Fitur 2022: de los patios cordobeses al ‘Juego del Calamar’

El turismo español se encomienda a la sostenibilidad y la tecnología para su relanzamiento en 2022

Asistentes visitan el estand de República Dominicana, País Socio Fitur 2022, durante el segundo día de la feria.Ricardo Rubio (Europa Press)

A medida que se acerca la hora de la merienda, una muchedumbre de visitantes hambrientos se amontona delante del quiosco de fruta de Graciliano Díaz. Este tinerfeño, más conocido como Graci, lleva casi 30 años exhibiendo sus zumos naturales en las ferias turísticas de todo el mundo. Su experiencia enseña que una de las claves del éxito es la procedencia de la materia prima, rigurosamente de kilómetro cero. “La fruta tiene que estar e...

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A medida que se acerca la hora de la merienda, una muchedumbre de visitantes hambrientos se amontona delante del quiosco de fruta de Graciliano Díaz. Este tinerfeño, más conocido como Graci, lleva casi 30 años exhibiendo sus zumos naturales en las ferias turísticas de todo el mundo. Su experiencia enseña que una de las claves del éxito es la procedencia de la materia prima, rigurosamente de kilómetro cero. “La fruta tiene que estar en su punto de maduración correcto para que acompañe el zumo con su dulzura. Le pones un puntito de hielo, que también debe ser de calidad, le metemos marcha a la batidora, ¡y pa’lante!”, cuenta entre risas, mientras se desplaza enérgico de un lado a otro de su puesto.

Fitur, una de las ferias turísticas más importantes a nivel internacional, se celebra hasta el domingo en los pabellones de Ifema en Madrid, después de la edición a medio gas del año pasado por las restricciones sanitarias. La atmósfera de diversión todavía no es comparable con el escenario que había antes de la pandemia. Sin embargo, las ganas de volver a encender los motores de uno de los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus se reflejan en un paseo donde se puede disfrutar de experiencias y entretenimientos de todas las latitudes. El turismo se prepara para levantar la cabeza, con la sostenibilidad y la digitalización como sus nuevos pilares para relanzar la recuperación.

Este viernes también hubo presencia del Gobierno en la feria, encabezada por el presidente Pedro Sánchez, que destacó la sostenibilidad como palanca de la competitividad turística. En el acto, en el que estuvo acompañado por la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, recordó que se ha asignado al sector una partida de 3.400 millones de euros de los fondos europeos, aunque no haya un proyecto estratégico (PERTE) específico como reclama la industria. Y anunció que en marzo se va a lanzar la segunda convocatoria, por un importe de 720 millones de euros, de los fondos comunitarios para fomentar el turismo sostenible.

Sostenibilidad y digitalización van de la mano en el recorrido de la feria. El quiosco de Díaz forma parte del expositor de Islas Canarias, donde toda la información está digitalizada. Cualquier visitante puede consultar en grandes pantallas todos los recursos turísticos sobre parques naturales, playas y lugares de ocio del archipiélago y, tras escanear un código QR, puede llevárselos a su casa. Esa estrategia la comparten la mayoría de los pabellones de la feria, aunque en muchos de ellos el soporte analógico todavía no ha desaparecido por completo. Juan Hiemenz, jefe de Feria y Eventos de Promotur Turismo de Canarias, destaca que la sensibilidad hacia el medio ambiente es una de las directrices del desarrollo del sector a corto plazo: “Para compensar la huella de carbono producida por la realización del expositor y el desplazamiento del equipo, hemos plantado unos 400 árboles en Gran Canaria. Apostaremos también por hoteles que reciclen mejor y medios de transporte público que utilicen motores híbridos”.

Un jardín de flores coloreadas adorna el pabellón de Córdoba, donde se ha recreado el Patio de la Calle San Basilio, 44, uno de los más conocidos de la ciudad máxime durante la Fiesta de los Patios Cordobeses, que se celebra cada mayo. Como detalla Joaquín Zurita, técnico de turismo del Ayuntamiento la ciudad, en esa ocasión todos los patios se abren al público para que se visiten. “Abres tu propia intimidad para que todo el mundo sea partícipe de ella. Así, el patio vuelve a ser el antiguo lugar de encuentro de las familias, donde se canta, se baila y se montan las fiestas”, comenta.

