Dubravka Šuica: “Nunca ha sido tan urgente reconciliar a los ciudadanos con el proyecto europeo”
La vicepresidenta de la Comisión Europea advierte sobre el auge del populismo tras la crisis de la pandemia
Bruselas es consciente de la erosión que ejercen sobre el espíritu europeísta los partidos autoritarios, especialmente tras el paso de la pandemia, que ha agudizado las carencias económicas de millones de ciudadanos. Son conocidos los rifirrafes entre la mayor parte de los Estados miembros de la UE y Polonia y Hungría por sus reformas para limitar las libertades en sus fronteras, una pretensión que la Comisión ha intentado frenar a través de la negociación de los fondos europeos, condicionados ahora...
Bruselas es consciente de la erosión que ejercen sobre el espíritu europeísta los partidos autoritarios, especialmente tras el paso de la pandemia, que ha agudizado las carencias económicas de millones de ciudadanos. Son conocidos los rifirrafes entre la mayor parte de los Estados miembros de la UE y Polonia y Hungría por sus reformas para limitar las libertades en sus fronteras, una pretensión que la Comisión ha intentado frenar a través de la negociación de los fondos europeos, condicionados ahora a que los miembros aseguren la independencia judicial. Además de la batalla contra los populismos, Bruselas reconoce que la crisis económica derivada de la covid-19 ha provocado que ciertos europeos miren escépticos a los poderes multilaterales. “Los desafíos vienen desde muchos lados y nunca ha sido tan urgente reconciliar a los ciudadanos con el proyecto europeo. La democracia no puede darse por sentada”, ha resumido este jueves Dubravka Šuica, vicepresidenta de la Comisión Europea, durante su intervención en el Foro Tendencias 2022, organizado por EL PAÍS.
“La pandemia ha tenido un impacto sin precedentes, con una gran carga para la sociedad”, ha ahondado Šuica, quien ha advertido de que la crisis será aprovechada por los populistas: “Sabemos que muchos ciudadanos se sienten abandonados, pero ese vacío no puede llenarse con discursos vacíos”.
Para contrarrestar estas ingerencias, la vicepresidenta de la Comisión apuesta por el diálogo entre Europa y sus ciudadanos y demostrarles que los organismos europeos escuchan a la población, y se ha referido a la Conferencia sobre el futuro de Europa, en marcha desde marzo y que conectará a los ciudadanos de los Veintisiete entre ellos y con los mandatarios. “Es el proyecto más democrático que hemos desarrollado nunca”, ha asegurado Šuica, que ha añadido: “Solo podemos tener éxito si todos nos hacemos responsables y los ciudadanos interactúan con políticos, incluso con aquellos que se sienten ajenos al proyecto europeo”.
América Latina, una oportunidad para Europa
Otra de las claves geográficas para la UE se encuentra en América Latina, donde la Comisión debe lidiar con las ambiciones expansionistas de Rusia y China, además del nuevo papel más asertivo de EE UU. A Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo, quien también ha participado en el Foro Tendencias 2022 de EL PAÍS, este panorama no le preocupa, y cree que el Viejo Continente no verá mermada su posición en la región. “Tenemos contactos, lazos históricos y culturales con América Latina y eso va a seguir siempre”.
En todo caso, un espaldarazo siempre viene bien y pocos mejores para ello que el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, que salió adelante en 2019 tras más de 20 años de negociaciones y que ahora encuentra trabas para lograr su ratificación por los Estados, en especial por las reticencias francesa, austríaca e irlandesa. “Es una oportunidad única para la Unión, porque tenemos la oportunidad de ser los primeros en este mercado, que tradicionalmente es muy proteccionista”, explica Charanzová. “Algunos Estados miembros piensan que los acuerdos comerciales no son solamente un tema de aranceles, sino que tienen un ámbito más amplio: tenemos que tocar todos los temas del medio ambiente, derechos humanos y temas sociales”.
En este sentido, algunas políticas del Gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil (con diferencia, la mayor economía de Mercosur), en especial la de su tratamiento de la selva amazónica, han reforzado la posición de los Estados más reticentes, deseosos de proteger industrias como la cárnica. “Estoy de acuerdo con esta visión amplia de los acuerdos comerciales”, ha defendido Charanzová. “Pero hay que tener también algunos límites de a dónde podemos llegar. No podemos resolver todos los temas antes de la aprobación del acuerdo. Pero nos permitirá tener un diálogo estructural, un espacio, con estos países donde podremos tocar todos estos temas”. Y pone como ejemplo el caso del acuerdo con Cuba, en el que existe un mecanismo para suspender el acuerdo si no se cumplen ciertos parámetros en derechos humanos, “que yo creo que no se cumplen”.
