Reportaje:

Atrapadas en las redes de La Jonquera

El fiscal pide 24 años para un guardia civil, su mujer y un portero del burdel Dallas por explotar a tres mujeres - Las víctimas tenían menos de 20 años

Víctor Manuel Ameijeiras, guardia civil, habla por teléfono con Nicanor Báez, portero de un prostíbulo:

-Víctor Manuel: "¿Qué, cómo está eso ahí?".

- Nicanor: "¡Bah! Va haciendo, hay tres gabachos locos aquí pagando copas como locos".

- V. M.: "¿Sí?".

- N.: "Sí, llevan un montón de pasta gastada ya".

- V. M.: "¿Con quién están?".

- N.: "Con la otra no, porque estaba arriba. Se ha tirado un montón de rato arriba".

La conversación está recogida en las escuchas telefónicas que se hicieron a ambos en 2002, a raíz de una investigación policial que ac...

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Víctor Manuel Ameijeiras, guardia civil, habla por teléfono con Nicanor Báez, portero de un prostíbulo:

-Víctor Manuel: "¿Qué, cómo está eso ahí?".

- Nicanor: "¡Bah! Va haciendo, hay tres gabachos locos aquí pagando copas como locos".

- V. M.: "¿Sí?".

- N.: "Sí, llevan un montón de pasta gastada ya".

- V. M.: "¿Con quién están?".

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- N.: "Con la otra no, porque estaba arriba. Se ha tirado un montón de rato arriba".

La conversación está recogida en las escuchas telefónicas que se hicieron a ambos en 2002, a raíz de una investigación policial que acabó con la imputación de Ameijeiras, Báez y la mujer del primero, Natalya Rusanova, por delitos relativos a la prostitución. Se deduce que Nicanor habla desde un burdel. Se deduce también que "arriba" son las habitaciones donde las chicas tienen relaciones sexuales a cambio de dinero.

Las mujeres fueron explotadas durante seis meses antes de ser liberadas
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El fiscal pide para los tres 24 años de cárcel. Las víctimas son tres jóvenes de Ucrania, entonces de poco más de 18 años, que fueron explotadas sexualmente en el club Lady Dallas, un macroprostíbulo de 58 habitaciones, junto a la Jonquera (Alt Empordà), entre otros.

La zona norte de Girona tiene fama de ser el prostíbulo de Europa. En las últimas semanas la apertura de otro gran burdel, con 80 habitaciones, ha suscitado la polémica. Su dueño, José Moreno, está imputado en dos causas por proxenetismo, detención ilegal, delito contra los derechos de los trabajadores, asociación ilícita y tráfico de seres humanos. A pesar de eso, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le dio permiso, en contra de la voluntad del Ayuntamiento, para abrir su local. Moreno declarará como testigo en este caso porque alguna de las tres explotadas también ejerció en sus locales.

Tanto en la red que supuestamente tenía montada Moreno como en este caso, el sistema se basa en un principio esencial: llevar a chicas a clubes para prostituirlas y obligarlas a pagar deudas que les impidan abandonar la situación de explotación.Ameijeiras, su mujer y Nicanor se valían de un contacto en Ucrania. El fiscal asegura que se trata de la madre de Natalya Rusanova, originaria del mismo país. "La mujer me daba confianza porque era la jefa de pediatría de un hospital", cuenta por teléfono Olena. Ella es una de las tres víctimas. Pide que no se den detalles de sus apellidos. Tenía 19 años cuando viajó a España convencida por esa mujer que le "daba confianza". Ella creía que la esperaba un trabajo en un bar de noche, como camarera. Al bajarse del tren en Girona junto con su amiga Olesya (otra de las víctimas), se encontraron con los dos hombres y la mujer que les quitaron los pasaportes y les contaron la verdad: "Chicas, vosotras vais a trabajar aquí de prostitutas".

Víctor Manuel estaba destinado como guardia civil en la provincia de Girona. "Trabajaba patrullando", aseguran fuentes del cuerpo. Le definen como un hombre "violento, chulo, borde", especialista en artes marciales. Entonces tenía 28 años. En la época en la que supuestamente explotó sexualmente a las tres mujeres, estaba de baja en el cuerpo y acabó obteniendo la incapacidad permanente.

Según las calificaciones presentadas por su abogado, Jordi Figuera, él y el resto de los acusados niegan todos los hechos. Para demostrarlo, han citado a los dueños de todos los locales donde dicen que ejercieron libremente las jóvenes. Entre ellos está José Moreno, dueño del Edén, por donde se supone que pasaron las chicas. Moreno comparecerá como testigo en el juicio el próximo lunes 22 de noviembre. La vista se alargará cinco días.

Durante más de seis meses las mujeres estuvieron sometidas a las presiones de los tres acusados. El fiscal relata amenazas, golpes y malos tratos varios. A una de las chicas la castigaron por negarse a prostituirse y la llevaron a la carretera a explotarla sexualmente. "Para no hacerlo, tuvo que internase en el bosque y pasar allí ocho horas", recogen las calificaciones.

La defensa de los acusados sostiene que entre ellos y las víctimas había "una relación de amistad". Y que Víctor Manuel Ameijerias, Nicanor Báez y Natalya Rusanova se ven obligados a sentarse en el banquillo porque se negaron a "legalizar la situación" de dos de las chicas y por eso ellas "se prestaron a colaborar con la Guardia Civil".

Olena y Oleysa ejercen en este caso la acusación particular y piden para los tres lo mismo que el ministerio fiscal: 24 años de cárcel.

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