Compromiso con la naturaleza

A mediados de los ochenta, y con una democracia todavía naciente, siendo apenas unos chavales ya coincidimos encadenados a las máquinas que destruían con voracidad el bosque mediterráneo. En Cabañeros, Anchuras o Riaño, algunas luchas ya míticas en la historia del ecologismo español, peleamos codo con codo. Así conocí a Juan Carlos del Olmo. Ya no recuerdo el día, ni el momento, pero sé que fue en alguna iniciativa para defender la naturaleza, el motor de su vida.

Ha sido el auténtico corazón de WWF España desde hace más de una década. A su dedicación naturalista suma una capacidad infi...

A mediados de los ochenta, y con una democracia todavía naciente, siendo apenas unos chavales ya coincidimos encadenados a las máquinas que destruían con voracidad el bosque mediterráneo. En Cabañeros, Anchuras o Riaño, algunas luchas ya míticas en la historia del ecologismo español, peleamos codo con codo. Así conocí a Juan Carlos del Olmo. Ya no recuerdo el día, ni el momento, pero sé que fue en alguna iniciativa para defender la naturaleza, el motor de su vida.

Ha sido el auténtico corazón de WWF España desde hace más de una década. A su dedicación naturalista suma una capacidad infinita de diálogo y persuasión que le ha convertido en un hombre clave en la resolución en positivo de conflictos ambientales. Ha sido también, por su capacidad de diálogo, un personaje imprescindible para la unidad de acción de las organizaciones ecologistas españolas. Muchas veces, el nombre de las grandes organizaciones deja pequeños a los hombres y mujeres que las construyen. No es el caso: Juan Carlos del Olmo merece un lugar de honor en la orla de los españoles del siglo XXI.

Juan López de Uralde es director de EQUO