Un hombre mata de cinco tiros a un comerciante en Les Corts

"¡Cogedlo, cogedlo!", clamaron los vecinos mientras un camarero se lanzaba tras los pasos de un hombre que, sorprendido por los gritos, echó a correr. El perseguidor cesó en su empeño cuando el hombre sacó una pistola que, poco después y aún en plena carrera, arrojó a una papelera. Acababa de asesinar a tiros al dueño de una tienda de alimentación de Barcelona.

El suceso ocurrió a las 13.30 en la calle de Caballero, en el distrito de Les Corts. Un hombre vestido con tejanos y camiseta, gafas de sol y gorra, irrumpió en un comercio regentado por dos hermanos paquistaníes. En el local se ...

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"¡Cogedlo, cogedlo!", clamaron los vecinos mientras un camarero se lanzaba tras los pasos de un hombre que, sorprendido por los gritos, echó a correr. El perseguidor cesó en su empeño cuando el hombre sacó una pistola que, poco después y aún en plena carrera, arrojó a una papelera. Acababa de asesinar a tiros al dueño de una tienda de alimentación de Barcelona.

El suceso ocurrió a las 13.30 en la calle de Caballero, en el distrito de Les Corts. Un hombre vestido con tejanos y camiseta, gafas de sol y gorra, irrumpió en un comercio regentado por dos hermanos paquistaníes. En el local se encontraba solamente uno de los propietarios, de entre 25 y 30 años, que estaba acompañado por un empleado de origen nepalí.

El hombre descerrajó cinco disparos contra el cuerpo de la víctima, que murió en el acto. Según explicaron los vecinos y los numerosos testigos del suceso, el fallecido era Kamal, un joven muy conocido en el barrio. Los Mossos d'Esquadra tratan de localizar al asesino y sospechan que se trata de un ajuste de cuentas."Oí primero un solo disparo. Y después, varios más muy seguidos", afirmó un trabajador de unas oficinas cercanas al lugar de los hechos a primera hora de la tarde, mientras el cuerpo de la víctima permanecía en la tienda. Algo similar comentó la dependienta de una papelería situada junto al local de Kamal: un disparo inicial, silencio y cuatro disparos consecutivos sin concesiones.

El gran número de impactos de bala que recibió el joven paquistaní -tres en la cabeza, uno en el tórax y otro en el brazo- es uno de los indicios que lleva a los Mossos d'Esquadra a pensar que el crimen está relacionado con un ajuste de cuentas o una venganza. La policía autonómica descarta el robo como móvil del crimen por varios motivos: el suceso fue brevísimo, el local es poco atractivo para un ladrón, no se echó en falta nada de la tienda y la caja registradora no fue forzada, según fuentes policiales.

El camarero que, tras oír los disparos, salió corriendo detrás del asesino, no quiso dar demasiados detalles de lo ocurrido. Abatido por la muerte del joven explicó, mientras ponía el local en orden, que persiguió al homicida hasta el cruce pero no logró darle alcance.

El trabajador de oficina que oyó la sucesión de disparos había estado comprando en la tienda dos minutos antes. "Creo que había un hombre fumando a la entrada del local, esperando a que no hubiese nadie", dijo. Cuando decidió entrar, el trabajador nepalí se encontraba en el almacén y, por tanto, Kamal estaba solo, añadió el trabajador de un servicio médico situado justo al lado de la tienda de alimentación. "Entré en la tienda y le vi allí tirado. Tenía muchos disparos. Muchos", dijo el hombre en evidente estado de nerviosismo.

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Un médico que acababa de salir de trabajar del hospital Clínic también entró en el local e intentó salvarle la vida. "Cuando tengo un descanso en el trabajo, siempre salgo a fumar un cigarrillo con Kamal. Era muy buen tío y lo sabía todo del barrio", añadió.

Además de arrojar la pistola en el cruce de Caballero con la calle de Numància, el homicida se deshizo también de las gafas de sol. "Las tiró contra mí, no sé si para intimidarme e impedir que me lanzara tras él", explicó el conserje de una finca. "Kamal era un tipo muy integrado, vivía aquí desde hacía cinco o seis años y tenía una novia española", relató.

Los Mossos buscan a un hombre de mediana edad e investigarán el entorno de la víctima para aclarar el móvil del crimen.

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