Análisis

No llores por mí, Repsol

El precio de la acción de la petrolera refleja sus problemas en la zona

América Latina está siendo una pesada carga para Repsol. YPF, filial argentina de la petrolera española, está sufriendo una gran presión de Buenos Aires para aumentar la producción y así reducir la dependencia del país de las caras importaciones de energía. Los inversores han rebajado el valor de mercado de Repsol en 2.700 millones de euros, mientras que el valor de su participación del 57% en YPF solo ha caído unos 2.000 millones de euros desde que la presión se intensificó a finales de enero. A pri...

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América Latina está siendo una pesada carga para Repsol. YPF, filial argentina de la petrolera española, está sufriendo una gran presión de Buenos Aires para aumentar la producción y así reducir la dependencia del país de las caras importaciones de energía. Los inversores han rebajado el valor de mercado de Repsol en 2.700 millones de euros, mientras que el valor de su participación del 57% en YPF solo ha caído unos 2.000 millones de euros desde que la presión se intensificó a finales de enero. A primera vista, eso parece demasiado duro. Pero la exposición de Repsol a Argentina es más importante de lo que parece.

De hecho, la disminución del valor de mercado de Repsol es todavía mayor teniendo en cuenta que el sector del petróleo ha aumentado un 3% a lo largo del periodo. Si la ajustamos a esto, la destrucción del valor de la empresa se encuentra más cerca de los 3.500 millones de euros.

¿Por qué existe tanto nerviosismo entre los inversores de Repsol? Parte de la explicación puede ser la situación delicada de la zona euro. El Ibex 35 de la Bolsa española ha bajado un 3% en este periodo. Otro factor es la creciente preocupación sobre la hoja de balance de Repsol-YPF. Moody’s rebajó la calificación de la compañía por sus altas necesidades de inversión y por las dudas sobre si YPF pagaría un dividendo en efectivo, que implican ingresos por 450 millones de euros para su accionista mayoritario. YPF ha propuesto luego potenciar su inversión y pagar dividendos en acciones, no en efectivo.

Pero estos factores siguen probablemente sin justificar totalmente la disminución de la valoración. El eslabón que falta es que la exposición de Repsol a YPF es más importante de lo que parece, más bien del 82%, sobre todo si la situación se complica en YPF. Eso se debe a que Repsol-YPF financió directa e indirectamente la compra del 25% de YPF por parte del Grupo Petersen, un inversor argentino, en dos bloques. Si Petersen no puede pagar el préstamo, Repsol cargará a la larga con el muerto. Y si YPF cancela su dividendo, Petersen tiene la opción de vender sus acciones de YPF… a Repsol.

Si bien la bajada de las acciones en Repsol puede explicarse, posiblemente no esté muy justificada. A la larga, tanto Argentina como YPF tienen interés en encontrar una relación más armoniosa. Buenos Aires necesita inversores extranjeros para sacar el máximo provecho de los nuevos e importantes descubrimientos de petróleo y de gas en el sur de Argentina. Si entra en razón, las acciones de Repsol podrían rebotar.

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