Reportaje:

Más de 2.000 euros en pastillas

Girona empieza a informar a los pacientes del coste de sus tratamientos

Ramona Fuentes, de 78 años, toma cada día un batiburrillo de medicamentos. Una enfermera del centro de atención primaria (CAP) de Salt (Gironès) le indica con dibujitos cómo aclararse con su plan de medicación, que incluye nueve fármacos, para tratar la hipertensión, diabetes, osteoporosis, ansiedad... Un sol significa que ha de tomar la pastilla por la mañana; una luna, por la noche. Ramona no sabe leer, y su marido, Manuel Martínez, de 81 años, a duras penas. "Su medicación sube 2.159 euros al año. Se lo digo solo para que lo tenga en cuenta", le comunica al final la enfermera. La mujer no p...

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Ramona Fuentes, de 78 años, toma cada día un batiburrillo de medicamentos. Una enfermera del centro de atención primaria (CAP) de Salt (Gironès) le indica con dibujitos cómo aclararse con su plan de medicación, que incluye nueve fármacos, para tratar la hipertensión, diabetes, osteoporosis, ansiedad... Un sol significa que ha de tomar la pastilla por la mañana; una luna, por la noche. Ramona no sabe leer, y su marido, Manuel Martínez, de 81 años, a duras penas. "Su medicación sube 2.159 euros al año. Se lo digo solo para que lo tenga en cuenta", le comunica al final la enfermera. La mujer no paga nada porque es pensionista.

Ramona sale de la consulta sabiendo cuánto cuesta el tratamiento de sus males durante un año. Desde ayer en Girona todas las personas que acuden a un CAP del Instituto Catalán de la Salud y usan receta electrónica (el 65% de los pacientes de la provincia) saben al momento qué vale lo que el médico les ha recetado y lo que deberán pagar por ello. "El fin de informar es concienciar", explicó la responsable de Farmacia de la región sanitaria de Girona, Anna Maria Roig. Lo compara con la economía doméstica: "Saber lo que cuestan las cosas servirá para hacer un mejor uso". El objetivo es que el "gasto en farmacia sea lo más eficiente posible".

"La gente mayor continuará actuando como hasta ahora y se llevará un medicamente aunque no lo necesite. Pero el resto, y más en los tiempos que corren, nos lo pensaremos más", opinó Carmen Cantos, peluquera de 47 años, que visitó a su médico por un resfriado: 24 cápsulas y los dos inhaladores, 22,63 euros.

La práctica ha comenzado en los 22 CAP del Instituto Catalán de la Salud de la provincia de Girona, pero el objetivo es extenderla por Cataluña. A partir del 1 de marzo se implantará en 12 centros de los barrios del Eixample, Gràcia y Horta-Guinardó de la ciudad de Barcelona. De manera progresiva, está previsto que llegue a todo el territorio.

"Esto no es una factura, es un instrumento de salud con la información adicional del coste del tratamiento. Se busca que haya conciencia y una orientación de lo que cuesta sostener nuestro sistema de salud", explica el médico de cabecera Rafael Cubí, en Salt, donde se implantó un proyecto piloto en octubre, además de en Deltebre (Baix Ebre) y Barcelona (Barcelonès). El médico le renovó ayer la medicación a Sofía Leal, de 48 años, que sufre problemas cardiacos. Un año de su tratamiento costará 923,12 euros. Ella pagará 351,75, según consta en su plan de medicación.

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