Cuatro asuntos urgentes

Cuatro son los asuntos prioritarios en la mesa del Gobierno.

- Fusiones a la carrera. A todo el mundo le ha entrado las prisas para fusionar las cajas de ahorros. Pero las cajas no están preparadas para los operaciones habituales de los mercados de capitales; son entidades extremadamente complejas jurídicamente y con grandes intereses creados a su alrededor. El Gobierno y el Banco de España quieren que el proceso se culmine antes de fin de año. Las entidades advierten que los cambios en la legislación autonómica y la adaptación de los estatutos llevará el proceso hasta junio de 2011....

Cuatro son los asuntos prioritarios en la mesa del Gobierno.

- Fusiones a la carrera. A todo el mundo le ha entrado las prisas para fusionar las cajas de ahorros. Pero las cajas no están preparadas para los operaciones habituales de los mercados de capitales; son entidades extremadamente complejas jurídicamente y con grandes intereses creados a su alrededor. El Gobierno y el Banco de España quieren que el proceso se culmine antes de fin de año. Las entidades advierten que los cambios en la legislación autonómica y la adaptación de los estatutos llevará el proceso hasta junio de 2011.

- Ladrillo de plomo. El mayor problema del sector financiero está en préstamos concedidos a la construcción y la promoción inmobiliaria, unos 180.800 millones de euros. Es decir, la banca no está segura de poder cobrar 4 de cada 10 euros que ha prestado al sector que sirvió de locomotora en los años del boom. El Banco de España requerirá información adicional para supervisar la situación.

- Pensiones pendientes. Fue de las primeras reformas en ser anunciada, pero más allá de la pretensión del Gobierno de elevar la edad de jubilación a los 67 años, no ha habido avances. Trabajo se ha impuesto culminarla antes de marzo, pero su intención de lograr un amplio consenso parlamentario dificulta el empeño.

- Más cambios laborales. Tras la reforma laboral, la negociación colectiva. No hay propuesta del Gobierno, pues hasta ahora este ámbito se ha reservado a la negociación entre empresarios y sindicatos. Los agentes sociales tienen hasta marzo para lograr un acuerdo, que el propio Ejecutivo cree improbable.