“Cuando salió el decreto no sabía que hacer”
El cese de toda actividad no esencial desconcierta a pequeños empresarios y autónomos
“Si de verdad esto termina el día 12 hay una pequeña esperanza de que la actividad aguante, pero como se prolongue va a ser una ruina”. Antonio Francisco Torres tiene 29 años, es autónomo y el lunes decidió que durante las próximas dos semanas dormirá en el vivero que regenta junto a su padre. “Hasta la semana pasada venía a cuidar las plantas, pero ayer [por el domingo] me pararon dos veces; me dijeron que mi actividad no es esencial y que me tengo que que...
“Si de verdad esto termina el día 12 hay una pequeña esperanza de que la actividad aguante, pero como se prolongue va a ser una ruina”. Antonio Francisco Torres tiene 29 años, es autónomo y el lunes decidió que durante las próximas dos semanas dormirá en el vivero que regenta junto a su padre. “Hasta la semana pasada venía a cuidar las plantas, pero ayer [por el domingo] me pararon dos veces; me dijeron que mi actividad no es esencial y que me tengo que quedar en casa”.
Su situación cambió en tan solo 24 horas, como la de muchos otros trabajadores. La razón está recogida en un decreto, publicado cerca de la media noche del domingo, que solo permite mantener en funcionamiento las actividades esenciales para contener la expansión de la Covid-19. Y la producción de plantas ornamentales y aromáticas de Viveros Antonio no es una de ellas. Este negocio familiar nació hace 36 años y ya ha perdido unos 10.000 euros desde el inicio de la crisis sanitaria. “No podemos usar el riego automático porque tenemos 112 variedades de plantas, cada una con sus cuidados”, dice Torres. Teme que los ingresos primaverales —“nuestro fuerte”— estén perdidos. El viernes solicitó la prestación extraordinaria por cese de actividad que el Gobierno ha diseñado para los autónomos, pero aún no sabe qué le depara el futuro.
El decreto que congela la economía cayó como un jarro de agua fría a muchos autónomos y empresas. La lista de las actividades consideradas esenciales, así como la tardanza en publicarlo en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha pillado con la guardia baja a muchas compañías y es todavía fruto de confusión. Las asociaciones de autónomos y pymes aseguran que han recibido una avalancha de preguntas. La patronal de la industria siderúrgica Unesid advierte de que hay equipos que necesitan mantenimiento y que no se puede poner el cerrojo de un día para otro. El grupo Celsa, por su parte, está a la espera de que el Gobierno aclare si la actividad siderúrgica electrointensiva puede seguir operando. Mientras, se ha adecuado a las nuevas reglas.
“Cuando salió el decreto no sabía que hacer, estuve hasta las doce de la noche leyendo el BOE”, asegura Javier Sanz, albañil de Castilla-La Mancha. Ya por la mañana hizo una ronda de llamadas para entender si podía seguir con su actividad, pero obtuvo respuestas contradictorias. “He decidido quedarme en casa, lo hablé con mis clientes y lo han entendido”, dice. “Por suerte no tengo que hacer frente al gasto de un local, pero no sé si puedo acceder al cese de actividad. A los autónomos nos están dejando atrás”, lamenta.
Miguel Rosalén, que hace tan solo unos meses se incorporó a la empresa de pinturas industriales de su familia, que cuenta con un puñado de trabajadores, se lo ha tomado peor. “Estoy indignado. Ni con la crisis de 2008 dejamos de trabajar”, asegura. “Es verdad que bajó mucho el nivel y que tuvimos que hacer algunos despidos, pero ahora es nada. Si no abrimos no facturamos. ¿Cómo vamos a hacer?”.
Otros han encajado mejor el golpe. Miguel Ángel Gómez Maqueda está al frente de la empresa Desnivel Agranaltura, dedicada a trabajos en altura y construcción de taludes. “Ya con la declaración del estado de alarma tuvimos los primeros problemas”, asegura. “Al trabajar desplazados del domicilio, con restaurantes y hoteles cerrados, sin poder mantener la distancia de seguridad en las obras ni tener los equipos de protección individual suficientes decidimos parar”. La empresa ya hizo un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) para la mayoría de la plantilla. “Mantuvimos a seis personas para organizar el material en nuestro centro logístico, ahora ni eso”, dice.
Con las nuevas reglas, dos de ellos acabarán teletrabajando y los otros cuatro recibirán los nuevos permisos retribuidos recuperables aprobados en el nuevo decreto y utilizables hasta el 9 de abril. “Estoy muy preocupado por el después y también por cuánto va a durar el ahora”, confiesa. Una duda que muchos comparten.
Parón en la construcción
Según cálculos del Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, la paralización de la construcción que implica la norma afectará al 89% de las obras activas en el país. Un trabajador de una de las grandes constructoras de España, que pide mantener el anonimato, explica que hasta el domingo no recibió ninguna comunicación oficial. “Ha pillado un poco por sorpresa”, comenta. Él solicitó un permiso no retribuido para cuidar de su hijo hasta finales de esta semana, y todavía no sabe qué pasará a partir del lunes.
“Detener la actividad sin planificación no es un escenario habitual, implica una serie de trabajos de preparación necesarios para evitar sobrecostes y parar de manera adecuada los recursos de producción”, explican fuentes de una empresa aeronáutica, que también ha tenido que congelar los trabajos tras la publicación del decreto.