Cubanos en el exterior piden a Trump que elimine las sanciones a la isla mientras dure la pandemia
Académicos y diplomáticos advierten de que las restricciones comerciales y financieras puede “desencadenar una crisis humanitaria”
Mientras Cuba empieza a aplicar medidas más severas para enfrentar el coronavirus y el número de casos en el país continúa creciendo lentamente -en las últimas 24 horas fueron confirmados ocho nuevos, con un total de 48 positivos y un muerto-, varios grupos de cubanos residentes en Estados Unidos, Europa y otros países han lanzado diversas iniciativas para pedir a Washington que levante las restricciones comerciales y financieras ...
Mientras Cuba empieza a aplicar medidas más severas para enfrentar el coronavirus y el número de casos en el país continúa creciendo lentamente -en las últimas 24 horas fueron confirmados ocho nuevos, con un total de 48 positivos y un muerto-, varios grupos de cubanos residentes en Estados Unidos, Europa y otros países han lanzado diversas iniciativas para pedir a Washington que levante las restricciones comerciales y financieras impuestas a La Habana, al menos durante el tiempo que dure la pandemia.
Una de ellas, promovida por el académico cubano residente en Miami Carlos Lazo es una carta abierta al presidente estadounidense, Donald Trump, que ya ha sido firmada por miles de personas, entre ellas el embajador de la Unión Europea en La Habana, Alberto Navarro. La misiva expone que las limitaciones impuestas por el Gobierno de EEUU dificultan o impiden que Cuba adquiera equipos médicos, alimentos y medicinas, por lo que solicitan al mandatario que “extienda una mano amiga y solidaria al pueblo cubano” al menos en esta situación excepcional.
“De no hacerlo, en Cuba se pudiera desencadenar una crisis humanitaria de incalculables consecuencias”, advierten los firmantes, tras opinar que “en esta hora dolorosa las consideraciones políticas deben de ceder lugar a las consideraciones humanas”. Otra carta, de la que se hizo eco el martes el diario oficial Granma, es promovida por cubanos residentes en Europa, y pide a los presidentes y primeros ministros de los países de la Unión Europea interceder ante la Casa Blanca para el levantamiento de las sanciones. El documento recuerda que "desde el 16 de junio de 2017 hasta la fecha se han aplicado 191 medidas coercitivas, activando desde el 2 de mayo de 2019, el Título III de la Ley Helms-Burton como parte de las acciones destinadas a asfixiar a la economía cubana”.
Desde que Trump asumió la presidencia de Estados Unidos dio marcha atrás a la mayoría de los avances normalizadores de su antecesor Barack Obama. En los últimos tres años se ha incrementado la presión financiera sobre los bancos internacionales para entorpecer las operaciones con Cuba, restringido las remesas que pueden enviar a sus familiares en la isla los cubanoamericanos y golpeado fuertemente al sector turístico con diversas sanciones. La prohibición de los cruceros y de los viajes de los ciudadanos norteamericanos provocó la caída del turismo en más de un 15 % el año pasado, y en enero el descalabro era ya de un 20%.
A ello hay que sumar los efectos de la Ley Helms-Burton, que permite interponer demandas ante tribunales de Estados Unidos contra empresas extranjeras que supuestamente “trafiquen” con propiedades en Cuba, con el fin de desalentar la inversión extranjera. La medida ha afectado ya a varias empresas europeas, especialmente del sector turístico, uno de los motores de la maltrecha economía cubana.
La crisis del coronavirus, que supondrá el cierre inminente de la mayoría de los hoteles del país, agrava todavía más la situación del sector poniendo a la isla y a sus habitantes ante un panorama pavoroso. A partir de este martes ya ningún turista puede entrar a la isla, y los más de 30.000 viajeros que aún permanecen en el país deben salir en los próximos días. Mientras permanezcan en territorio cubano, no pueden abandonar los hoteles o las casas particulares donde se hospedan, lo que está provocando mucha incertidumbre y complejas situaciones pues muchas aerolíneas han cancelado sus vuelos y numerosas personas no saben cuándo podrán regresar.
El lunes, las autoridades adoptaron un amplio paquete de medidas para tratar de frenar la epidemia, sin llegar a la cuarentena obligatoria del país. Los viajes de los cubanos entre provincias dentro de la isla han sido restringidos, también las salidas del país y se suspendieron las clases en todos los niveles de enseñanza. Se apela todavía a la conciencia individual para que la gente se quede en casa, aunque se ha anunciado que se tomarán medidas más severas, incluso policiales, para evitar las concentraciones de personas en las calles. Mercados y restaurantes continuarán abiertos, pero a partir de ahora deberán respetar estrictas medidas de higiene y distancia -mínimo dos metros- o de lo contrario serán cerrados. El problema de las colas en las tiendas, difícil de evitar debido al desabastecimiento crónico de artículos de primera necesidad, es uno de los graves asuntos contra el que se deberá bregar en la lucha contra el Covid-19 en Cuba.
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