En menos de seis meses, la libertad que Daniel Juárez creía haber conquistado con un trabajo remoto desde casa se transformó en una jaula, una cárcel donde la motivación en sus negocios se estaba secando y, aún peor, donde no encontraba contactos que le sirvieran para crear una empresa rentable. Este venezolano de 35 años decidió entonces probar en un coworking donde, al menos, pudiese estar cerca de otros emprendedores. "Me dieron una mesa y una silla; punto. Era uno convencional, yo necesitaba algo más", explica Juárez. Fue entonces cuando descubrió el proyecto de Gustavo Franco, BCNewt, un espacio compartido de trabajo en Barcelona con algo nuevo: la convivencia entre los usuarios y la sostenibilidad como su columna vertebral. Con la primera, se consigue generar un intercambio de habilidades que, con el tiempo, cristaliza en un sentimiento de comunidad muy potente y en mayor rentabilidad para cada miembro que participa en él. La segunda se enfoca en reducir el gasto económico a través del ahorro energético, de recursos y de avituallamiento. Y no solo por el alquiler.
Al poco tiempo, la creatividad de Juárez volvió y con el ahorro y la ayuda de sus compañeros del coworking puso en marcha varios proyectos, entre ellos una empresa exitosa de captación de talento tecnológico: "Cuando llegué, me encontré con una comunidad multidisciplinar: ingenieros, consultores, gestores de proyectos, traductores... Eso impulsó mi trabajo", reconoce. Una tendencia dentro del coworking cada vez más asentada. ¿Cuáles son sus pilares fundamentales?
El espacio, desde compartir el alquiler hasta la cafetera
Para Franco, todo empieza con el espacio físico. Este año cumple seis al frente de BCNewt en Barcelona, por donde ha visto pasar a decenas de pequeñas empresas y sabe qué es lo primero que buscan: "El ahorro", resume. Los altos precios de alquiler propulsaron la popularidad de estos lugares hace cinco años (según datos del Banco de España, las rentas han subido un 50% de media en todo el país en el último lustro). No obstante, el director de BCNewt subraya que el ahorro va más allá del pago de la renta, también influye en los gastos de gestión que eso conlleva: impuestos, la limpieza, avituallamiento... ¿Qué ofrecen entonces estos nuevos lugares respecto a los coworkings tradicionales?: "Una mayor sostenibilidad", asegura Franco.
El espacio que alquila a los emprendedores lo reformó con materiales reciclados, la gestión de los residuos es totalmente sostenible y la red de colaboradores con la que trabaja se asienta en los pequeños negocios del barrio donde se ubica el espacio, Poblenou. "Hay muchos emprendedores que quieren ser más sostenibles y no saben cómo. En estos nuevos lugares se les ayuda y se les forma gratuitamente para que su empresa cumpla los Objetivos de Desarrollo Sostenible", explica Franco, también vicepresidente de la Red de Empresas Sostenibles de Cataluña.
Compartir para luchar contra el impacto medioambiental
Dividir los costes de estos servicios no solo repercute en los bolsillos de los usuarios, sino también en el medio ambiente. El consumo y la utilización compartida de un mismo objeto por varias personas, como las impresoras, el papel, la tinta e incluso los electrodomésticos, reduce el uso de los recursos naturales. "No es lo mismo tener, por ejemplo, 20 conexiones independientes a Internet que una sola", comenta Juárez.
Las posibilidades para invertir en el crecimiento de la empresa también son más factibles cuando se comparte el espacio de trabajo, ya que se puede llegar a acuerdos con los compañeros para cubrir, temporalmente, más espacio o utilizar los sitios comunes para realizar reuniones con otras empresas foráneas. "Otro de los puntos clave es la flexibilidad. Si una empresa necesita ampliar o reducir su espacio de trabajo, lo puede hacer sin que eso implique mantener altos costes fijos. En un ambiente privado, tendría que irse a otro local más grande o hacer obras", dice Franco.
La comunidad, una herramienta sostenible de ideas
Fortalecer lazos entre las personas que comparten el lugar de trabajo y generar un ambiente de comunidad donde el altruismo entra a formar parte de las herramientas empresariales es otro de los pilares de esta nueva concepción del coworking, por lo que esta idea de comunidad puede ser una forma de fortalecer una de las patas de la sostenibilidad: la motivación y salud laboral. "Una parte importante de la satisfacción en el trabajo viene dada por el tipo de relaciones que se construyen en el lugar de trabajo, así como por la capacidad de estos lugares para impulsar el talento más allá de los límites propios de estructuras de trabajos convencionales", subraya Franco.
Los 'coworkings' fortalecen los lazos entre las personas, lo que contribuye a aumentar la motivación
Esto se traduce en una mayor confianza en los emprendedores que, según atestiguan Juárez y Franco, se sienten respaldados por unos "compañeros que siempre están ahí, tanto para echar una mano como para aportar ideas". Ambos no dejan de subrayar que la idea de comunidad es una parte esencial para que una empresa sea sostenible. De hecho, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca la ONU es "fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos". Motivo por el que todos los usuarios de estos nuevos espacios, cuentan los protagonistas del reportaje, se esfuerzan por conseguir oportunidades de negocio para los miembros de su coworking.
Correos Market, una red sostenible de productores rurales
Las iniciativas colaborativas no siempre son entre pequeños empresarios de las grandes ciudades. Hay grandes empresas que recientemente han puesto en marcha proyectos para conectar con pequeños emprendedores y fomentar sus empresas en la España vaciada. Un ejemplo es Correos Market, un servicio que la empresa Correos ofrece a los pequeños productores rurales para que puedan promocionar y vender sus productos a través del market place de esta empresa de paquetería. Con este proyecto, intentamos generar nuevas oportunidades de negocio en el medio rural, con el fin de combatir los desequilibrios territoriales", explica Elena Fernández, subdirectora de Relaciones Internacionales y Sostenibilidad de Correos. Hasta el momento ya se han sumado a esta red más de 170 productores. "El productor o artesano local incrementa la visibilidad de su negocio sin suponerle ningún riesgo ni inversión", añade Fernández. Los envíos de este servicio se realizan a toda España y sin costes.
Las sinergias para tejer proyectos empresariales
Estas pequeñas acciones, con el tiempo, dan paso a colaboraciones laborales más serias entre las empresas que, en un principio, solo compartían gastos. Por ejemplo, unirse para contratar servicios de empresas de paquetería para hacer envíos masivos (lo que además de ahorro, ayuda a reducir la contaminación), ya que hay compañías de mensajería que ofrecen mejores precios si el volumen de pedidos es grande. Otro procedimiento común entre estos emprendedores es intercambiar, a través de un contrato, sus servicios. "Al cabo de cuatro meses de pertenencia, el 70% de los miembros ya empiezan a generar este tipo de sinergias", ejemplifica Franco. Tras un año allí, Juárez, además de sus negocios en solitario, ha realizado proyecto con beneficios gracias a sus compañeros de espacio de trabajo.
La proyección laboral no solo se circunscribe a otros pequeños emprendedores: la optimización de recursos y la red de contactos que garantiza estas formas de interacción laboral facilita los tratos y proyectos con entidades empresariales más grandes, que desde hace unos años buscan estos perfiles entre sus colaboradores. Ya sea facilitando personal remoto, como hace Juárez a grandes compañías, o vendiendo determinados productos en un market place, los contratos con grandes compañías son un punto clave para que un emprendedor haga crecer su empresa y gane más beneficios.