La Comunidad de Madrid, cuyo expositor recuerda un abanico como metáfora de la oferta heterogénea que proporciona la región, tiene la vista puesta en las tecnologías del futuro. Entre jardines verticales, en representación del turismo sostenible, un pequeño espacio permite a los visitantes asomarse a las simulaciones de la realidad virtual y aumentada en un proyecto piloto desarrollado por la empresa Sebka Technology. Cada turista podrá acceder a través de una aplicación a un listado de monumentos y, con solo apuntar el móvil, le saldrá un holograma de Cervantes o de una menina que le explicará su historia en diferentes idiomas. “La tendencia actual no es leer, sino que el móvil te lo vaya contando todo. La idea es implementar esta tecnología en diferentes lugares turísticos de la capital, empezando por El Escorial, Aranjuez y Alcalá de Henares ya dentro de este año”, apunta Alberto González, técnico de promoción de turismo de la Comunidad de Madrid.

El éxito de las series más populares que han aliviado el estrés provocado por la pandemia no podía no dejar su huella en una cita tan inesperada como esta. En el expositor de Corea, un taller inspirado a El Juego del Calamar llama la atención del grupo de amigas de Esperanza. Las chicas se sientan en torno a una mesa y tienen que sacar con un palillo de dientes una figura geométrica de una galleta típica de la repostería coreana sin romperla. Junto a la tecnología, la artesanía es la punta de lanza del turismo coreano. Una larga cola de personas espera para conseguir su nombre escrito en caligrafía coreana. Lucía Noya Santos lleva unos diez minutos en la fila. Estudia coreano y se declara muy fan de la cultura asiática en general: “Me gusta la idea de llevarme el papelito con mi nombre para tenerlo en casa. Me encantan los festivales de Corea. Hay unos bailarines que actúan con un sombrero y me parece muy impresionante de ver”.

República Dominicana apuesta por su naturaleza y el café

República Dominicana, país socio en la 42ª edición de Fitur, acude a Ifema para intentar recuperar el turismo europeo, mermado por la pandemia. La forma circular del pabellón se remonta a los pictogramas de los taínos, los antiguos indígenas que habitaban el país antes de la colonización. La elección de la madera como material principal crea una sensación de acogida. “Te hace sentir como en casa y te recuerda inmediatamente de la naturaleza. Además, es muy sostenible”, comenta Naile Vásquez, encargada del pabellón. La sinestesia aquí es protagonista. Un túnel sumerge al visitante en un conjunto de juegos sensoriales, como si estuviera buceando en el mar en compañía de los pececillos. Mientras, el aroma del café tostado atrae a los curiosos que pasean alrededor. Óscar Sofía, desarrollador de negocios de la marca de chocolate Kahkow explica que el café de República Dominicana tiene un filtrado sutil que está desarrollado para que sea mucho más agradable al paladar. “Es un poco achocolatado. Cuando lo hueles al principio parece suave, pero luego te das cuenta de que es fuerte. Me flipa”, comenta Verónica, que visita la feria por motivos profesionales.

La edición de este año no está muy cargada de entretenimiento, pero los motivos de diversión no faltan, sobre todo gracias a la presencia de personajes inusuales que alegran el ambiente. María Soriano lleva joyas características de los íberos: unas ruedas cubren sus orejas, y varios collares con pequeñas cadenas adornan su cuello. Representa la dama de Elche. “No tengo calor, porque con los nervios eso se pasa rápido, pero sí que las ornamentas pesan un poquito. Es la primera vez que vengo a Fitur y estoy muy ilusionada”, confiesa. En cambio, Javier, Elena y Ari son unos veteranos de la feria. Vestidos de cartaginenses, recrean la batalla de Zama, que se combatió en la segunda guerra púnica, cuando Aníbal se fue a Italia y Escipión aprovechó para desembarcar en Tarragona y conquistar la ciudad. Elena considera que la feria es un gran escaparate para promocionar el turismo local, aunque percibe que este año hay menos espectáculos y degustaciones. “Te vas a la zona del extranjero y te das cuenta de que hay países que faltan o que sus estands son más flojos”, añade, antes de apagar su cigarro y volver a entretener a los visitantes.

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