Un flechazo comercial con India

El intercambio de bienes entre el país asiático y las economías latinoamericanas va al alza

Coches a la espera de ser embarcados en el puerto de Madrás (India). Arun Sankar (Getty)

"América Latina cuenta con un excedente de lo que India necesita", dice Rengaraj Viswanathan, exembajador indio en Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, entre 2000 y 2012. "India, por su parte, tiene lo que buscan los latinoamericanos". Con estas palabras, Viswanathan resume el reciente flechazo comercial entre el gigante del sureste asiático y los países del Nuevo Mundo. A miles de kilómetros de distancia, ambas regiones han aumentado con fuerza el intercambio de bienes.

El idilio va viento en popa. El comercio de mercancías entre América Latina y el Caribe e India ha despegado en ...

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"América Latina cuenta con un excedente de lo que India necesita", dice Rengaraj Viswanathan, exembajador indio en Argentina, Uruguay, Paraguay y Venezuela, entre 2000 y 2012. "India, por su parte, tiene lo que buscan los latinoamericanos". Con estas palabras, Viswanathan resume el reciente flechazo comercial entre el gigante del sureste asiático y los países del Nuevo Mundo. A miles de kilómetros de distancia, ambas regiones han aumentado con fuerza el intercambio de bienes.

El idilio va viento en popa. El comercio de mercancías entre América Latina y el Caribe e India ha despegado en los últimos tres lustros (entre 2001 y 2016), hasta alcanzar los 30.000 millones de dólares. En ese periodo, las importaciones indias desde algún país latinoamericano aumentaron a una tasa anual del 22%, mientras que las exportaciones lo hicieron a un ritmo anualizado del 16%, según las cifras obtenidas a través de la plataforma de análisis comercial TradeMap. En los últimos años, sin embargo, se aprecia una desaceleración, que se explica por la bajada en el precio de los carburantes y el freno económico de algunas naciones latinoamericanas. A pesar de ello, la relación tiene un gran potencial, explica Ignacio Bartesaghi, director del departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay.

El repunte de este intercambio se da en un momento en el que India quiere aumentar su presencia e influencia en el mundo, y América Latina —en horas bajas ante la desaceleración de la economía china— busca un nuevo puerto para sus productos. A principios de este siglo, la relación comercial era insignificante, explica Viswanathan. En 2001, del total de las importaciones indias, Latinoamérica apenas acaparaba el 0,3%. Hoy controla el 5,1%. "Se creía que los exportadores indios y latinoamericanos competían entre sí", resalta. "Pero esas teorías se han volcado con un nuevo paradigma".

Un gigante en crecimiento

India es la séptima economía del mundo por tamaño del PIB, por detrás de EE UU, China, Japón, Alemania, Reino Unido y Francia. El aumento de su peso económico global se explica gracias a tasas de crecimiento constantes durante las últimas dos décadas, de acuerdo con un análisis de Cepal.

Desde el año 2000, el país asiático ha crecido a tasas mayores al 4%, encadenando quinquenios como el de 2003-2007, con crecimientos por encima del 7% y llegando a alcanzar registros cercanos al 10%, como ocurrió en 2007.

Tras la desaceleración que supuso la Gran Recesión, cuando el país experimentó un crecimiento del 3,7%, la economía ha vuelto rápidamente a experimentar tasas de crecimiento superiores al 6% y las previsiones apuntan a que el desempeño que experimente los próximos años será mayor al de la economía mundial. Aun así, para este año no se prevé un crecimiento espectacular como el 7,9% de 2016; los organismos globales estiman que el PIB avanzará un 7%.

Desde la liberalización económica llevada a cabo en 1991, India ha transitado hacia un modelo donde la industria y los servicios han ganado progresivamente un mayor peso en las exportaciones. A la par, la cesta importadora de la nación del sureste asiático también ha mutado, al incrementar la compra de materias primas, especialmente de petróleo crudo, cobre y gas natural. Aunado a ello, su población ha pasado de 870 millones de personas en 1990 a más de 1.300 millones en 2017.

La expectativa es que en 2040 supere los 1.600 millones y el país se convierta en el más poblado del mundo. "El crecimiento poblacional y la transformación económica han implicado una mayor demanda de alimentos y han abierto nuevas oportunidades para América Latina", comenta Bartesaghi.

Sin embargo, tradicionalmente India se ha abastecido de materias primas de los países más cercanos. Sus principales proveedores, en 2015, fueron China y Arabia Saudí, y por debajo se ubicaron sus socios tradicionales, como la Unión Europea y Estados Unidos. Otras naciones de Asia (Indonesia y Emiratos Árabes) también se han consolidado como abastecedores relevantes. En cuanto a exportaciones, alrededor del 50% va dirigido a países de la zona, según un análisis elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Las ventas indias van a Emiratos Árabes, Arabia Saudí, pero también a China y Singapur, que en los últimos años han incrementado su importancia en detrimento de otros países, como Reino Unido, Alemania y Japón. La Unión Europea representa un 17% de sus exportaciones y EE UU el 15%. "Hay un interés creciente en llevar productos a América Latina", señala. "India sabe que para convertirse en un actor internacional relevante en el planeta tiene que mirar a todas las regiones. El reto es mayúsculo, ya que Latinoamérica y el Caribe es la zona del mundo donde la influencia comercial india tiene menos presencia.

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Para dar el salto, dice Bartesaghi, India tendrá que cerrar tratados de libre comercio con los países de la zona, ya que carece de instrumentos profundos en este sentido. Hasta ahora, solo cuenta con escuetos acuerdos de intercambio enfocados en ciertos productos con Chile y naciones del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay). Además, el experto destaca que la república asiática deberá revisar su política arancelaria, que para algunos artículos de importación llega hasta el 300%.

A pesar de la incipiente relación, el comercio entre América Latina y el Caribe e India ha fortalecido la posición de este último como uno de los principales socios de algunos países de la región. El país asiático se ha convertido en el quinto mercado de exportación de Argentina, el sexto de Chile, el octavo de Brasil y Paraguay y el décimo de Bolivia. Por su parte, Latinoamérica destina a su nuevo socio el 2,1% de sus exportaciones y recibe de allí el 1,5% de sus importaciones. "Los latinoamericanos ven a India como un mercado grande y en crecimiento... Este es el nuevo paradigma de la asociación emergente a largo plazo", concluye Viswanathan.

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