Salir de la crisis con las personas como centro y motor de la reactivación
Una red internacional impulsada por Koldo Saratxaga reclama transparencia, libertad y autogestión en las organizaciones
El debate en torno a la vuelta a la normalidad industrial, comercial y social tras la crisis mundial provocada por el COVID 19 no ha hecho más que comenzar en un contexto que el Banco de España augura muy difícil. El PIB puede caer entre un 9% y un 13% este año en España y el desempleo dispararse hasta el 22%, en medio de una oleada de expedientes de regulación temporal, ERTE. Más de 140 organizaciones y profesionales de 11 países, han hecho público este miércoles el manifiesto NERFuture en el que proponen salir de la crisis de manera colectiva, situando a las personas “en el centro de las pre...
El debate en torno a la vuelta a la normalidad industrial, comercial y social tras la crisis mundial provocada por el COVID 19 no ha hecho más que comenzar en un contexto que el Banco de España augura muy difícil. El PIB puede caer entre un 9% y un 13% este año en España y el desempleo dispararse hasta el 22%, en medio de una oleada de expedientes de regulación temporal, ERTE. Más de 140 organizaciones y profesionales de 11 países, han hecho público este miércoles el manifiesto NERFuture en el que proponen salir de la crisis de manera colectiva, situando a las personas “en el centro de las preocupaciones e intereses” con un propósito más allá del meramente económico “de evolución personal y comunitaria”.
Impulsado por Koldo Saratxaga, el promotor de éxitos empresariales como el de Irizar o NER Group con un estilo de relaciones basado en la autogestión, transparencia y compromiso de los trabajadores, los firmantes del manifiesto proclaman, que se puede lograr el éxito empresarial y la rentabilidad económica a partir de esos valores. “Ideas compromisos y propuestas desde un Nuevo Estilo de Relaciones para el futuro de nuestras organizaciones y nuestra sociedad”, propone poner en el primer plano de la recuperación, “siempre” las personas, “especialmente la más frágiles" de cada emprresa y entorno social.
Las organizaciones y personas que firman el manifiesto han creado una red internacional que opera con unos valores comunes desde sus ámbitos de responsabilidad en países como España, Bélgica, Dinamarca, Francia, Portugal, Israel, Argentina, Chile, Uruguay o México. Una red que, inversores como Corporate Rebels describen en su Bucket List de organizaciones con sistemas de gestión basados en las personas, o autores como Frederic Laloux analizan en su best seller de gestión de empresas Reinventar las organizaciones. Saratxaga y su equipo de K2K Emocionando, aparecen en el radar de ambos por su manera diferente de hacer las cosas. Premiado como empresario del año por Cinco Días, Ernst & Young, o la Cámara de Comercio de Gipuzkoa además del Príncipe Felipe a la Excelencia Empresarial en 1999, Saratxaga revoluciona las empresas a las que reinventa con un estilo de relaciones en el que no hay horarios, ni jefaturas. No contempla los despidos y basa el crédito de su estilo en la responsabilidad compartida y en la autoorganización: “Las personas como agentes del cambio y del éxito”, proclama en numerosos escritos.
Todos los firmantes del manifiesto coinciden en que “poner a las personas en el centro de las organizaciones, enfocarse al cliente y buscar la eficiencia económica para lograr un desarrollo sostenible desde la vertiente económica, social y medioambiental” es un buen negocio. Además, se comprometen a “trabajar desde Io colectivo, construyendo redes, puentes y caminos para superar el sálvese quien pueda” y apostar por “salvarnos entre todos y todas unidas”. Todo ello desde una perspectiva de un estilo de relación interna en las empresas, ONG, y cualquier tipo de organización, que profundice “en la autogestión para que la libertad, la corresponsabilidad y las decisiones conjuntas sean sus señas de identidad”.
El manifiesto propone aprovechar la crisis para hacer frente de manera decidida a la emergencia climática y rediseñar nuestras sociedades buscando la armonía con el entorno en el que vivimos”. Recalcan que en situaciones de necesidad “debemos aprender de la experiencia y potenciar decididamente la búsqueda del bienestar común, aprendiendo de los errores de una globalización pensada únicamente en términos de lucro económico para evolucionar a una globalización desde lo local, poniendo a las personas en el centro”. Por último, advierten del uso de las tecnologías de IA y de recolección de datos que pueden ayudarnos de manera muy significativa siempre que no permitamos que se conviertan en un nuevo negocio y en un sistema de control social.