El ladrón del 'Gaixample'
El fiscal pide 15 años para un hombre por dormir y robar a gays
Luis Edinson V. H. fue, durante la primavera de 2010, el ladrón invisible del Gaixample, la zona de ocio nocturno por excelencia del público gay en Barcelona. En apenas tres meses, recorrió bares y discotecas en busca de hombres que le llevaran a casa, aparentemente para mantener relaciones. Pero Luis Edinson no quería ligar, sino engañar a los jóvenes para robarles.
La fiscalía pide para este colombiano de 36 años una pena de cinco años de cárcel por cada uno de los seis robos con violencia que, presuntamente, cometió fingiendo interés sexual en sus víctimas. Luis Edinson no usa...
Luis Edinson V. H. fue, durante la primavera de 2010, el ladrón invisible del Gaixample, la zona de ocio nocturno por excelencia del público gay en Barcelona. En apenas tres meses, recorrió bares y discotecas en busca de hombres que le llevaran a casa, aparentemente para mantener relaciones. Pero Luis Edinson no quería ligar, sino engañar a los jóvenes para robarles.
La fiscalía pide para este colombiano de 36 años una pena de cinco años de cárcel por cada uno de los seis robos con violencia que, presuntamente, cometió fingiendo interés sexual en sus víctimas. Luis Edinson no usaba armas. Le bastaba tener cerca unos comprimidos de Tranxilium, un fármaco que provoca somnolencia, para dormir a las víctimas en el piso y hacerse con dinero y objetos de valor.
El primer asalto del que consta denuncia ocurrió, según el fiscal, el 9 de mayo. El acusado conoció en un bar del Eixample a un joven que le llevó a su casa. Aprovechando un momento de despiste, Luis Edinson se apoderó de un juego de llaves. Ambos se marcharon juntos a la sala Apolo, donde el presunto ladrón introdujo en la copa una dosis de "una sustancia psicoactiva con efectos narcóticos".
Asaltos en casa
A las 5.30 horas, la víctima regresó al piso y cayó sumida en un profundo sueño. Poco después se presentó allí el acusado, que abrió la puerta con la llave y, con el joven en estado inconsciente, se hizo con dinero y objetos por un valor total de 2.000 euros.
El procedimiento habitual del acusado, sin embargo, era más simple. Iniciaba una conversación en la discoteca con un hombre y lograba, sin demasiado esfuerzo, que le invitara a casa para seguir la charla y "tomar una copa". Una vez en el piso, aguardaba un ligero descuido para introducir el fármaco en la bebida. Las víctimas se quedaban dormidas y el acusado se llevaba el dinero y multitud de objetos: ordenadores, relojes y hasta ropa. Las víctimas despertaban, al cabo de las horas, con mareos y somnolencia.
El juicio se celebrará el martes. Aunque las penas que solicita el fiscal suman la friolera de 30 años de cárcel, el Código Penal establece una serie de límites. De modo que, en el caso de Luis Edinson, la petición del fiscal queda en 15 años.