Carlos Torres ganó 8,29 millones de euros como presidente del BBVA en 2022, un 5,8% más

Onur Genç, el consejero delegado de la entidad, percibió 7,15 millones de euros, un 4,9% más

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç y su presidente Carlos Torres Vila.Gabriel Luengas (Europa Press)

Tras la presentación de beneficios históricos de la banca española, ahora comienza la ronda de informes de remuneración. En plata, cuánto ganaron los principales espadas de las entidades financieras. Este martes, según ha comunicado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha sido el turno del BBVA: Carlos Torres, presidente del banco, obtuvo una remuneración total de 8,29 millones de euros...

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Tras la presentación de beneficios históricos de la banca española, ahora comienza la ronda de informes de remuneración. En plata, cuánto ganaron los principales espadas de las entidades financieras. Este martes, según ha comunicado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), ha sido el turno del BBVA: Carlos Torres, presidente del banco, obtuvo una remuneración total de 8,29 millones de euros por ejercer sus responsabilidades durante el ejercicio 2022, lo que representa un 5,8% más que en 2021, según el informe anual sobre remuneraciones remitido este martes al supervisor español de los mercados. Por su parte, el consejero delegado, Onur Genç, ganó 7,15 millones de euros, un 4,9% más.

Este martes ha sido el turno del BBVA, antes que otros de sus competidores, porque su junta general de accionistas es el 17 de marzo, antes también que el Banco Santander, por ejemplo (31 de marzo). Y esta información tiene que estar disponible, al menos, en los 30 días previos a dicho encuentro.

Parte de la retribución de los máximos ejecutivos del BBVA está vinculada a los resultados obtenidos por el grupo durante el año pasado, cuando cosechó unos beneficios de 6.420 millones de euros, un 38% superior al de 2021. Unas ganancias históricas, más que nunca, superando el techo hasta la fecha que estaba en 2007 (entonces ganó 6.126 millones), y eso a pesar de que la filial turca Garanti no aportó todo lo que habría podido tras aplicar la contabilidad por hiperinflación: Genç llegó a asegurar en la presentación de resultados que, sin ese cambio, habría generado 2.000 millones de beneficios, muy por encima de los 509 millones que apuntó en el ejercicio recién concluido.

Torres percibió en concepto de remuneración fija 2,92 millones de euros, la misma cantidad que el ejercicio precedente, mientras que la retribución variable ascendió a 4,63 millones de euros, frente a los 4,24 millones de 2021. La aportación en 2022 al sistema de previsión para la jubilación de Torres ha sido de 451.000 euros, frente a los 340.000 euros de 2021, en tanto que la remuneración en especie ha ascendido a 283.000 euros, por debajo de los 328.000 euros de 2021.

La división en diferentes conceptos es algo que ocupa y preocupa en los supervisores y reguladores nacionales y comunitarios. Por ejemplo, José Manuel Campa, presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés), aseguró en una reciente entrevista en EL PAÍS que lo más relevante era la estructura: “Lo que importa es su estructura, el porcentaje que es remuneración fija y el que es variable. Y miramos que esta no sea más del 100% de la fija, que se extienda en el tiempo, que se pague también en acciones, que se vincule con el desempeño del directivo…”.

En este sentido, según se fija en la política de remuneraciones de la entidad, el 40% de los bonus variables serán percibidos en 2023 (la mitad en efectivo y la otra mitad en acciones de BBVA). Mientras el 60% restante (del que un 40% es en efectivo y el resto en acciones) se entregará en los próximos años, a partes iguales y sujeto al cumplimiento de indicadores de evaluación plurianual preestablecidos y otros ajustes “que podrían minorarlo”.

Genç cuenta con un complemento de movilidad

En el caso del consejero delegado de BBVA, Onur Genç, su remuneración total ascendió a 7,15 millones de euros, de los que 2,17 millones de euros corresponden a remuneración fija (la misma cantidad que en 2021) y 3,56 millones de euros a remuneración variable, por encima de los 3,22 millones de 2021. El consejero delegado cuenta con un complemento a su retribución fija, en lugar de la pensión de jubilación (cash in lieu of pension), y un complemento de movilidad, en atención a su condición de alto ejecutivo internacional, dos conceptos por los que ha percibido 1,25 millones de euros, la misma cantidad que el ejercicio anterior.

Además, el banco ha abonado a Genç otros 155.000 euros de retribución en especie, ligeramente por debajo de los 158.000 euros de 2021. El BBVA destaca en su nota que los indicadores de evaluación anual de la retribución variable de 2022 se fijaron al principio del ejercicio, tomando en consideración el consenso de analistas de ese momento y dotándolos de “un nivel de ambición superior” a dicho consenso. Para el banco ha sido un buen año y, por tanto, su dirección se verá beneficiada en la parte del pago vinculada a objetivos: en 2022, el grado de consecución de los objetivos fue del 130% para Torres, (tuvo un 119% en 2021) y del 133% para Genç (se anotó un 121% en 2021).

El salario de los altos directivos de las grandes empresas en España está ahora mismo en el centro del debate. De hecho, según un informe de la EBA, la pandemia no frenó el número de banqueros en Europa que ganan más de un millón de euros. En España, la cifra se disparó hasta 221, un 73% más que en 2020. De hecho, el directivo que más ganó en el ejercicio también está afincado en el país, el único que cobró más de 14 millones en el año. En ese caso, “un importe significativo de la remuneración variable corresponde a una indemnización por despido”, desgrana el análisis de la EBA. De los seis que recibieron más de 10 millones de euros, tres estaban en España.

Unas cifras que llegan, por si fuera poco, en un momento en el que las familias vulnerables sufren con unos salarios que no se aprecian y que no les da para compensar el zarpazo de la inflación, la crisis energética desatada tras la guerra de Ucrania y ahora, la puntilla, con el incremento de los hogares endeudados con una hipoteca a tipo variable. Una tormeta perfecta que vuelve a poner en jaque una imagen de la banca que vuelve a estar en entredicho.

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