datos refuerzan la previsión de que la economía se está recuperando moderadamente”, opina Shinichiro Kobayashi, economista jefe de Mitsubishi UFJ Research and Consulting, citado por la agencia de noticias Kyodo. “Aunque hay una fuerte demanda de alojamientos, ocio y turismo receptor, los precios no dejan de subir y se espera que lo sigan haciendo. Es un tira y afloja”, agrega.
Inflación
La inflación en Japón se sitúa en su valor más alto en cuatro décadas y dobla el objetivo del 2% fijado por el banco central. Ante el imparable aumento de los precios, el primer ministro japonés ha pedido a las empresas que suban los salarios de sus empleados ante la necesidad de crear un ciclo positivo de crecimiento liderado por los beneficios empresariales y el consumo privado.
El ministro nipón de Finanzas, Shunichi Suzuki, expresó este martes que los datos demuestran que la economía nipona se está recuperando gradualmente con la ayuda de las medidas gubernamentales, aunque advierte que “la desaceleración de las economías extranjeras también podría arrastrar a la japonesa”. “Debemos prestar atención al impacto de la inflación, las restricciones en la cadena de suministros, la volatilidad de los mercados financieros y la situación de la covid en China”, agregó Suzuki.
Japón ha ido a la zaga de otras potencias en la recuperación tras el momento álgido de la pandemia debido, en gran medida, a las duraderas restricciones que impuso para frenar la propagación de la covid. Según los datos publicados este martes, el PIB registró una expansión del 1,1% para el conjunto de 2022, un ritmo más lento que el 2,1% experimentado en el año previo y por debajo de las expectativas del 1,4% del Fondo Monetario Internacional (FMI). El frenazo económico se ha producido principalmente por la caída de las exportaciones frente al encarecimiento de las importaciones, apuntan los analistas. Según las últimas previsiones del FMI, la economía nipona crecerá un 1,8% en 2023.
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