El déficit público se reduce en 16.000 millones en marzo por el tirón de los ingresos

El conjunto de las Administraciones acumuló un desfase presupuestario del 0,35% del PIB en el primer trimestre del año

La ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, en el Congreso de los Diputados el 25 de mayo.Alberto Ortega (Europa Press)

El déficit público continúa su carrera hacia abajo gracias al tirón de la recaudación. La diferencia entre ingresos y gastos del conjunto de las Administraciones, excluidas las corporaciones locales, se situó en el 0,35% del PIB en el primer trimestre del año, 1,38 puntos porcentuales por debajo de los niveles del mismo periodo de 2021. El descenso ha sido superior al 77%, y de más de 16.000 millones en cifras absolutas, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.

La reducción del desfase...

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El déficit público continúa su carrera hacia abajo gracias al tirón de la recaudación. La diferencia entre ingresos y gastos del conjunto de las Administraciones, excluidas las corporaciones locales, se situó en el 0,35% del PIB en el primer trimestre del año, 1,38 puntos porcentuales por debajo de los niveles del mismo periodo de 2021. El descenso ha sido superior al 77%, y de más de 16.000 millones en cifras absolutas, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Hacienda.

La reducción del desfase presupuestario, una senda en la que las cuentas públicas se han encaminado desde hace varios meses, se explica más por un aumento de los ingresos que por una reducción del gasto. La Administración central, que viene absorbiendo el grueso del déficit total, ha rebajado el agujero en sus cuentas hasta el 0,27% del PIB en el primer trimestre de este año, frente al 1,24% de 2021.

Este resultado se debe a un aumento de los ingresos del 17,4%, impulsado sobre todo por el incremento de la recaudación, y a una disminución de los gastos en un 4,3%. Los impuestos sobre la producción y las importaciones son los que han dado el mayor empuje en el trimestre; los desembolsos se han reducido en 2.784 millones, pese al aumento de las transferencias por parte del Estado a otras Administraciones, entre las cuales destaca la compensación de 3.564 millones a las comunidades por el mes de IVA de 2017 que no se les había abonado.

Este flujo ha ayudado a las comunidades autónomas, que desde el estallido de la pandemia han recibido una lluvia de dinero por parte del Estado central, a acumular a finales de marzo un superávit de 220 millones, equivalente al 0,02% del PIB. A ello se añade el repunte de los ingresos por impuestos un 12,5%, mientras que los gastos avanzaron un 2,5%. Solo cinco comunidades registraron números rojos: Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Comunidad Valenciana.

Los Fondos de la Seguridad Social también mejoran su saldo, con un déficit de 1.107 millones en marzo (0,08% del PIB), frente a los 2.120 millones del mismo periodo de 2021. En este caso, los gastos (-2,2%) han descendido mucho más de los ingresos (-0,1%), por la paulatina reducción del escudo social desplegado desde marzo de 2020 para contener los efectos de la pandemia sobre las rentas. En el primer trimestre de este año, su impacto ha sido de 1.165 millones, un 72,1% inferior al mismo período de 2021.

Ajuste sin recortes

La progresiva reducción del desfase presupuestario no está viniendo acompañada de dolorosos recortes ni drásticas subidas de impuestos, como ocurrió tras la crisis financiera, cuando la receta de la austeridad se impuso en toda Europa y los países del sur tuvieron que apretarse el cinturón.

El ministerio dirigido por María Jesús Montero repite que el motor de la mejora es la recuperación económica iniciada en 2021 tras la contención de la crisis sanitaria. El otro ingrediente que se esconde detrás de esta corrección es la inflación, que lleva meses desatada ―aún más con el estallido del conflicto en Ucrania― y que en mayo creció un 8,7% con respecto al mismo periodo del año anterior

España ya había cerrado 2021 con una espectacular reducción del déficit público, de 3,3 puntos porcentuales ―excluidas las ayudas financieras―, logrado pese a la persistencia de la crisis sanitaria. El desfase presupuestario se situó entonces en el 6,76% del PIB, gracias a la mejora económica y una recaudación récord que rebasó las expectativas, y que ya venía aupada por la inflación. Este porcentaje supone uno de los mayores agujeros de siempre ―unos 81.500 millones de euros―, pero es muy inferior a las previsiones del mismo Gobierno enviadas a Bruselas (8,4%) y a la vaticinada por distintos organismos nacionales e internacionales.

Advertencia

La UE, por su parte, ha decidido que mantendrá en suspenso las reglas fiscales durante un año más, el 2023, visto el drástico cambio de escenario causado por la invasión rusa de Ucrania. La UE calculaba que para inicios del próximo año casi todos los países del bloque ―España tardaría más― hubiesen recuperado el PIB prepandemia. Pero el conflicto ha añadido incertidumbre y se ha sumado a otros factores preexistentes que ya amenazaban con entorpecer la reactivación, entre ellos la crisis energética, el atasco en las cadenas de suministro o la espiral alcista de los precios.

Esto significa que el déficit podrá estar, un año más, por encima del umbral del 3% del PIB fijado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y que la deuda podrá rebasar el 60% sin que la Comisión active los programas de consolidación fiscal. Pero no implica que los países del club puedan gastar por encima de sus posibilidades, sobre todo los más endeudados.

En sus recomendaciones a los Estados miembros, la Comisión Europea ha pedido a España que contenga los gastos corrientes, la misma advertencia que ha enviado a países como Francia, Italia, Grecia, Portugal y Chipre, que también cuentan con un pasivo elevado. “En 2023 [España] tendrá que asegurar una política fiscal prudente, en particular limitando el crecimiento del gasto corriente financiado nacionalmente por debajo del crecimiento potencial de la economía a medio plazo”, ha alertado.

El déficit del Estado se reduce un 67,6% hasta abril

El Ministerio de Hacienda también ha dado a conocer el saldo presupuestario del Estado hasta abril, que confirma la senda descendiente del conjunto de las Administraciones. Los números rojos del Estado se han reducido en un 67,6% con respecto al mismo periodo del año anterior, situándose en el 0,5% del PIB al pasar de los 20.249 millones del mismo periodo del ejercicio anterior a 6.553 millones. Este resultado se debe a un crecimiento de los ingresos no financieros del 16,7%, frente a un alza de los gastos muy inferior, del 4%. Los impuestos alcanzan los 62.638 millones, el 86,3% del total de los recursos, y crecen un 16,7% respecto a abril de 2021.


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