España ha presentado su plan de recuperación a Bruselas. ¿Cómo es el examen? ¿Cuándo llegará el dinero?
La Comisión Europea tiene dos meses para evaluar el programa con el que el Gobierno aspira a obtener hasta 140.000 millones
España ha entregado ya a Bruselas su plan nacional de recuperación, con el que aspira a recibir hasta 140.000 millones de euros en préstamos y subvenciones para impulsar y transformar la economía en los próximos cinco años. Tras meses de negociaciones a alto nivel y a escala técnica, la Comisión Europea debe evaluar ahora el trabajo del Gobierno de Pedro Sánche...
España ha entregado ya a Bruselas su plan nacional de recuperación, con el que aspira a recibir hasta 140.000 millones de euros en préstamos y subvenciones para impulsar y transformar la economía en los próximos cinco años. Tras meses de negociaciones a alto nivel y a escala técnica, la Comisión Europea debe evaluar ahora el trabajo del Gobierno de Pedro Sánchez. Algunos países temen que el procedimiento que arranca pueda demorar la llegada de los fondos a las capitales y ahogar la recuperación económica, con el peligro de volver a perder de vista a Estados Unidos y China. Este es el proceso que se pone en marcha.
¿Qué han hecho los países?
Los socios de la UE han empezado a remitir a Bruselas sus planes de recuperación y resiliencia, con los que se embolsarán, en conjunto, 750.000 millones de euros que deberán gastar hasta 2026. A pesar de que inicialmente la fecha de recepción se cerraba el 30 de abril, finalmente la Comisión abrió la mano para los países más rezagados, que podrán remitir sus programas en las próximas dos o tres semanas. Los primeros países en entregar sus documentos han sido Portugal, Grecia, Alemania, Francia y Eslovaquia.
¿Qué hará ahora la Comisión Europea?
Muchos países, entre ellos España, han enviado sus planes tras arduas negociaciones con Bruselas que han durado meses. La Comisión debe empezar ahora a evaluarlos para comprobar, entre otras cosas, si hay un equilibrio entre las inversiones y las reformas estructurales solicitadas a los Estados; los hitos y los objetivos que se han fijado las capitales; los costes de las actuaciones que se financiarán; que las reformas se adecúen a las recomendaciones formuladas por la Comisión o la existencia de un fuerte sistema de control del gasto para proteger el dinero comunitario.
¿Qué pide a España?
Como al resto de países, la Comisión examinará las inversiones para comprobar que al menos un 37% de ese gasto se dedicará a la agenda verde y un 20%, a la digital. Bruselas debe decidir, además, si las reformas presentadas abordan un “subconjunto significativo de recomendaciones” formuladas en 2019 y 2020. Con ello se refiere a las sugerencias que le hizo en el marco del llamado Semestre Europeo, cuando Bruselas examina la economía y finanzas españolas para detectar sus puntos débiles. A partir de ahí, le hace varias sugerencias para corregir esas vulnerabilidades. Hasta ahora, los países hacían caso omiso a esas recomendaciones, en especial si se referían a reformas polémicas. Ahora es diferente: esas demandas están vinculadas a los fondos. La Comisión ha pedido a España que se emplee en tres áreas: el mercado laboral, las pensiones y la unidad de mercado. Solo las reformas sobre el mercado de trabajo han supuesto más de 70 reuniones entre Bruselas y España.
¿Cómo se evaluará?
La Comisión Europea examinará 11 criterios, entre ellos, si las reformas responden a las recomendaciones específicas, a los objetivos verde y digital o si tienen un impacto duradero en la economía del país. Bruselas pondrá nota con una A, B o C a cada uno de ellos. España necesita conseguir una A en al menos siete apartados y no puede suspender con una C ninguna.
¿Cuánto tiempo tardará en realizar el examen?
La Comisión tiene dos meses para examinar a los 27 países. Francia, España, Alemania e Italia han urgido a Bruselas a acelerar ese calendario al entender que conoce perfectamente unos planes que lleva tiempo negociando. El Ejecutivo comunitario dice que necesita todo ese tiempo para evaluar extensísimos planes y garantizar que el dinero se gastará bien.
¿Los otros socios podrán pronunciarse?
Sí, el Consejo tendrá un mes para examinar los planes y darles luz verde. Ningún país tendrá derecho de veto, pero sí existe el llamado “freno de emergencia”, que permitirá elevar un plan al Consejo Europeo para someterlo a deliberación de los jefes de Estado y de gobierno.
¿Por qué son tan importantes los hitos y objetivos?
La Comisión ha insistido a los países en que fueran claros en los hitos y objetivos que plasmaban en sus planes de recuperación. A través de su cumplimiento, el Ejecutivo comunitario podrá ir controlando el cumplimiento del programa y, lo más importante, seguir haciendo los dos desembolsos anuales. En caso de que no se cumpla con la totalidad de los objetivos, la Comisión puede paralizar los pagos, aunque tiene la potestad también de efectuar desembolsos parciales.
¿Cuándo llegará el dinero?
La Comisión Europea prevé empezar a pedir al mercado 806.0000 millones de euros en cuanto haya dado luz verde a los planes. En ese momento, Bruselas puede endeudarse para entregar a las capitales una prefinanciación correspondiente al 13% de lo que les corresponde. En el caso de España, esa cantidad asciende a 9.000 millones de euros. El Ejecutivo comunitario, que ha ido avanzando en todos los trámites necesarios para poder emitir deuda, cree que ese dinero puede empezar a fluir en julio.
¿Puede demorarse la entrega de ese dinero?
Sí. El calendario está muy ajustado, por lo que cualquier derrape podría retrasar las emisiones de deuda a septiembre, dado que agosto es un mes considerado prácticamente inhábil. Hay otro obstáculo en el camino: quedan nueve países por ratificar el acuerdo. Si bien Bruselas ha despejado el varapalo que hubiera supuesto el rechazo del Constitucional alemán, persiste el interrogante de Polonia y ahora ha surgido el de Finlandia, donde la justicia ha determinado que se necesitará una mayoría de dos tercios del Parlamento para que salga adelante.