Los mercados rebotan con fuerza ante la expectativa de más medidas de estímulo en la UE

El selectivo español cierra con un avance del 4,88% y supera los 8.100 puntos en su mejor sesión desde noviembre de 2020

Vista de la Bolsa de Madrid.Vega Alonso del Val (EFE)

Las Bolsas mundiales pisan el acelerador. Tras enfrentarse a su peor semana desde el comienzo de la pandemia por la incertidumbre en el conflicto en Ucrania, los parqués han vivido este miércoles un fuerte rebote y los inversores se han lanzado en búsquedas de oportunidades de compra. La vista está puesta en la cumbre europea del jueves, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE discutirán un posible nuevo paquete de medidas de estímulo para paliar el mayor gasto en defensa y energía, y en la reunión del Banco Central Europeo, que puede dar señales sobre un posible retraso del proce...

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Las Bolsas mundiales pisan el acelerador. Tras enfrentarse a su peor semana desde el comienzo de la pandemia por la incertidumbre en el conflicto en Ucrania, los parqués han vivido este miércoles un fuerte rebote y los inversores se han lanzado en búsquedas de oportunidades de compra. La vista está puesta en la cumbre europea del jueves, en la que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE discutirán un posible nuevo paquete de medidas de estímulo para paliar el mayor gasto en defensa y energía, y en la reunión del Banco Central Europeo, que puede dar señales sobre un posible retraso del proceso de retirada de estímulos. El Ibex 35 ha conseguido este miércoles prolongar el rebote de la víspera y ha cerrado con un avance del 4,88%, en su mejor jornada desde noviembre de 2020. La euforia se extendió a Fráncfort (+7,92%), París (+7,13%) y Milán (+6,97%), con subidas que en algunos casos no se veían desde marzo de 2020. Londres, por su parte, ha limitado sus avances a un 3,25%, al ser el índice que menos ha sido penalizado desde el comienzo de la guerra.

En esta sesión, que los analistas consideran caracterizada por correcciones técnicas, los valores que más se han beneficiado dentro del selectivo español han sido los que más fueron castigados la semana pasada, es decir, los ligados al turismo y los bancos: IAG, Meliá, Sabadell y BBVA han ganado más de un 8%. En cambio, Repsol (-3,2%) y Siemens Gamesa (-2,5%) eran los únicos en rojo. Wall Street también recupera terreno: al cierre de los mercados europeos, el Dow Jones y el S&P 500 subían más de un 2%. “Por ahora, los mercados están aliviados por el hecho de que no hemos tenido ninguna noticia bajista fresca desde el anuncio de la prohibición de las importaciones de petróleo de Rusia”, ha apuntado Fawad Razaqzada, analista de Think Markets, en declaraciones recogidas por Reuters.

En cambio, sobre los mercados asiáticos todavía se proyectan nubes. El Nikkei de Tokio ha cerrado con un descenso del 0,30% y el índice de Hong Kong también ha registrado leves pérdidas, con los contagios de covid-19 que han repuntado en la última semana en la región. El euro se ha reforzado ante el dólar por segundo día consecutivo, tras caer a mínimos de hace 20 meses, y la prima de riesgo española se sitúa en los 101 puntos.

Una guerra energética

Para los mercados financieros, el conflicto en Ucrania se está convirtiendo en una guerra energética. Estados Unidos y Rusia parecen cada vez más dispuestos a jugarse la carta del petróleo para golpear a su rival. A pesar de la decisión de Washington y Londres de prohibir la importación de crudo ruso, la Unión Europea se resiste a cortar los lazos energéticos con Moscú. El viceprimer ministro ruso para asuntos energéticos, Alexander Novak, ha advertido de que Rusia cortará el flujo del gasoducto Nord Stream si la UE sigue poniendo en duda la credibilidad y estabilidad del suministro ruso de hidrocarburos. El cierre de los grifos desencadenaría consecuencias muy graves para las economías del Viejo Continente, que importan más del 40% del gas desde Rusia. Hasta que se consiga crear un nuevo marco que reduzca la dependencia de las materias primas rusas, es un riesgo que no están dispuestas a correr.

El precio del barril de crudo, que ya estaba subiendo en enero por las preocupaciones sobre el suministro ante las expectativas de una fuerte recuperación económica mundial tras la pandemia, se ha disparado desde que Rusia invadió Ucrania el pasado 24 de febrero. La tarifa del Brent, de referencia para Europa, se ha enfriado este miércoles, al situarse en los 122 dólares por barril. Del mismo modo, el gas natural en el mercado holandés ha caído un 15% con respecto a la víspera, hasta los 175 euros el megavatio hora. La tensión en el mercado de los insumos sigue siendo el principal factor que condiciona los movimientos de los inversores, conscientes de que las interrupciones del suministro y el consiguiente shock inflacionario podrían sofocar el crecimiento mundial.

Los bancos centrales, que se preparan para endurecer su política monetaria en un escenario de escalada de precios, no son indiferentes al nerviosismo que afecta al panorama energético. Se espera que la próxima semana la Reserva Federal suba los tipos de interés en 25 puntos básicos para poner coto a la inflación. Un repunte que el mercado ya ha intentado digerir desde el comienzo del año, aunque el impacto del conflicto bélico puede acelerar su estrategia hacia maniobras más duras en los próximos meses. “La Fed no tiene un momento de respiro frente al problema de la inflación, que está tratando de resolver aumentando estas tasas. Al parecer, no es cierto que veamos una acción menos agresiva por su parte a lo largo del año”, ha señalado JoAnne Feeney, gerente de cartera de Advisors Capital Management, en declaraciones recogidas por Bloomberg. Por su parte, este jueves se reúne el Banco Central Europeo y las Bolsas estarán pendientes del discurso que pronuncie su presidenta, Christine Lagarde, y de si dará pistas sobre su solución al dilema entre recesión e inflación.

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