El turno de noche surrealista que pone en aprietos al astillero Barreras

La compañía viguesa trabaja contra reloj para entregar los barcos acordados con The Ritz Carlton tras rescindir la subcontrata con una firma portuguesa cuyos trabajadores se dormían

Pontevedra -
El astillero vigués Barreras, en Vigo.SALVADOR SAS (EFE)

Al astillero vigués Hijos de J. Barreras se le acumulan los problemas económicos y se le agota el tiempo para cumplir con el pedido de la multinacional hotelera The Ritz Carlton que ha anunciado la inauguración de su flota de cruceros para febrero de 2020. La empresa gallega se ha visto obligada a rescindir la subcontrata con una firma portuguesa después de que en una inspección de su cliente estadounidense fueran cazados 20 de sus operarios en el turno de noche du...

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Al astillero vigués Hijos de J. Barreras se le acumulan los problemas económicos y se le agota el tiempo para cumplir con el pedido de la multinacional hotelera The Ritz Carlton que ha anunciado la inauguración de su flota de cruceros para febrero de 2020. La empresa gallega se ha visto obligada a rescindir la subcontrata con una firma portuguesa después de que en una inspección de su cliente estadounidense fueran cazados 20 de sus operarios en el turno de noche durmiendo a bordo del barco cuya construcción acumula varios meses de retraso.

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En la misma inspección nocturna otros empleados de la misma empresa subcontratada con sede en la ciudad lusa de Setúbal estaban viendo una película en una tablet, mientras en otra zona del crucero en construcción otro grupo de obreros pescaban con una caña desde la cubierta.

El barco que construye Barreras para 284 pasajeros y casi otro tanto de tripulación, tiene 190 metros de eslora, más de 30 metros de altura y su coste final se cifra en torno a los 290 millones de euros. El turno de noche se había organizado para reactivar los trabajos de mecánica, instalación de tuberías y calderería y así recortar los atrasos que el astillero ha ido acumulando.

Tras conocerse el resultado insólito de la inspección que se recoge en la auditoría que encargó la compañía estadounidense y armadora del barco sobre estado de ejecución de las obras a un auditor sueco, según informa el rotativo La Voz de Galicia, la dirección del astillero vigués ha decidido rescindir el contrato a la empresa lusa Irontec Industria Naval.

Los obreros portugueses contratados se han defendido alegando falta de carga de trabajo en el momento de la inspección. Precisamente la falta de control del rendimiento y actividad laboral en los turnos de noche es un aspecto que también alude la inspección auditora, hasta el punto de que la dirección de Barreras ha optado por suprimirlos.

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