Crece la factura de la crisis bancaria
El rescate del sector financiero, que según Rajoy no iba a suponer costes para el contribuyente, se eleva ya a 73.138 millones de euros y seguirá creciendo
El coste real de la crisis bancaria sigue siendo una pesada carga para los ciudadanos de este país. Es una cifra que indefectiblemente crece año tras año y que ya ha alcanzado una cuantía estratosférica: 73.138 millones de euros entre 2008 y 2021. Esta cifra es la suma del dinero que el Estado ha tenido que añadir cada año al déficit público como consecuencia de las ayudas a la banca que ya se dan por perdidas.
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El coste real de la crisis bancaria sigue siendo una pesada carga para los ciudadanos de este país. Es una cifra que indefectiblemente crece año tras año y que ya ha alcanzado una cuantía estratosférica: 73.138 millones de euros entre 2008 y 2021. Esta cifra es la suma del dinero que el Estado ha tenido que añadir cada año al déficit público como consecuencia de las ayudas a la banca que ya se dan por perdidas.
Nos habíamos quedado en los 58.368 millones de euros de finales de 2020, un volumen que ya resultaba abrumador por ser el más elevado de toda la Unión Europea. El susto ha supuesto ahora un salto de 14.770 millones de euros, la mayor parte correspondiente a la Sareb. Como se recordará, en 2012, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría y el ministro de Economía, Luis de Guindos, habían asegurado hasta la saciedad que la Sareb o “banco malo” no supondría nunca un coste para el contribuyente.
El aumento de la factura es consecuencia de la decisión de Eurostat, de marzo de 2020, que exigió considerar el pasivo de la Sareb como deuda pública. Entonces se puso el acento en que el cambio significó un aumento de la deuda pública de 35.000 millones de euros, lo que la elevó hasta el 120% del PIB. También trascendió que la medida había significado un aumento del déficit público de 9.853 millones de euros.
Lo que ha sorprendido ahora ha sido constatar que el incremento real del déficit público en 2021 por las ayudas bancarias perdidas ha sido de 14.770 millones de euros, de los que la mayor parte (13.472 millones) corresponden a la Sareb. La explicación de este incremento sorprendente ha sido que Eurostat ha obligado a reclasificar la cuantía real de las pérdidas de la Sareb en el déficit y deuda pública de cada año desde 2012. Informes de diversos organismos como Eurostat, (Eurostat Supplementary Table For Reporting Government Interventions To Support Financial Institutions (April 2022); la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) y la Actualización del Programa de Estabilidad 2022 -2025 del Reino de España, explican este impacto, según Antoni Garrido, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona.
El profesor Garrido, el investigador que mejor conoce el impacto de la crisis bancaria en las cuentas públicas, advierte de que “lo más preocupante es que todavía no se ha acabado el coste de la crisis bancaria”. En su opinión, “lo inquietante es que el coste de la Sareb sigue subiendo y lo peor es que no lo explican”. En este sentido recuerda que la diferencia entre los activos y los pasivos de la Sareb es todavía de varios miles de millones de euros.
El Post- Programme Surveillance Report (mayo 2022) de la Comisión Europea certifica que, tras las últimas pérdidas, el capital de la Sareb tiene un valor negativo de 10.100 millones de euros. Los responsables de una gestión tan costosa deberían dar una explicación detallada de lo ocurrido a los ciudadanos que pagan con sacrificios esta factura.