El FMI y la OMC piden respeto a las reglas del comercio internacional

Los organismos multilaterales recomiendan políticas para limitar el efecto negativo de la globalización en las comunidades

Christine Lagarde junto a Jim Yong Kim y Roberto AzevedoFELIPE TRUEBA (EFE)

El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Organización Mundial del Comercio hacen piña ante el mensaje proteccionista de Donald Trump. Los tres organismos multilaterales acaban de publicar un informe conjunto a modo de manifiesto en el que defienden el libre comercio como un motor primordial del crecimiento y piden que se respeten las reglas. Sin embargo, admiten que hay que hacer más por...

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El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Organización Mundial del Comercio hacen piña ante el mensaje proteccionista de Donald Trump. Los tres organismos multilaterales acaban de publicar un informe conjunto a modo de manifiesto en el que defienden el libre comercio como un motor primordial del crecimiento y piden que se respeten las reglas. Sin embargo, admiten que hay que hacer más por las comunidades que quedan rezagadas.

El papel que juega la apertura de los mercados en la economía global pasa en un momento “crítico”, arranca el informe firmado por Christine Lagarde, Jim Yong Kim y Roberto Azevedo. El documento lanza así un doble mensaje en defensa del comercio y de las políticas para facilitar la adaptación a una economía global más integrada, especialmente en Estados Unidos y Europa.

Las tres instituciones consideran que se debe dar un impulso a la reforma comercial para mitigar así el coste de la globalización y, de paso, garantizar que hay un apoyo social al comercio en lugar de que alimente movimientos populistas en una coyuntura de lento crecimiento. La OMC debería seguir siendo el pilar clave del sistema aunque ganen peso los acuerdos bilaterales y regionales.

“Unas reglas comerciales robustas y que se hagan respetar ayudan a promover la competencia y garantiza a los ciudadanos que el comercio internacional es ecuánime”, defienden los tres organismos. Trump cargó con dureza contra la OMC durante la campaña, porque considera que no está realizando de una manera justa su papel de árbitro. Llegó a decir que iba a ignorarla.

Este sentimiento contra el libre acceso a los mercados es, en cualquier caso, anterior a Trump. El magnate republicano lo que hizo fue alimentar su campaña con ese incremento del escepticismo en su carrera para llegar a la Casa Blanca. El FMI, que la semana próxima celebra junto al Banco Mundial su cumbre semestral, admite que debe comunicar mejor los beneficios del libre comercio.

Presión en los salarios

La integración económica global es un motor clave de la prosperidad, como señalan los expertos del FMI en un informe técnico publicado en paralelo este lunes. Pero reconocen que el fenómeno de la globalización tiene un efecto negativo en los salarios y el empleo en ciertos sectores, como el de la manufactura. Sin embargo, apuntan que el impacto del avance tecnológico es mucho mayor.

Los bajos niveles de productividad, si persisten, reducen además el margen a una mejora de las remuneraciones. El organismo que dirige Lagarde viene a admitir así que está justificado el sentimiento proteccionista en las comunidades más afectadas. La desigualdad derivada de la reducción de los salarios, advierte, “pueden alimentar la tensión social” y “dañar el crecimiento”.

“El ajuste derivado del comercio internacional puede conllevar un lastre humano y económico que con frecuencia suele estar concentrado y con demasiada frecuencia se hace prologando”, añade el documento de los tres organismos. “Con las políticas adecuadas”, añaden los relatores del informe, “los países pueden beneficiarse de las grandes oportunidades que el comercio brinda”.

El FMI reconoce así que el reto para los dirigentes es grande al dar con vías para conseguir que los beneficios del crecimiento se reparten de la manera más equitativa posible. Entre las distintas medidas que se propone, se defiende potenciar la movilidad laboral. También recomienda cambios para flexibilizar el mercado laboral, potenciar las políticas sociales o adaptar el sistema educativo.

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