El sector turístico cierra 2021 con una facturación un 42% inferior a antes del estallido de la pandemia

La industria confía en que en 2022 se consolide la reanudación de los viajes, aunque la mayoría de los empresarios pospone a 2023 la salida total de la crisis

Madrid -
Cientos de turistas disfrutan de la playa de Levante de Benidorm (Alicante)Manuel Lorenzo (EFE)

La actividad turística en España todavía no se ha despertado por completo del batacazo que sufrió por la pandemia. La paralización de los viajes hasta el pasado mayo —cuando se levantó el estado de alarma— y la rápida eclosión de contagios por la sexta ola en la recta final de año hicieron que 2021 fuera testigo de una recuperación llena de altibajos. El sector facturó casi 90.000 millones de e...

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La actividad turística en España todavía no se ha despertado por completo del batacazo que sufrió por la pandemia. La paralización de los viajes hasta el pasado mayo —cuando se levantó el estado de alarma— y la rápida eclosión de contagios por la sexta ola en la recta final de año hicieron que 2021 fuera testigo de una recuperación llena de altibajos. El sector facturó casi 90.000 millones de euros, lo cual aún está un 42,8% por debajo del volumen de negocio que registraba antes del estallido de la pandemia y a un nivel muy parecido al de 2003, según el Informe de Perspectivas presentado este jueves por el lobby empresarial turístico Exceltur. Los empresarios esperan que 2022 suponga una consolidación para la recuperación del turismo, a pesar de un comienzo de año complicado ante el impacto de la triple crisis provocada por la variante ómicron, el encarecimiento de la energía y la crisis de suministros. Esas dificultades hacen que la mayoría de los empresarios vuelva a posponer la salida total de la crisis hasta 2023.

La avalancha de casos de covid-19 a partir de noviembre, que ha dado alas a las cancelaciones en las reservas y un frenazo en la demanda, ha puesto patas arriba el resurgimiento que se venía manifestando desde el verano. “El año que acaba de terminar refleja las fuertes ganas de viajar arraigadas en la población, con una demanda española que ejerce de puntal de la recuperación de la actividad en España. Sin embargo, el turismo extranjero cierra con un descenso de los ingresos del 59% con respecto a 2019”, ha apuntado José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur.

El menor volumen de la demanda extranjera se debe mayoritariamente a las medidas que han ido imponiendo los mercados de origen, concretamente Francia, Alemania y, sobre todo, el Reino Unido. Este país, que es la primera fuente de ingreso del turismo extranjero en España, levantó las restricciones de movilidad a finales de verano y, dos meses después, tuvo que dar marcha atrás para contener el avance de ómicron. A partir de diciembre los viajeros británicos que volvían de España tenían que realizarse una PCR aunque estuvieran vacunados y aislarse hasta el resultado. Esta condición ha sido revocada al principio de este mes.

Mantenerse operativos y sobrevivir se erigen como los principales objetivos de buena parte de las empresas turísticas españolas, tras caer sus ingresos más de un 43% en 2021. Unas pérdidas que se acumulan al desplome del 70% del que sufrieron el año anterior y que mantienen al sector aún en situación de vulnerabilidad. Frente a las dificultades operativas exigidas por la pandemia, los negocios turísticos que se han mostrado más resilientes han sido los hoteles vacacionales de lugares de mayor demanda interna (-37,5% en comparación con 2019) —por ejemplo, la costa asturiana, gallega y andaluza— y las compañías de alquiler de coches (-33,1%) por el crecimiento de los precios ante la escasez de vehículos. En cambio, entre los subsectores que más pelean por levantar la cabeza de la crisis se sitúan los hoteles urbanos (-42,8%), las actividades de ocio en grandes ciudades (-61,4%) —museos y monumentos— y las agencias de viaje enfocadas a canales offline y en viajes a destinos internacionales (-56,6%).

A lo largo de 2021, el empleo ha mostrado un mejor comportamiento que la actividad turística (-23,8% frente a -42,8%). Los portavoces de Exceltur consideran que esta diferencia refleja la apuesta de los empresarios por tratar de acelerar la recuperación de la normalidad, una realidad que ha sido posible también por el apoyo de los ERTE que han contribuido en el mantenimiento del personal.

La recuperación se consolidará este año

Las perspectivas para el 2022 son más prometedoras, a pesar de la incertidumbre vinculada a la evolución de la variante ómicron en el comienzo de año. Según las encuestas realizadas por la asociación, los empresarios confían en que saldrán del bache actual en el segundo semestre, aunque ya en marzo se empezará a ver la luz al final del túnel. Las previsiones vaticinan que el PIB turístico español alcanzará los 135.000 millones de euros, lo que supone recuperar el 87,5% de la actividad prepandemia. De cumplirse este escenario, el sector turístico representaría un 10,5% de la economía española, frente al 7,4% estimado por Exceltur para 2021 y al 5,5% de 2020 calculado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), cuando la industria se hundió por completo. La restauración de las ventas prevista para este año se trasladará a todos los subsectores de la cadena turística, aunque las compañías de transporte y las agencias de viaje tardarán más en recuperarse de su convalecencia.

Para garantizar la supervivencia del mayor número de empresas, la alianza turística solicita una mayor atención en la distribución de los fondos Next Generation EU, puesto que las primeras convocatorias “han generado una honda preocupación en el seno del empresariado turístico español”. Zoreda sugiere recortar los beneficios a los municipios con muy baja capacidad de generar impactos sobre el conjunto del sector turístico para centrarse en las localidades más relevantes. “No queremos penalizar a nadie, pero hay que priorizar especialmente los proyectos de verdadera capacidad transformadora, sobre todo en los destinos de sol y playa”, ha añadido.

El sector pide también el mantenimiento del esquema actual de los ERTE —que caduca en marzo—, hasta finales de 2022, y la aprobación de un nuevo plan de ayudas directas a pymes turísticas para preservar su solvencia financiera. Desde Exceltur, defienden una vez más el impulso de un PERTE de 15.000 millones de euros para resolver las asignaturas pendientes y fortalecer la competencia de las localidades pioneras del litoral, que tienen desde décadas necesidades de transformación estructural.


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