EADS-CASA pide a la UE que “deje de dispararse al pie” con la tasa de CO2
El jefe de la división española advierte de que "están perdiendo hasta la camisa" con el A400M
El presidente de EADS-CASA, Domingo Ureña, ha pedido esta mañana a la Unión Europea que “deje de dispararse tiros en el pie”, en referencia a la tasa sobre las emisiones de CO2 de los aviones. “Nos estamos haciendo el haraquiri con regulaciones cada vez menos permisivas, sin darnos cuenta de que Europa es un país pequeño en un mundo globalizado”, ha advertido en un desayuno informativo.
El responsable de la división española de la compañía aeronáutica europea ha reclamado un Plan Estratégico Nacional, acordado entre los grandes partidos, que fije el horizonte de las inversiones en defen...
El presidente de EADS-CASA, Domingo Ureña, ha pedido esta mañana a la Unión Europea que “deje de dispararse tiros en el pie”, en referencia a la tasa sobre las emisiones de CO2 de los aviones. “Nos estamos haciendo el haraquiri con regulaciones cada vez menos permisivas, sin darnos cuenta de que Europa es un país pequeño en un mundo globalizado”, ha advertido en un desayuno informativo.
El responsable de la división española de la compañía aeronáutica europea ha reclamado un Plan Estratégico Nacional, acordado entre los grandes partidos, que fije el horizonte de las inversiones en defensa para los próximos 10 o 15 años. Ha recordado que el último programa militar europeo ha sido el avión A400M, en el que la industria “está perdiendo hasta la camisa”, y se ha quejado de los escasos resultados del Consejo Europeo de diciembre pasado. “La UE no tiene política de defensa, ni proyecto ni presupuesto. Hablamos , pero no hacemos”.
Ha elogiado el apoyo del Gobierno a las exportaciones, “con el Rey a la cabeza”, pero ha reclamado una ventanilla única para simplificar los trámites, y ha subrayado que la investigación en su sector no solo se ha recortado, sino que prácticamente ha desaparecido, por lo que en poco tiempo se perderá el liderazgo español en algunos sectores, como la fibra de carbono. “Tenemos que invertir en conocimiento o resignarnos a ser un país low cost”, ha concluido.