Escrivá se enroca en su posición sobre los ERTE: “El fin no es el acuerdo”
El ministro de Seguridad Social advierte que no modificará su postura a pesar del rechazo de los agentes sociales, y asegura que pactará en breve la primera parte de la reforma de las pensiones: “solo falta matizar algunos detalles”
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha asegurado este miércoles que no modificará su postura con respecto a la reformulación de los ERTE y que ha paralizado su prórroga, ya que “para el Gobierno, el fin no es el acuerdo, sino velar por el interés común”. En la víspera de ...
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha asegurado este miércoles que no modificará su postura con respecto a la reformulación de los ERTE y que ha paralizado su prórroga, ya que “para el Gobierno, el fin no es el acuerdo, sino velar por el interés común”. En la víspera de la celebración del Consejo de Ministros extraordinario en el que se prevé aprobar la prolongación de este mecanismo de protección laboral hasta el 30 de septiembre, Escrivá, en una entrevista en Onda Cero, ha vuelto a defender los incentivos que plantea en forma de mejora de las exoneraciones para todos aquellos trabajadores que salgan del ERTE, señalando que la situación actual “no es la misma que la de los últimos meses”.
“El fin tiene que ser diseñar políticas para el interés general. Si es con consenso e integrando opiniones como las de la patronal, mucho mejor. Intentaré seguir convenciendo al otro lado de que es por interés de todos”, ha apuntado el ministro, que ha vuelto a dejar clara su postura de que, ante la mejoría de la situación sanitaria y la recuperación de la actividad, las empresas no pueden “enquistarse” en mantener a sus trabajadores en ERTE. Sin embargo, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, ha criticado duramente la posición de Escrivá durante una entrevista en RNE. “La fórmula que propone el ministro es más cara que la que estamos pidiendo, ya que lo está planteando es dar dinero a los que van a empezar a trabajar, y la gente cuando trabaja es porque tiene demanda. Un bar, restaurante y hotel abre sus puertas porque va a tener gente, no porque el ministro le vaya a dar 100 euros”, ha advertido.
La nueva propuesta del ministro, que consiste en incentivar la salida de trabajadores de este esquema de protección laboral por medio de exoneraciones en las cuotas de la seguridad social de los reincorporados le ha enfrentado con patronal y sindicatos, que entienden que será el aumento de actividad el que favorezca la salida de empleados del esquema y prefieren mantener las exoneraciones para los empleados que sigan en ERTE. “Este verano no va a hacer una fiesta con fuegos. [Muchos negocios] Están cerrados a cal y canto, y esta gente necesita una ayuda hasta que llegue el momento de que esa economía esté abierta”, ha explicado Garamendi.
Escrivá se enroca en su postura de cambiar el equilibrio de los estímulos, pese a que incluso la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha mostrado partidaria de mantener el esquema de incentivos actual. “El Ministerio de Trabajo y Economía Social entiende la preocupación que tienen empresarios y sindicatos, y tiene más sensibilidad. Seguridad Social pare que está en un laboratorio”, ha abundado al respecto Garamendi. El desacuerdo ha obligado al Ejecutivo a convocar un consejo de ministros extraordinario para este jueves ante la imposibilidad de aprobar la extensión de los ERTE antes del consejo ordinario del pasado martes.
“Los datos en mayo son claros. Se está saliendo de ERTE más despacio de lo que se está creando empleo. Es un dato que nos convence de que tenemos que seguir impulsando en esta dirección”, ha remarcado Escrivá. “Hay que mantener un equilibrio, un nivel de protección de rentas para sectores que no pueden abrir, pero hay otros que sí pueden y hay que dar incentivos”, ha añadido.
En opinión de Escrivá la caída del estado de alarma, junto con el levantamiento de las restricciones asociadas y la inminente llegada de la temporada de verano ―primordial para la supervivencia del sector turístico― hacen que la fórmula actual de los ERTE tenga que modificarse en forma de reducción de exoneraciones para aquellos trabajadores que se mantengan suspendidos, y se aumente para quienes vuelvan a sus puestos de trabajo. “Vamos hacia una normalización absoluta en otoño. Las reservas hoteleras en verano son muy muy favorables, por lo que se constata que estamos en entorno favorable. Las afiliaciones a la Seguridad Social hoy son superiores a las que había antes de la pandemia”, ha justificado el ministro.
Avance en las pensiones
En cuanto a la primera parte de la reforma de las pensiones, la otra gran negociación que Gobierno y agentes sociales llevan en paralelo durante las últimas semanas, Escrivá ha anunciado que se encuentra en un estado muy avanzado y que es cuestión de que se resuelvan los últimos detalles. “Estamos en un punto de discutir el texto normativo, y se trata de un momento de mucho detalle y eso lleva tiempo”, ha confesado el ministro. También ha adelantado que prevé que pueda estar lista su presentación en el Congreso “antes de verano”.
A pesar de que Escrivá ha señalado que la prórroga de los ERTE y la reforma de las pensiones “no están relacionadas”, el presidente de la patronal ha matizado que por parte de la CEOE “desligamos totalmente una situación de la otra, ya que mezclarlas no tiene sentido”. Aun así, ha rebajado las pretensiones de aprobación reflejadas por el ministro para un futuro cercano. “La cosa es mucho más complicada, y no se puede pedir que se llegue a un acuerdo en media hora. La música va adelante, pero ahora falta la letra”, ha indicado Garamendi.
Uno de los pilares de la reforma de las pensiones tiene que ver con la voluntad del Gobierno de ajustar la edad real de jubilación (64,6 años actualmente) con la edad legal (entre 65 y 66 años en 2021). Para ello plantea un sistema de “desincentivos” ―no ha querido referirse a ellos como penalizaciones― para aquellas personas que quieran jubilarse anticipadamente. “Si una persona decide jubilarse hasta dos años antes (como sucede en las voluntarias) tiene que entender que eso supone una merma de su pensión. El punto fundamental es que en este momento es un modelo regresivo”, ha señalado Escrivá.
Su plan es el de lograr que aquellos que recibirán la pensión máxima por haber cotizado por la base más alta retrasen ligeramente su jubilación ―ha hablado de que un plazo de dos meses sería suficiente― para que el sistema pueda mantenerse estable.