Shell anuncia que trasladará sus cuarteles generales al Reino Unido

La multinacional petrolera pedirá a los accionistas su voto para cambiar su sede fiscal desde Países Bajos

Estación de Shell en Hamburgo (Alemania).ERIC SHAMBROOM (Europa Press)

La multinacional Shell ha anunciado este lunes su intención de trasladar a Reino Unido sus cuarteles generales y, con ellos, la sede fiscal, ubicados ahora en Países Bajos. En otras palabras, quiere ser británica desde el punto de vista administrativo. La petrolera se propone acabar con su actual estructura dual entre ambos países, para “ser más rápidos y flexibles”, según ha explicado en un comunicado. La operación, que deberá ser aprobada por los accionistas el próximo 10 de diciembre, llega en un momento de presión fiscal y después de que ...

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La multinacional Shell ha anunciado este lunes su intención de trasladar a Reino Unido sus cuarteles generales y, con ellos, la sede fiscal, ubicados ahora en Países Bajos. En otras palabras, quiere ser británica desde el punto de vista administrativo. La petrolera se propone acabar con su actual estructura dual entre ambos países, para “ser más rápidos y flexibles”, según ha explicado en un comunicado. La operación, que deberá ser aprobada por los accionistas el próximo 10 de diciembre, llega en un momento de presión fiscal y después de que la justicia holandesa le haya impuesto la reducción de sus emisiones de CO2 en una sentencia pionera. La reconversión del gas y el petróleo a la energía renovable costará puestos de trabajo, y el Gobierno holandés en funciones se ha mostrado ya “desagradablemente sorprendido” ante la marcha. Por el contrario, Kwasi Kwarteng, ministro de Comercio británico, ha calificado en su cuenta de Twitter esos planes como un “voto de confianza en el Reino Unido”. La compañía, que ahora se llama Royal Dutch Shell, pasará a ser simplemente Shell.

El plan ha sido anunciado poco después de que Ben van Beurden, director ejecutivo de Shell, mencionara un posible traslado debido, en parte, a la carga impositiva soportada por la casa. En Países Bajos, la multinacional debe abonar el impuesto sobre los dividendos. No así en Reino Unido. Este octubre, el Gobierno holandés decidió mantener este tipo de tasa, cuyo importe revertirá en la comunidad empresarial: son unos 1.900 millones de euros anuales, según cálculos oficiales. El Gabinete reconsideró en 2018 la posibilidad de abolirla pero no hubo suficiente apoyo político. En noviembre de 2020, Unilever, la multinacional de la alimentación, decidió no trasladar su sede central a Róterdam en gran medida por ese mismo impuesto, y se registró como una empresa británica con sede en Londres. Como en el caso de Shell, estaba dividida entre Países Bajos y Reino Unido. Mark Rutte, primer ministro en funciones, sostiene que suprimir esta tasa para los inversores extranjeros es una buena idea, pero el Congreso no le secundó.

La nota publicada por Shell señala que la firma seguirá presente en Países Bajos, aunque tanto el presidente de la junta directiva como el director financiero marcharán a Londres, “junto con cerca de una decena de ejecutivos”. El pasado mayo, la justicia de Países Bajos ordenó a la petrolera la reducción, para 2030, del 45% de sus emisiones de CO2 comparadas con 2019. Fue un fallo pionero que supuso una victoria del movimiento ecologista de la mano de Milieudefensie, la rama holandesa de Amigos de la Tierra. La multinacional apeló y subraya ahora que la marcha no repercutirá en el procedimiento legal del caso, que sigue su curso. La organización ecologista, por su parte, ha subrayado que la firma no puede eludir su responsabilidad, porque ello “equivaldría a una escapada”, según sus portavoces. Shell ha asegurado que seguirá activa tanto en Ámsterdam como en La Haya para desarrollar energías renovables.

La salida de Shell de Países Bajos puede suponerle una multa, una posibilidad que la dirección ha tenido en cuenta. Stef Blok, ministro holandés de Asuntos Económicos, fue informado este domingo de la situación, y ha admitido que está analizando sus consecuencias “para el empleo, las inversiones y la sostenibilidad, con la cúpula de Shell”. Por su parte, la Asociación de Empresarios (VNO NCW, en sus siglas en neerlandés) ha mostrado su decepción. “Se trata de una gran pérdida para Países Bajos”, indica la nota que ha emitido, “y empeorará el clima empresarial holandés”. Para que el traslado pueda hacerse efectivo, se necesita el visto bueno de al menos el 75% de los accionistas.

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