Trabajos nacidos y crecidos con la pandemia

Responsable de bienestar o de teletrabajo, consultores de covid-19 o expertos en desinfección de mercancías son algunas de las nuevas profesiones que refuerzan la digitalización e invitan a hacer más humanas las políticas de personal

Trabajadores que fabrican mascarillas en una 'start-up' creada durante la pandemia de la covid-19, en Castellón.Carme Ripollés (Europa Press via Getty Images)

Ningún visionario de profesiones podía adelantar que, en cuestión de semanas, los oficios más demandados serían el de medidor de temperatura, fabricante de mascarillas y desinfectantes de manos. Ni que la industria de la moda haría uniformes de sanitarios. Y sin embargo, la pandemia dibujó un panorama de dinámicas nuevas. Nuevas líneas de negocio, digitalización a toda prisa, visibilización de la salud mental, consultas remotas… Soluciones para un mundo que aprieta los dientes para no perder su empleo...

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Ningún visionario de profesiones podía adelantar que, en cuestión de semanas, los oficios más demandados serían el de medidor de temperatura, fabricante de mascarillas y desinfectantes de manos. Ni que la industria de la moda haría uniformes de sanitarios. Y sin embargo, la pandemia dibujó un panorama de dinámicas nuevas. Nuevas líneas de negocio, digitalización a toda prisa, visibilización de la salud mental, consultas remotas… Soluciones para un mundo que aprieta los dientes para no perder su empleo.

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“La pandemia ha demostrado que en un momento cambiante la competencia más demandada es el aprendizaje constante. Un cambio que deben adoptar todas las profesiones”, resume Pilar Llácer, directora del Head of Research del Work of the Future Centre de EAE Business School. Su análisis sobre la reinvención profesional recoge que la crisis de la covid-19 ha impulsado la formación, especialmente de mujeres. Por sectores, los que provenían de la hostelería, el turismo y la restauración son los que más interés han puesto en este giro profesional, según el estudio.

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“Es importante que las personas sepan valerse por sí mismas, tener resiliencia, iniciativa y templanza, y aplicar esto a la relación con el cliente. Les toca poner en práctica la escucha activa y la empatía”, apunta el economista Juan Carlos Cubeiro, consejero del Human Age Institute de ManpowerGroup. Los emprendedores Estetiplan, apoyados por la incubadora Lanzadera del dueño de Mercadona, son un buen ejemplo de esto. Dedicada al sector de la belleza y la salud, se negó a plantear un ERTE (como les recomendaban) cuando los centros de estética, sus principales clientes, tuvieron que echar el cierre.

En lugar de esto, entrenó a formadores y comerciales para trabajar en remoto y, lejos de estrellarse, han duplicado beneficios y abierto líneas de negocio. “Los materiales de los cursos podemos ofrecerlos como producto”, anota el consejero delegado de la compañía, Antonio de la Torre. Además, instauraron la posición de consultor experto en covid-19 para ayudar al sector estético a adaptarse a la nueva normalidad y comunicar mejor. “Las gestorías de nuestros clientes no suelen entender su negocio ni su normativa al detalle. Les traducimos restricciones y les ayudamos a mejorar sus protocolos”.

Tecnología disparada

El nuevo estilo de vida ha potenciado el e-commerce y las entregas, la banca digital, la telemedicina y la formación por internet, y creará oportunidades laborales”, expone José Cantera, socio de Kearney. Llácer, en este punto, hace mención a la demanda de perfiles vinculados al audiovisual en línea. “El consumo de cultura ante el cierre de salas ha hecho que se demande más producción audiovisual, se ha agilizado el ritmo de creación pese a las restricciones”.

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Se ha reconfigurado también el panorama bancario. Como detalla Joan Sierra, secretario general de la Agrupación del Sector Financiero de CC OO, “en estos meses en los que continúa la reestructuración del sector han nacido los centros de gestión remota, oficinas de asesoramiento con agentes comerciales que no sustituyen a las físicas”. Remarca que la industria ha incorporado perfiles en los ámbitos de ciberseguridad, tratamiento de datos y digitalización. “Han entrado perfiles técnicos como estadísticos y matemáticos”.

Fernando Ballester Bru, consultor de negocio digital y ejecutivo de ventas en Yeeply, un buscador de perfiles técnicos, confirma la tendencia. “Recursos humanos se ha especializado en retener perfiles digitales porque los de comercio electrónico, logística, 5G, inteligencia artificial o ciberseguridad son los más preciados”. Ballester avisa de que, “a juzgar por lo que existe ya en EE UU”, podríamos ver pronto puestos nacidos de la pandemia como el responsable de teletrabajo.

La logística ha sido clave en la pandemia. Ha tenido que adaptarse a toda prisa e incluso crear puestos nuevos. Matcha & Co., una start-up especializada en té, ha contratado a dos nuevos perfiles. “Para garantizar la máxima higiene contamos con una persona que desinfecta la mercancía y que trabaja dentro de la empresa de logística”, explica Víctor Abrines, uno de los fundadores. La compañía, que vivió un aumento del 300% de sus ventas el año pasado, abrió además el puesto de experto en importación. “Teníamos fuerte demanda en el peor momento para importar. Necesitábamos a alguien que se ocupase solo del trato con terceros”.

La persona que desinfecta envíos forma parte de nuestro día a día al igual que las que miden la temperatura, o los que fabrican mascarillas, pantallas e hidrogeles. Para muchas empresas esta manufactura es hoy una línea de negocio; por ejemplo para Vac­way, que hacía fundas para sumergir teléfonos en el agua y las dedicó a proteger del contagio los dispositivos de los sanitarios. Otro ejemplo son los laboratorios clínicos especializados en pruebas covid-19. Aunque, según Llácer, “al ser más tareas que profesiones, desaparecerán cuando la situación cambie, esperemos que pronto”, son una prueba de la capacidad de los sectores y empresas para resistir y reinventarse.

También teléfonos como el 010 han tenido que reformularse. Primero, pasarse al trabajo remoto, y además contratar nuevos perfiles para gestionar llamadas delicadas. Es el caso del Ayuntamiento de Alicante, al que da soporte la empresa Verne Group. “Pasamos de 200 llamadas al día a 3.000, con peticiones relacionadas con la covid-19 que tenían mucho más que ver con el desasosiego que con la información”, explica Antonio Soto, director del área tecnológica de la compañía, “tuvimos que reforzar la plantilla, darles formación específica, transmitirles que la máxima es la empatía y el cuidado. También dimos apoyo psicológico a los empleados, lo necesitaban al tener que escuchar tantos casos difíciles cada día”.

Cuidadores de la salud mental

“El desasosiego y la vulnerabilidad han forzado la aparición del responsable de bienestar en muchas compañías”, menciona Pilar Llácer, de EAE. Esta figura puede darse como alianza entre proyectos. Como Gympass y Bodegas González Byass, que han cerrado un acuerdo con la plataforma de psicólogos Ifeel. “En verano las compañías se dieron cuenta de que la pandemia no iba a acabar, que necesitaban herramientas digitales y de cuidados para toda la plantilla”, explica Amir Kaplan, consejero delegado de Ifeel. “Si los empleados sienten que la compañía se preocupa por ellos y su estado emocional está bien, ganan en productividad y compromiso”, añade Martín Villanueva, el director de operaciones. Otro ejemplo de estos proyectos es la Fundación Radika, dedicada a visibilizar el trastorno mental, que ha abierto una línea nueva, Radikalmente, centrada en la divulgación sobre estos temas.

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