Bruselas multa con 875 millones a BMW y Volkswagen por confabularse para frenar su tecnología anticontaminación

La Comisión también culpa a Daimler, pero le aplica la inmunidad por confesar las irregularidades que infringían las normas antimonopolio de la UE

La vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, este jueves en una rueda de prensa en Bruselas.STEPHANIE LECOCQ (EFE)

Bruselas ha impuesto una multa de 875 millones de euros a los fabricantes de automóviles Daimler, BMW y Volkswagen por haberse confabulado para no desplegar toda la tecnología a su alcance para reducir las emisiones de gases contaminantes. Por primera vez, Bruselas desmantela y sanciona un cartel basándose en las conversac...

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Bruselas ha impuesto una multa de 875 millones de euros a los fabricantes de automóviles Daimler, BMW y Volkswagen por haberse confabulado para no desplegar toda la tecnología a su alcance para reducir las emisiones de gases contaminantes. Por primera vez, Bruselas desmantela y sanciona un cartel basándose en las conversaciones técnicas mantenidas por las compañías durante años, en lugar de las habituales violaciones de competencia de fijación de precios, reparto de mercado o asignación de mercado. “Si en el futuro averiguamos que esas compañías restringen el mercado de esa forma, no dudaremos a actuar con firmeza”, ha sostenido la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea, Margrethe Vestager.

Durante cinco años, los altos ejecutivos de Daimler, BMW y de tres marcas del Grupo Volkswagen —la propia Volkswagen, Audi y Porsche— estuvieron hablando sobre cómo cooperar en el desarrollo de una tecnología que elimina las emisiones nocivas de dióxido de nitrógeno de los turismos. Sin embargo, no lo hicieron para mejorar los estándares. Al contrario. “Los cinco fabricantes de automóviles poseían la tecnología para reducir las emisiones nocivas más allá de lo que exige legalmente las normas de emisiones de la UE, pero evitaron competir en el uso de todo el potencial para hacerlo mejor de lo que marcan las normas”, ha denunciado Vestager.

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Entre 2009 y 2014, esas compañías llegaron a un acuerdo sobre los tamaños y rangos de los depósitos AdBlue —la tecnología que permite reducir las emisiones— e intercambiaron información comercial sensible sobre estos elementos. La Comisión Europea considera que esas prácticas eliminaron toda incertidumbre sobre la conducta que tendrían en el futuro. “Esto significa que restringieron la competencia en las características relevantes del producto para los clientes”, concluye en una nota la Comisión Europea. “Los fabricantes sabían que inyectar más AdBlue podría llevar a una limpieza más eficaz del óxido de nitrógeno para muchos modelos de automóviles”, ha lamentado Vestager. Sin embargo, decidieron que debían plantarse donde estaban.

La investigación ha sido posible gracias a un programa de clemencia que funciona en la UE desde hace 2006, que consiste en dar total inmunidad a la empresa que confiesa y rebaja la sanción a la siguiente que aporte información a las autoridades de Competencia. Daimler, el denunciante, recibió inmunidad total, librándose de una multa que hubiera alcanzado los 727 millones de euros. El grupo Volkswagen se benefició de una reducción al haber cooperado con la Comisión y debe abonar 502,3 millones de euros. BMW, por su parte, pagará 372,8 millones de euros después de llegar a un acuerdo con la Comisión tras la retirada de la mayor parte de las acusaciones. Subraya en un comunicado que “no hay sospechas de utilización de dispositivos ilegales de manipulación” por su parte y que siguió desde el principio su propia estrategia para el tratamiento de los gases de escape y asegura que “las conversaciones mantenidas con otros fabricantes nunca influyeron en la estrategia de producto de la compañía y, por tanto, no supusieron perjuicio alguno para los clientes”.

Las sanciones ha sido un 20% inferiores, además, por haber sido la primera decisión sobre la prohibición de cárteles basada en motivos técnicos.

La decisión llega, además, solo una semana antes de que Bruselas vaya a lanzar el paquete legislativo para reducir las emisiones de dióxido de carbono en un 55% hasta el 2030. Bruselas cree que este caso demuestra cómo el área de Competencia también puede contribuir al Pacto Verde. La Comisión, en cambio, dijo no haber encontrado dispositivos para encubrir emisiones contaminantes en los vehículos. El caso arrancó en 2019, cuando Bruselas empezó a investigar a las compañías por su cooperación en los sistemas técnicos para reducir las emisiones y sobre filtros de partículas nocivas. En este último caso, Bruselas cerró el caso al considerar que las pruebas que tenía eran insuficientes.

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