El enigma bursátil que rodea a la nueva empresa de medios de Donald Trump
La SPAC con la que se ha asociado se disparó en Bolsa tras el anuncio de fusión. Los analistas han dado la voz de alerta por las dudas en torno al negocio
De la larga lista de meme stocks que ha dejado este año, el de Digital World Acquisition Corp podría llevarse la palma, dicen los analistas. La campanada bursátil que dio esta SPAC (compañía instrumental de adquisición de propósito especial) tras llegar a un acuerdo con la nueva empresa de medios del expresidente Donald Trump constará en los anales como máximo exponente de un ejercicio en el que las “acciones de memes” —acción que gana popularidad entre los inversores minoristas a través de plataformas de las redes sociales— se han puesto de moda. Antes que Digital World dieron el pelotazo en Wall Street la cadena de cines AMC o la tienda de videojuegos GameStop, pero la asociación de Digital World con Trump promete deparar más sorpresas: la mezcla de finanzas, ideología, rentabilidad e intereses espurios —los de quienes invierten en la plataforma mediática del probable candidato a la reelección en 2024— es tan explosiva que se halla bajo los focos de la sospecha.
Trump sigue generando ruido, mucho ruido. La realidad alternativa que acuñó durante su turbulento mandato se concreta ahora en Trump Media & Technology Group (TMTG), que le servirá de altavoz después de haber sido silenciado en Google, Facebook y Twitter por alentar el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. El nuevo negocio, o púlpito, del magnate, es el ojo de un huracán político y bursátil por sus características, la identidad de los inversores y, sobre todo, por la investigación abierta por los reguladores de Wall Street a Digital World, una SPAC o empresa “cheque en blanco”, como se denominan en EE UU, que se dedica a la venta de acciones al público y ya está operativa en el Nasdaq, y con la que Trump se ha asociado para salir a Bolsa. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC, en sus siglas en inglés, agencia reguladora federal) investiga los detalles de la negociación entre la SPAC y TMTG.
La cotización de Digital World se disparó un 1.657% tras el anuncio de fusión hasta batir récords que nadie, ni siquiera los analistas, consigue explicarse. Pese a las señales de alerta, el ruido entre los inversores ha logrado una valoración implícita de 10.000 millones de dólares para la compañía, según Renaissance Capital. Además, ha recaudado mil millones de dólares para Trump Media, nadie sabe de quién ni de dónde.
Demasiada polvareda incluso para el polemista Trump. En una huida hacia delante que es marca de la casa, TMTG anunció la semana pasada un acuerdo con la canadiense Rumble para que esta proporcione servicios de vídeo y streaming a TRUTH Social (VERDAD Social), la nueva red social de Trump y principal producto de TMTG. “Como parte de nuestra misión [sic], Trump Media continúa alineándose con proveedores de servicios que no discriminan por la ideología política”, explicó mediante un comunicado el republicano, presidente de la firma. “América está lista para TRUTH Social y para acabar con la cultura de la cancelación”, apostilló. “Rumble fue diseñada para ser inmune a la cultura de la cancelación”, explicó la firma canadiense, que propone “un internet libre, abierto y neutral” mientras se alinea con conspicuos ultras como Dan Bongino, un antiguo miembro de los servicios secretos reconvertido en tribuno de la cadena conservadora FOX.
Matthew Tuttle, de la firma Tuttle Capital Management, subraya la turbiedad que rodea el acuerdo de Trump Media y la SPAC. “Ha sido un viaje salvaje desde el anuncio, pasando de 10 dólares por acción a 175, [incluso] ahora asciende a unos 50. Es una locura que una SPAC, que tiene un techo de 10 dólares por acción, se cotice tan alto, especialmente cuando la fusión subyacente es tan turbia. Pero el hecho de estar vinculada a Donald Trump hace que este sea el meme más memorable de todos los meme stocks, por lo que todo es posible”, explica Tuttle por correo electrónico, recordando los precedentes de AMC y GameStop a comienzos de año, y que el caso de Digital World multiplicaría por un millón, subraya.
“Hay que considerar todo esto como un envite [del juego], porque es lo que es”, explicaron a la cadena de televisión CNN fuentes de Renaissance Capital, que no ha respondido a la solicitud de comentarios de este periódico. “Parece que gran parte de la valoración [de Digital World] se basa en la exageración y la popularidad personal de Donald Trump. Esa no es una justificación sólida para la inversión”, añaden.
Una de las características del acuerdo Trump-SPAC es la escasa información publicada sobre las bases del negocio. Y las que se han hecho públicas plantean más preguntas que respuestas. También la elección como consejero delegado del excongresista republicano Devin Nunes, que carece de experiencia empresarial en el sector de la tecnología y los medios más allá de la gestión de su granja en California. Nunes es un fiel acólito de Trump y se opuso a certificar la victoria electoral de Joe Biden.
Porque las dudas razonables rebasan el escenario financiero para alcanzar la política: en concreto, el potencial uso de TMTG en una hipotética campaña para la reelección. “Trump Media no es un vehículo de campaña. De hecho, como empresa con ánimo de lucro constituida en Delaware, está obligada a servir a los accionistas”, recuerda John Foley, del servicio Breaking views de Reuters, en su análisis. “Canalizar las inversiones en una empresa cotizada y que puede facilitar y participar en el debate político, y en la que Trump actúa como presidente y director de la empresa, podría suponer un salto adelante”.
Las previsiones de negocio de TMTG no son en absoluto modestas, pese a todas las dudas planteadas. Espera alcanzar una audiencia de 81 millones de usuarios en 2026 y unos ingresos promedio de 13,50 dólares por cliente. TMTG+, la plataforma de streaming, prevé tener 40 millones de usuarios en 2025, con una cuota mensual de nueve dólares, similar a la de populares plataformas como Netflix. “TMTG aspira a crear una potencia mediática que rivalice con el consorcio de medios liberales y luche contra las empresas Big Tech de Silicon Valley, que han utilizado su poder unilateral para silenciar las voces contrarias en Estados Unidos”, dijo TMTG en su presentación. Finanzas, ideología, negocio o política, ¿qué hay en realidad en juego? De momento, a juzgar por la maraña de informaciones al respecto, no parece haber solución al enigma.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS América y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la región