Trabajo pretende “democratizar” las empresas con la entrada de empleados en los consejos de administración
Díaz asegura que convocará “con prontitud” al comité de expertos para que aborde la transformación de la norma
Aunque lo avanzó el pasado domingo, antes de que diera comienzo por las calles de Madrid la manifestación sindical del Primero de Mayo, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recalcado este miércoles que el próximo gran proyecto de su departamento consistirá en la adecuación del Estatuto de los Trabajadores “al siglo XXI”. Díaz se ha referido a la “democratizaci...
Aunque lo avanzó el pasado domingo, antes de que diera comienzo por las calles de Madrid la manifestación sindical del Primero de Mayo, la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha recalcado este miércoles que el próximo gran proyecto de su departamento consistirá en la adecuación del Estatuto de los Trabajadores “al siglo XXI”. Díaz se ha referido a la “democratización de las empresas” como uno de los grandes objetivos del nuevo marco laboral, entendiendo esta transformación a partir de la entrada de los trabajadores en los consejos de administración de las compañías.
“Es un debate que ya existe en España, pero creo que con todo el aprendizaje que existe al respecto, es algo que enriquece a las empresas porque las democratiza”, ha señalado la vicepresidenta. Siguiendo por esta línea, Díaz ha señalado que “no hay ningún lugar en el que la democracia se ejerza de manera más directa como en las empresas”, ya que “es el único espacio en el que los trabajadores eligen directamente a sus representantes”. Para sostener la entrada de los trabajadores en los consejos de administración, ha apelado también a la ganancia de “talento” que esto supondría, y que las firmas “no pueden perder”.
La responsable del Ministerio de Trabajo no ha detallado cuándo comenzará el estudio del nuevo reglamento por parte de los expertos, y se ha limitado a anunciar que convocará “con prontitud” al comité que asesora a su departamento para que comience con el desarrollo del futuro “Estatuto del Trabajo” ―lo ha bautizado así―, en el que se corregirán las deficiencias “autoritarias” que a su juicio presenta el marco actual, aprobado en 1980.
“Es la tarea magna que tenemos que hacer”, ha defendido Díaz, situando en su epicentro una nueva jornada laboral. “Hay que reducir la jornada laboral. Los tiempos presenciales no sirven para mejorar la productividad, tenemos que transformar la vida de las personas desde la flexibilidad interna. ¿Por qué no se pueden hacer bolsas de horas en las que los trabajadores pacten jornadas diferentes?”, se ha preguntado.
Lo que sí ha dejado claro la ministra de Trabajo es que una vez elaborado el boceto por parte de los técnicos, este se someterá a la valoración de sindicatos y patronales antes de ser aprobado. “Nunca hacemos normas y luego las llevamos a debate, no es mi estilo. Me gusta escuchar a los que saben y luego los agentes sociales harán lo que estimen”, ha señalado.
Bloqueo negociación salarial
En cuanto a la situación del Pacto de Rentas que el Gobierno lleva promoviendo desde hace dos meses, y que debe servir como escudo ante el aumento desorbitado de la inflación, Díaz no ha aclarado si finalmente saldrá adelante o no. Entre otras cosas porque, paralelamente, sindicatos y empresarios negocian la renovación del Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), en el que se dirime en cuánto deberían subir los salarios en los próximos tres años, con escaso éxito hasta el momento.
“La tarea es compleja”, se ha limitado a decir la vicepresidenta, quien sí ha contravenido las reticencias de las patronales a la aprobación de cláusulas salariales ―con las que corregir la desviación del IPC― asegurando que los salarios “no son los causantes de la inflación”. “A los que no pueden respirar no les podemos pedir más”, ha reseñado. Como puntilla, ha avisado a las grandes empresas “con beneficios suculentos” de que “no hay margen para bajar o moderar los salarios en nuestro país”.
Otro de los compromisos en la agenda del Ministerio de Trabajo será la convocatoria “en las próximas semanas” a patronal y sindicatos para abordar el fenómeno bautizado como “la Gran Dimisión” ―acuñado así tras la renuncia de cuatro millones de trabajadores en Estados Unidos hastiados con su trabajo―, a pesar de que en España su impacto ha sido limitado. “España necesita 109.000 trabajadores más, son las vacantes que tenemos a día de hoy”, ha señalado la ministra.