El paro baja en 11.394 personas en febrero y las contrataciones indefinidas se disparan hasta su nivel más alto en la serie histórica
En el segundo mes del año se contabilizaron 3.111.684 desempleados y se firmaron 316.841 acuerdos laborales indefinidos. Los contratos temporales pierden peso por tercer mes consecutivo
Superar la tradicional (e incuestionable) cuesta de enero es un reto mayúsculo para las familias con menores rentas. El comienzo del año exige sacrificios, sobre todo porque el mercado de trabajo se resiente tras el final de campaña navideña y sube el paro. Sin embargo, febrero es un mes algo más favorable para el empleo, y el de este 2022 lo ha sid...
Superar la tradicional (e incuestionable) cuesta de enero es un reto mayúsculo para las familias con menores rentas. El comienzo del año exige sacrificios, sobre todo porque el mercado de trabajo se resiente tras el final de campaña navideña y sube el paro. Sin embargo, febrero es un mes algo más favorable para el empleo, y el de este 2022 lo ha sido especialmente: el número de desempleados bajó en 11.394 personas hasta situarse en los 3.111.684 parados, registrando la caída más pronunciada para este periodo desde 2015. Esta merma, además, ha venido acompañada por una mejora en la calidad de los contratos firmados: de los 1.444.057 acuerdos laborales, 316.841 fueron de carácter indefinido, representando al 22% del total. Es el porcentaje más elevado de una serie histórica que arrancó hace 25 años, y el registro más alto de la historia dentro la estadística de contratación, que se remonta a 1987. Los temporales (1.127.216), que suponen el 78% del total, suman ya tres meses de caídas porcentuales consecutivas (la última del 16,97%). La entrada en vigor de la reforma laboral a comienzos de año, que sitúa la contratación fija en el centro de las relaciones profesionales, se esconde detrás de este auge sin precedentes.
Las afiliaciones también han crecido con respecto al mes de enero. La Seguridad Social contabilizó 19.694.272 afiliados en febrero, lo que representa 67.111 más que en el mes anterior, y cerca de un millón más que hace un año (+844.160). Para completar este póquer de rebajas estadísticas, el número de trabajadores bajo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) por la covid también se rebajó hasta los 101.736 (-3.307).
Sin embargo, dentro de este grupo de afectados por ERTE siguen siendo mayoría aquellos que se desempeñan en el sector de las agencias de viajes, que representan el 28% del total. Además, la mayoría de los trabajadores se encuentran en una suspensión total (52.137), aunque de entre todos los afectados de febrero, hay 73.589 con derecho a exoneraciones por formación. Hace una semana el Gobierno acordó ampliar un mes más, hasta el 31 de marzo, la posibilidad de que las empresas sigan acogidas a los ERTE por covid, antes de que entre en vigor el Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo que contempla la reforma laboral.
Para que el mercado laboral repunte es necesario que no se pierdan puestos de trabajo, que se incorporen más trabajadores, y que, para que estos efectos no resulten gaseosos (que no desaparezcan a las pocas semanas) obtengan cierta estabilidad contractual. Es por ello que el aumento del número de indefinidos es un acicate más para la recuperación. Según los datos facilitados este miércoles por los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social, la mayoría de las personas que firmaron un contrato indefinido, lo hicieron, mayoritariamente, para cubrir una jornada completa (173.960); mientras que los 142.881 restantes firmaron una relación laboral a tiempo parcial. Del mismo modo, la reducción de aquellos contratos de un día de duración (lo de peor calidad) también se desplomaron considerablemente: bajaron diez puntos en enero de 2022 (último mes disponible) con respecto a la media acumulada en el periodo comprendido entre 2017 y 2020 (39,4%).
En la comparativa interanual, se registraron 184.410 contratos indefinidos más que en el mes de febrero de 2021 (+139,25%), y, además, sumando los registros de los dos primeros meses de 2022, en este periodo se han realizado 555.513 contratos por tiempo indefinido, lo que supone un ascenso de 298.891 (+116,47%) sobre el mismo lapso de tiempo del año anterior. “La reforma laboral está atajando la precariedad laboral y la temporalidad y está aumentando los empleos dignos y de calidad”, celebran desde UGT. “El de febrero es un dato muy positivo, teniendo en cuenta que el artículo 15 de la reforma laboral no ha entrado en vigor en su totalidad, aunque las perspectivas son interesantes”, añade Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO.
Singularmente elevada ha sido también la contratación indefinida entre los más jóvenes, aquellos que tradicionalmente han tenido más complicaciones para estabilizarse. En febrero 53.081 trabajadores menores de 25 entraron como fijos, más del doble que en enero (+52%), y un 251% más que en el mismo periodo del año pasado. Por sectores, los indefinidos se han multiplicado especialmente en la agricultura (+45% respecto a enero) y en los servicios (+35,47%). “La reforma laboral ha demostrado que establece fórmulas con las que se puede hacer frente a las actividades cíclicas, como las que se dan en el campo, sin poner en riesgo la estabilidad en el empleo”, ha indicado Joaquín Pérez Rey, secretario de Empleo y Economía Social.
Cambio de comportamiento
La reforma laboral entró en vigor el 31 de diciembre de 2021, y durante los dos primeros meses de 2022 ya se ha hecho notar. Especialmente en la tipología de las contrataciones, ya que, por definición, todos los contratos deberán ser indefinidos, aunque existen ciertas salvedades que permiten a las empresas recurrir a los temporales. Sin embargo, uno de los principales cambios que recoge este nuevo marco normativo para acabar con la eventualidad es la desaparición del contrato por obra y servicio, muy extendido en el sector de la construcción. Es precisamente en él donde los datos de febrero evidencian un cambio de comportamiento: se firmaron 94.311 de contratos menos por obra o servicio que en el mismo mes del año pasado (-19,5%), cuando regía el marco establecido por la reforma del PP de 2012. “Estos datos demuestran que se está produciendo un cambio cultural de bastante enjundia”, ha sentenciado Pérez Rey.
A pesar de que la reforma aprobada por el Gobierno, en sintonía con los sindicatos y las patronales, elimina esta tipología de contrato, sí que permite a las empresas poder seguir contratando bajo esta modalidad hasta el 30 de marzo, aunque, por contra, establece un periodo máximo de vigencia de seis meses. Esta moratoria, no obstante, no parece haber espoleado la firma de estos contratos antes de su extinción en el segundo mes en el que todavía estarían permitidos. En febrero se signaron 388.313 contratos por obra o servicio (sumando tanto las jornadas completa como las parciales), 93.484 menos que enero, y 94.311 menos que en el mismo mes de 2021.