“Los médicos e incluso los agricultores del futuro utilizarán la tecnología”
Uno de los aspectos que más ha cambiado por la pandemia es el educativo. Como ha explicado Hadi Partovi, fundador y consejero delegado (CEO) de la organización Code.org: “En el mundo de la educación hay al menos tres cosas que han sucedido por la pandemia y que van a formar parte de la nueva normalidad. La primera es que países como Colombia, El Salvador o Perú han invertido en ordenadores e internet para niños. Lo segundo es que, en muchos países (en Estados Unidos, desde luego) los docentes se han hecho más tecnológicos: todos han aprendido a usar videoconferencias, encuestas por la red y otras herramientas para mantenerse en contacto con sus estudiantes. En cuanto regresen a las aulas presenciales, esos maestros habrán perdido parte de su miedo a la tecnología, y estarán más dispuestos a aprender y a enseñar. Y, tercero, muchos trabajos han ido adoptando un enfoque que da prioridad a lo remoto. Si uno aprende las habilidades informáticas, ya no necesita mudarse a Silicon Valley o a una gran ciudad para trabajar, en una tecnológica o en ningún sitio: los trabajos vendrán a ti. Y eso hace que la educación sea importante en todas partes: en las ciudades y en los pueblos”.
La insistencia en las habilidades informáticas no es un capricho, ha apuntado Partovi. “Vamos a necesitar médicos, profesores, agricultores y los vamos a necesitar siempre. Precisamente por eso necesitamos desarrollar talentos digitales: porque los profesores, los médicos e incluso los agricultores del futuro utilizarán la tecnología de una manera que nunca se había hecho antes”. Y ha puesto varios ejemplos. “Es evidente que el futuro de la medicina es tecnológico. Si se han podido desarrollar las vacunas tan rápido es porque se ha combinado la informática con la ingeniería genética y modelaje biológico. Los agricultores del futuro utilizarán tractores autónomos y drones que necesitarán ser programados”.
El utilizar esa tecnología, ha añadido Partovi, no puede ser solo para unos pocos que sepan de informática. “Todos los trabajos serán cada vez más digitales, por lo que aprender de esa tecnología, no solo cómo utilizarla, sino también cómo crearla, es una habilidad que va a ser fundamental, no solo para las carreras técnicas, sino para todas las carreras en todas las economías. Esa es la dirección que están tomando las cosas, tanto en educación primaria como en secundaria: y hay que actuar y reaccionar”.
Y esa reacción ha de ser inclusiva, porque las mujeres se han llevado la peor parte de la pandemia, como suele ocurrir en todas las crisis. Como ha explicado Cheryl Sandberg, directora de operaciones de Facebook y embajadora de Code.org: “Las mujeres tienen un 69% más de posibilidades de ser analfabetas que los hombres, porque cuando se tiene que escoger a quién mandar a la escuela, se prefiere mandar a los niños, no a las niñas, por un montón de razones que deben cambiarse en nuestras sociedades”.
“¿Qué debemos hacer? Asegurarnos de que las niñas reciben una educación. Asegurarnos de que el acceso a internet, incluido el móvil, es igual para todos, indistintamente de su género”. Preguntada acerca de si le preocupa el potencial impacto de la pandemia a largo plazo en la educación de las niñas, Sandberg fue tajante: “Sí. Esta es sin duda una crisis sanitaria y una crisis económica, pero también es una crisis de género. Y se ve en todo el mundo, empezando por el desarrollado”.
“En Estados Unidos, las mujeres acabamos de bajar a los niveles de participación laboral de 1988″, ha abundado Sandberg. “Hemos deshecho décadas de progreso. Más de cinco millones y medio de mujeres han perdido sus trabajos y dos millones y medio de mujeres han salido de la fuerza laboral. Porque si las mujeres ya tenían una tarea doble antes de la pandemia, trabajando en oficinas y luego teniendo que hacerse cargo de las tareas del hogar y de cuidados, eso se ha multiplicado durante la pandemia”.
La ejecutiva de Facebook ha ahondado en cómo la pandemia ha incrementado la doble tarea de las mujeres. “Los niños no estaban en la escuela y había que cuidar a los padres ancianos también. Y la gran mayoría de todo esto recayó y sigue recayendo en las mujeres”. En los países en vías de desarrollo, esto no mejora. “Al 72% de las mujeres africanas le ha preocupado no tener suficientes alimentos para comer durante los últimos 20 días”, explica Sandberg. “Miremos las tasas de pérdida de empleo y las tasas de hambre, las tasas de violencia doméstica, de violencia contra las mujeres, de violación. Todas las cosas que queremos ver mejorar, como la educación, están empeorando, y todas las que queremos ver caer, como la violencia contra las mujeres, están subiendo. Estamos en una crisis de género, una crisis absoluta, y no solo no ha terminado, sino que tampoco está en visos de acabar”.