El consumo de electricidad cae en octubre a su nivel más bajo desde que hay registros
La demanda de luz registra su menor cifra para cualquier mes del año desde 2007, solo por detrás de los tres más crudos del confinamiento
La demanda eléctrica acelera su caída. En octubre, los hogares y las empresas españolas redujeron en un 3,4% su consumo de electricidad en comparación con el mismo mes del año anterior, un descenso que, corregido por temperatura y laboralidad (días festivos), fue aún mayor: del 5,1%. El de 2022 resultó el octubre de menor demanda desde que Red Eléctrica de España (hoy Redeia) publica el dato, y el cuarto mes de toda la serie histórica —los datos se remontan a 2007— en el que menos luz se consumió, solo por detrás de abril, mayo y j...
La demanda eléctrica acelera su caída. En octubre, los hogares y las empresas españolas redujeron en un 3,4% su consumo de electricidad en comparación con el mismo mes del año anterior, un descenso que, corregido por temperatura y laboralidad (días festivos), fue aún mayor: del 5,1%. El de 2022 resultó el octubre de menor demanda desde que Red Eléctrica de España (hoy Redeia) publica el dato, y el cuarto mes de toda la serie histórica —los datos se remontan a 2007— en el que menos luz se consumió, solo por detrás de abril, mayo y junio de 2020, los meses más crudos del confinamiento.
Aunque de forma algo más atenuada, el descenso en el consumo de electricidad es el patrón continuado en lo que va de año. Son ya tres meses consecutivos a la baja, y en el acumulado de los 10 primeros meses de 2022 la caída interanual ronda el 2,4%, ya corregido por calendario y temperaturas, dos variables clave.
Las razones de este patrón son múltiples: desde el brutal aumento de precios —el mayor incentivo a la eficiencia por parte de los consumidores— hasta la moderación de la actividad económica, pasando por el plan de ahorro puesto en marcha por el Gobierno en agosto —que obliga a apagar los escaparates por la noche y limitar los termostatos en comercios y edificios públicos— o por el auge del autoconsumo, que escapa de la estadística y que reduce el volumen de energía que se consume de la red. La creciente, aunque todavía lenta, electrificación de los procesos productivos rema en sentido contrario, pero es insuficiente para contrarrestarlo, siquiera mínimamente.
El descenso, sin embargo, no es ni mucho menos homogéneo por geografías. En la España peninsular, la caída bruta anual en octubre fue del 5,5% (del 3,8%, en cifras ya corregidas). En Baleares, en cambio, la demanda de electricidad subió un 5,5% (un 3% ya ajustado por laboralidad y temperatura). Y en el archipiélago canario repuntó un 1% (0,8% tras el ajuste). Buena parte de la tendencia contraria de los archipiélagos es achacable a un único factor: la buena marcha del sector turístico, que tiene un peso cuatro veces mayor que en el resto del país.
Más renovables pese a la caída de la hidroeléctrica
Pese al parón de las centrales hidráulicas (-25%), lastradas desde hace meses por la pertinaz sequía que asola la península Ibérica —y buena parte del continente europeo—, las renovables elevaron su generación en un 6,8% respecto a octubre del año pasado. Esta mejora responde, sobre todo, al regreso del viento (la eólica aportó más del 23% de la electricidad generada) y al ascenso imparable de la solar fotovoltaica, que ya aporta el 9% del total, casi un 13% más que hace un año.