La brecha salarial entre hombres y mujeres cae al 20,9% en 2021, casi seis puntos menos que en 2018
Un estudio de CC OO apunta a la subida del salario mínimo como la principal causa de la reducción. La diferencia persiste por los complementos que premian el presencialismo, el trabajo parcial por cuidados y la menor retribución en empleos feminizados
Los españoles cobraron una media de 27.322 euros brutos en 2021. Las españolas, de 22.601, 4.721 euros menos, según el estudio de CC OO Por hacer más ganamos menos, que el sindicato ha presentado este lunes. La brecha es importante, pero la buena noticia es que ha caído en los últimos años: es del 20,9%, casi seis puntos menos que en 2018 (26,5%) y casi ocho menos que hace un...
Los españoles cobraron una media de 27.322 euros brutos en 2021. Las españolas, de 22.601, 4.721 euros menos, según el estudio de CC OO Por hacer más ganamos menos, que el sindicato ha presentado este lunes. La brecha es importante, pero la buena noticia es que ha caído en los últimos años: es del 20,9%, casi seis puntos menos que en 2018 (26,5%) y casi ocho menos que hace una década (28,5% en 2011), pese al repunte del último año.
“Debemos felicitarnos por estos datos. La brecha ha ido decreciendo por la subida del salario mínimo y el cuarto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva [AENC, firmado por sindicatos y empresarios en 2018]”, ha explicado Carolina Vidal, responsable de la secretaría confederal de Mujeres, Igualdad y Condiciones de trabajo de CC OO. Las mujeres son mayoría entre los receptores de la menor retribución posible, que ha crecido un 47% desde 2018 (de 735,9 euros a 1.080): un 14,1% de las trabajadoras a tiempo completo cobra el salario mínimo, frente al 8,5% entre los hombres.
El líder del sindicato, Unai Sordo, ha apuntado a la reforma laboral como otro factor corrector de la brecha salarial: “Ya avisamos de que la intensa subida del salario mínimo iba a tener un efecto en la caída de la brecha de género, pero también es importante la reforma laboral. Era previsible que la estabilización de la contratación (la temporalidad está en mínimos históricos) redujese la diferencia”.
“Sin embargo”, ha continuado Sordo, “no deja de ser preocupante que la brecha se mantenga por encima del 20%”. Ha apuntado a varios motivos para explicar que siga habiendo diferencias. El primero es el trabajo a tiempo parcial, mucho mayor entre mujeres (22,6%) que entre hombres (6,8%) porque ellas asumen, normalmente por obligación, los cuidados. “Si las mujeres trabajaran a jornada completa en igual medida que los hombres, la brecha salarial se reduciría del 20,9% al 8,4%”, indica el informe. El 75% de los trabajadores a tiempo parcial son mujeres.
El otro motivo principal de la brecha, según las estimaciones del sindicato, se explica por los complementos salariales. “Tenemos que hacer un esfuerzo desde la negociación colectiva para que estos complementos no solo premien conceptos claramente masculinizados”, ha comentado Vidal.
La sindicalista ha explicado que estos complementos retribuyen la presencialidad, la nocturnidad o trabajar los fines de semana, esfuerzos extra a los que las mujeres acceden menos porque tienen “los cuidados sobre su espalda”. “Igual me meto en un charco”, ha indicado Sordo, “pero por qué damos por asumido que la antigüedad tiene que ser un complemento salarial, cuando sabemos que las mujeres tienen carreras menos lineales por los cuidados. Hay un sesgo de género clarísimo en que se retribuya más la presencialidad que la precisión en el trabajo”.
Llegados a este punto, Sordo ha destacado la importancia del desarrollo de los planes de igualdad en las empresas para detectar estos sesgos. “Los negacionistas de la brecha de género dicen que a mismo salario, mismo puesto, el salario es igual. Pues sí, pero es que los procesos de desigualdad son más sutiles, se articulan a través de procedimientos que no se pueden diagnosticar si no hay un plan de igualdad”. Ha puesto como ejemplo una empresa en la que se promocione a puestos de responsabilidad a aquellos que trabajen por encima de la jornada estipulada. “Aquí hay un sesgo clarísimo. Si tienes que cuidar no puedes hacer eso”, ha añadido Sordo.
Vidal ha aportado otro ejemplo concreto: “Conocemos un caso de una tecnológica en la que los ascensos solo se otorgaban a personas que habían desarrollado una formación que daba la empresa fuera de horarios de trabajo, los viernes por la tarde. Solo lo hacían ellos porque ellas, por cuidados, no podían”. Esta sindicalista explica que todas las empresas con más de 50 trabajadores están obligadas a desarrollar un plan de igualdad y que pueden ser sancionadas por la Inspección de Trabajo si no cumplen.
El líder de CC OO cree que el correcto desarrollo e implementación de los planes de igualdad es una de las claves para reducir la brecha salarial. “Además, es importante que las Administraciones públicas armen un verdadero modelo de cuidados, un gran pacto de Estado para que las mujeres tengan carreras continuas, que no se vean lastradas por cuidar a los demás”. Y en esa misma línea, ha destacado que sectores muy feminizados, como las residencias o la ayuda a domicilio, pagan muy por debajo de la media: “Son sectores de responsabilidad pública en los que se han permitido procesos de externalización sistemática. Son servicios públicos, pero articulados a través de empresas privadas que dan condiciones muy precarias, ya que la licitación se da siempre a la baja”. Por ello, el líder sindical cree que una modificación de la ley de desindexación y la de contratos públicos (que fijó el criterio económico como el principal al otorgar un contrato con la Administración, por encima de la oferta técnica) reduciría la distancia entre el salario de hombres y mujeres.
“Tengo dudas de que la reforma de las pensiones salga en febrero”
Sordo ha tratado otros asuntos de actualidad durante la rueda de prensa, como la negociación sobre la reforma de las pensiones: “La cuestión está igual. No ha habido movimientos, y con cómo fue la semana pasada [en referencia a la pelea entre PSOE y Unidas Podemos por la ley del solo sí es sí]... Tengo dudas de que en febrero vaya a salir esta reforma”.
El principal escollo en las conversaciones es el periodo de cálculo: ahora es de 25 años y el Gobierno plantea elevarlo a 30, pudiendo excluir los dos años con peor cotización, un planteamiento que rechazan los sindicatos.
El líder sindical ha indicado que tampoco hay avances en la negociación con la patronal para conseguir un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, documento que sirve como guía para las empresas y comités de España para negociar los incrementos salariales. El último movimiento en esta línea lo dio precisamente CC OO, cuando puso encima de la mesa la posibilidad de condicionar las cláusulas de revisión salarial a la marcha de cada sector. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, valoró la propuesta.
Asimismo, Sordo ha reclamado al Gobierno que tome medidas para contener la subida de las hipotecas por el alza de los tipos de interés. “La merma de renta disponible para muchas familias es del 10%. Creemos que el Gobierno debe intervenir de forma ambiciosa para que las entidades financieras compitan entre sí. Se han puesto de acuerdo, funcionando como un oligopolio, exigiendo tipos que las familias no pueden asumir”.
Sordo rechaza que el alivio en la subida de las hipotecas se compense con fondos públicos, “lo que no sería más que otro rescate a la banca que mejoraría todavía más sus resultados; no puede ser la solución”.
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