El ‘cheque bebé’ de Ayuso frente al de Zapatero
El único requisito para percibir la ayuda que puso en marcha el Gobierno socialista en 2007 era ser madre española o extranjera que hubiera estado viviendo en el país de forma continuada durante al menos dos años, frente a los 10 que establece la presidenta madrileña
La idea de Isabel Díaz-Ayuso de establecer un cheque bebé no es nueva. En España ya existen varias iniciativas para fomentar la natalidad, muchas comunidades ofrecen incentivos fiscales, cheques guarderías y deducciones fiscales para familias numerosas. Pero antes de la transferencia directa que ha prometido Ayuso hubo un importante precedente del cheque bebé. A finales de 2007, el Ejecutivo socialista de ...
La idea de Isabel Díaz-Ayuso de establecer un cheque bebé no es nueva. En España ya existen varias iniciativas para fomentar la natalidad, muchas comunidades ofrecen incentivos fiscales, cheques guarderías y deducciones fiscales para familias numerosas. Pero antes de la transferencia directa que ha prometido Ayuso hubo un importante precedente del cheque bebé. A finales de 2007, el Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero aprobó una prestación por maternidad de 2.500 euros para todas aquellas familias que hubieran tenido un hijo o adoptado a un niño a partir del 1 de julio de aquel mismo año. La ayuda duró solo tres años. En mayo de 2010, durante la histórica comparecencia del presidente socialista para anunciar la primera tanda de recortes de aquella crisis financiera, Zapatero anunció que eliminaría la ayuda a partir del 1 de enero de 2011.
A diferencia de la propuesta de Ayuso, que exige 10 años de residencia en la Comunidad de Madrid para acceder a la prestación, el único requisito para percibir el cheque bebé de Zapatero era ser madre española o extranjera que hubiera estado viviendo en España de forma continuada durante al menos dos años. Inicialmente este requisito provocó cierta polémica porque perjudicaba a los matrimonios mixtos en los que la madre no llevara el tiempo suficiente. Así que el Ejecutivo socialista cambió la norma para ampliar las ayudas a las madres de origen extranjero que llevaran menos de dos años en España. Al final la ayuda se convirtió en universal para todas las madres residentes en nuestro país.
La medida de Ayuso ha recibido críticas porque resulta muy restrictiva. La ayuda anunciada este jueves por la presidenta de la Comunidad de Madrid consiste en una transferencia directa a la madre de 14.500 euros por cada nuevo hijo a partir de 2022. Las madres recibirán 500 euros mensuales desde el quinto mes de embarazo hasta que el niño tenga dos años con el objetivo de fomentar la natalidad. Pero solo podrán recibir esta generosa ayuda las mujeres menores de 30 años, con al menos 10 años empadronadas en la Comunidad de Madrid y que ganen menos de 30.000 euros anuales. El Ejecutivo madrileño calcula que la medida beneficiará a unas 14.000 mujeres y tendrá un coste de 250 millones de euros al año. Las estadísticas regionales muestran que el 75% de las mujeres que fueron madre en 2019 se hubieran quedado fuera de las ayudas porque o bien tenían más de 30 años o no podían demostrar haber residido más de 10 años en la Comunidad de Madrid o ingresaron más de 30.000 euros.
Críticas por no distinguir entre rentas
El cheque bebé de Zapatero también recibió afiladas críticas. Es cierto que era menos generoso, pero también mucho menos restrictivo. La medida, de 2.500 euros por cada nacimiento, fue anunciada por el expresidente socialista a pocos meses de la convocatoria electoral de 2008. Y fue calificada de electoralista por los grupos de la oposición. Otros partidos cargaron contra la iniciativa porque no distinguía a los beneficiarios por grupos de renta. Es decir, percibía la misma cantidad una madre con una renta alta que otra con problemas para llegar a final de mes. El único elemento diferenciador es que la prestación podría aumentar en 1.000 euros para madres solteras, familias numerosas o hijos dependientes.
La prestación aprobada en 2007 por el Ejecutivo de Zapatero, además de universal, permitía sumar otras ayudas, que concedían otras administraciones públicas, como las que concedían las comunidades autónomas para el fomento de la natalidad o de ayuda a la madre trabajadora.
El chequé bebé de Zapatero se aplicó en paralelo a la deducción por maternidad regulada en el IRPF, “si bien ambas prestaciones responden a finalidades distintas”, explicaba la Ley 35/2007, que regulaba la nueva ayuda. “Mientras la última (la deducción por maternidad) busca fomentar la incorporación de la mujer al mercado laboral, la primera trata de compensar los gastos ocasionados por la incorporación de un nuevo hijo a la unidad familiar”.
Más de 3.900 millones
Nunca se publicaron cifras concretas del impacto de la medida. Pero una respuesta parlamentaria del Gobierno de Zapatero a una pregunta de una diputada del PP elevó hasta 3.900 millones de euros el impacto presupuestario de la medida, que benefició a algo más de 1,5 millones de familias. En el medio año en que se aplicó la medida en 2007, el importe de las ayudas ascendió a 398 millones de euros, que beneficiaron a 159.537 madres. En 2008 recibieron la ayuda casi 494.000 familias con un coste para las arcas públicas de 1.233 millones de euros. Al año siguiente, el coste para el erario público fue de 1.133 millones para beneficiar a 454.400 madres. El último año de aplicación, en 2010, el cheque bebé llegó a 463.219 mujeres con un impacto presupuestario de 1.155 millones de euros.
Libertad González, economista de la Pompeu Fabra, realizó un interesante trabajo sobre el cheque bebé, que publicó en la revista American Economic Journal: Economic Policy. Entre las conclusiones del estudio, González destaca que unas 2.000 mujeres adelantaron su parto para cobrar el cheque bebé de Zapatero antes del fin de la ayuda en 2011. Esta economista tomó los registros de nacimientos desde el año 2000 y halló una anomalía estadística. Habitualmente los nacimientos se reparten a partes iguales las semanas previas a un nuevo año y las semanas posteriores. Pero en el cambio de 2010 a 2011, el 56% de los niños nacieron en la última semana el año.
Esta es solo una de las conclusiones del estudio que preparó González, que también hacía hincapié en el uso que las familias dieron a ese dinero que recibieron. La investigadora defiende que las familias que percibieron la prestación no destinaron el ingreso extra a comprar nuevos productos sino a ganar tiempo. Las madres que percibieron la ayuda se quedaron más tiempo en casa cuidando de sus hijos. “¿Se trata de un efecto positivo, socialmente hablando?”, se preguntaba González en un artículo publicado en Politikon. “Depende. Es posible que los niños se beneficien de pasar algo más de tiempo con la madre durante sus primeros meses de vida, por ejemplo, si esto les permite prolongar la lactancia materna. Por otro lado, no está claro si a la madre le beneficia laboralmente (a largo plazo) prolongar la interrupción de su actividad laboral tras la maternidad”.
Pero la experiencia de Zapatero no es la única prestación por nacimiento por hijos que ha estado vigente en nuestro país. Esperanza Aguirre, que ocupó la presidencia de Madrid varios años antes que Ayuso, también prometió una ayuda de este tipo en 2009. José Antonio Monago (PP), cuando fue presidente de Extremadura, en 2014, y entonces tenía de asesor a Iván Redondo, también propuso una ayuda similar para las madres de zonas rurales. En Galicia, Alberto Núñez Feijóo también promovió prestaciones parecidas. Otros políticos como Albert Rivera, cuando lideraba Ciudadanos, entre otros, u organizaciones como la patronal CEOE también han defendido ayudas públicas de esta naturaleza.