Cospedal dice que se enfrenta a docenas de miles de facturas sin pagar

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha iba a hablar ayer de austeridad y eficacia en la Administración pública. Al menos así se titulaba la ponencia que pronunció en el Campus FAES (fundación vinculada al PP) en Navacerrada. Sin embargo, antes de explicar cómo poner en práctica estos dos principios, María Dolores de Cospedal se centró en arremeter contra José Luis Rodríguez Zapatero, enfrentar su legado con los logros alcanzados por José María Aznar cuando ocupaba La Moncloa y lanzar malos augurios sobre la situación económica de Castilla-La Mancha.

Dedicó más t...

La secretaria general del PP y presidenta de Castilla-La Mancha iba a hablar ayer de austeridad y eficacia en la Administración pública. Al menos así se titulaba la ponencia que pronunció en el Campus FAES (fundación vinculada al PP) en Navacerrada. Sin embargo, antes de explicar cómo poner en práctica estos dos principios, María Dolores de Cospedal se centró en arremeter contra José Luis Rodríguez Zapatero, enfrentar su legado con los logros alcanzados por José María Aznar cuando ocupaba La Moncloa y lanzar malos augurios sobre la situación económica de Castilla-La Mancha.

Dedicó más tiempo a criticar la situación en la que se encuentra esa comunidad que a explicar cómo sus medidas y recortes van a paliarla. A las conocidas quejas de alto endeudamiento, paro, déficit e incertidumbre del estado de la tesorería, Cospedal sumó ayer dos nuevas denuncias: aseguró que "el número de facturas impagadas se cuentan por docenas de miles" -hace un mes el PP las cifró, sin aportar pruebas, en 150.000- y que, a 30 de junio, el anterior Gobierno socialista de José María Barreda ya había dilapidado "casi el 70%" del presupuesto anual destinado a sanidad.

La nueva presidenta de Castilla-La Mancha señaló que ahora los problemas que preocupan a los ciudadanos -"el paro, la sostenibilidad del sistema de pensiones o del sanitario, el déficit..."- son los mismos que antes de que Aznar fuera presidente del Gobierno. Y defendió las políticas de austeridad como única estrategia para lidiar con la "desastrosa herencia" dejada en su comunidad por el socialista José María Barreda.