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Los bancos endurecerán los requisitos para acceder a los créditos al consumo en 2020

Los expertos vaticinan que la ralentización económica afectará a la demanda de estos productos, empeorará la solvencia de los prestatarios y auguran un aumento de la tasa de morosidad

Los bancos endurecerán los requisitos para acceder a los créditos al consumo en 2020
Gettyimages

La incertidumbre que envuelve la coyuntura económica se prolongará en los primeros meses del próximo año y ello podría reflejarse en la incapacidad de algunos usuarios de hacer frente al pago de los créditos concedidos por las entidades con el objetivo de financiar el consumo de los hogares españoles y en una ralentización de su demanda. No obstante, este tipo de préstamos cuyo coste en España se sitúa muy por encima de la media europea no debería encarecerse. Esta es la previsión de los expertos para el próximo año, después de trazar un balance de 2019 algo decepcionante.

Es cierto que las últimas estimaciones muestran que este año podría terminar con un incremento de los créditos al consumo cercano al 10%, pero se trata de un avance moderado si se compara con los últimos tres años, apunta Joaquín Robles, analista del bróker financiero XTB, quien recuerda la subida del 28,4% en 2016, del 16%, en 2017, y del 17,8%, el año siguiente. Aun así, para el presidente de la consultora Neovantas, José Luis Cortina, “los créditos al consumo representan todavía uno de los pilares fundamentales de los ingresos para las entidades bancarias y por ello seguirán impulsándolos”.

Pérdida de confianza

No obstante, la demanda de crédito a hogares para consumo y otros fines este año no hizo nada más que disminuir y el Banco de España no prevé variaciones en los últimos tres meses, con respecto al trimestre anterior. Ambos expertos encuentran en la pérdida de confianza de los consumidores la explicación principal de esta bajada. “El miedo a un estancamiento económico provoca un menor consumo de crédito”, explica Robles. “Cuanto peores son las perspectivas económicas, más temor tienen los inversores a endeudarse”, resume Robles.

Ambos expertos creen que la oferta seguirá constante o aumentará, pero divergen en el análisis del comportamiento de la demanda. Según Robles “continuará cayendo”. Por el contrario, Cortina se dice convencido de que aumentará, aunque supedita el ritmo de este crecimiento a la incierta situación macroeconómica, que se verá afectada por el marco político de España o el Brexit, solo por citar dos ejemplos.

Acceso más difícil

El acceso a los créditos al consumo también registró un endurecimiento de los criterios entre julio y septiembre de 2019, por cuarto trimestre consecutivo. Según las entidades, esta evolución es principalmente la consecuencia de un empeoramiento de la solvencia de los prestatarios, señala el Banco de España. Bien es verdad que la tasa de morosidad en octubre fue un 5,1%, muy lejos de los máximos marcados en 2013, cuando se situó en más del 13%. Pero no es menos cierto que supera en dos puntos porcentuales a la media de la UE, cuatro puntos a la de Alemania y casi dos puntos y medio a la de Francia.

La cantidad de créditos dudosos acaba afectando a los tipos de interés de los créditos al consumo, que en España, con el 8,04%, son sensiblemente más altos que en los países de su entorno más inmediato (como Italia y Portugal, donde se sitúan en el 6,74% y 6,22%, respectivamente), y muy por encima de la media de los países de la zona euro (5,09%).

Otras dos razones que pueden explicar el coste superior de financiación en España es “la creciente necesidad de los bancos de impulsar los tipos al alza para obtener mayores ingresos y la presencia todavía irrelevante de la competencia de las fintech y las grandes tecnológicas con respecto a otros países”, en palabras de Cortina.

Estancamiento

En este ámbito, las previsiones de los expertos no son optimistas. “La tasa de morosidad aumentará previsiblemente de forma ligera, por un entorno socioeconómico que posiblemente empeore en los próximos meses”, vaticina Cortina, quien, sin embargo, prevé un descenso en el coste de la financiación por la probable entrada de nuevos competidores en este mercado.

“Respecto al tipo de interés, esperamos que se mantenga constante”, augura Robles, aunque advierte: “Podríamos ver repuntes en la tasa de morosidad si continúa el estancamiento de la economía”.

Minicréditos

En cuanto a los minicréditos –es decir, préstamos que se conceden sin muchas formalidades y con intereses muy elevados–, la justicia se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de los consumidores, por lo que Robles augura cierta contracción del negocio de las entidades que los comercializan, si esta tendencia continúa.

Por el contrario, Cortina argumenta que “si las entidades aumentaran la transparencia a la hora de explicar estos productos a sus clientes, la evolución de los minicréditos podría ser creciente, ya que los riesgos de una posible judicialización serían más bajos”.

Sea como fuere, ambos se pronuncian a favor de la implementación de los llamados ficheros positivos, en los que aparecen los datos que avalan el buen comportamiento de los prestatariosMás común en los países anglosajones y en expansión en África y América Latina, esta herramienta redunda en una ventaja clara para el usuario, ya que solo paga un tipo de interés más alto el cliente que presenta más riesgo. Por el contrario, cuando el prestamista no puede distinguir entre buenos y malos pagadores porque le faltan datos, propaga el riesgo de impago a todos los solicitantes de crédito.

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