Un joven muere electrocutado cuando robaba cobre en el Baix Llobregat

Un joven de 23 años, Brahim E., murió ayer electrocutado cuando intentaba robar cobre de un transformador eléctrico de Fecsa-Endesa en el polígono industrial La Barruena, en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), según los Mossos d'Esquadra.

El fatal accidente se produjo en el cruce de las calles Torrelles y Sant Joan. El hombre, un vecino de la localidad de origen marroquí, murió poco antes der las seis de la mañana tras recibir una descarga eléctrica. La policía local encontró el cadáver carbonizado junto a uno de los seccionadores de media tensión del transformador.Brahim, que te...

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Un joven de 23 años, Brahim E., murió ayer electrocutado cuando intentaba robar cobre de un transformador eléctrico de Fecsa-Endesa en el polígono industrial La Barruena, en Sant Vicenç dels Horts (Baix Llobregat), según los Mossos d'Esquadra.

El fatal accidente se produjo en el cruce de las calles Torrelles y Sant Joan. El hombre, un vecino de la localidad de origen marroquí, murió poco antes der las seis de la mañana tras recibir una descarga eléctrica. La policía local encontró el cadáver carbonizado junto a uno de los seccionadores de media tensión del transformador.Brahim, que tenía antecedentes policiales, iba acompañado al menos de otro joven, que huyó del lugar tras el accidente. Fue detenido poco después por la policía local de Sant Feliu de Llobregat acusado de robo con fuerza. El robo empezó de la forma más sencilla: tras romper el candado de la puerta del transformador, los cacos arrancaron todos los cables de la red de toma de tierra. Luego se dirigieron a uno de los seccionadores de media tensión, que contiene cables de 55 milímetros, preparados para transportar 25.000 kilovatios. El cartel de "peligro de muerte" no les disuadió.

En esos momentos, los cacos ya habían llenado un saco con 40 metros de cable. Brahim empezó a manipular entonces el cable de una de las celdas y se electrocutó. Su cómplice huyó abandonando el saco con el cobre robado. La policía local, que recibió la llamada de un vigilante de seguridad cerca de las seis de la mañana, halló el cadáver de Brahim tendido y carbonizado.

"Al apagarse la luz en el polígono, debieron de pensar que estaban fuera de peligro. El chico trató de cortar el cable y recibió la descarga. En estas celdas te puedes electrocutar a 25 centímetros de distancia", explica Rafael Jiménez, uno de los seis operarios que ayer al mediodía trabajaban intensamente para reponer los cables sustraídos. "Cuando nosotros entramos en una de las celdas, nos aseguramos de que no puede haber toma de corriente. Esto no es la Telefónica, estamos hablando de corriente eléctrica", añade Jiménez.

La luz volvió al polígono, cercano al barrio de Can Costa, sobre las 11.30, cuando el forense levantó el cadáver, que fue trasladado al tanatorio de Sant Vicenç dels Horts. Al mediodía, aún quedaban los restos medio quemados de un vaquero, un cinturón de tela y unas zapatillas del número 41.

El accidente se ha producido dos semanas después de que un menor de 16 años muriera electrocutado también al intentar robar cable de cobre en una fábrica que lleva casi un año cerrada en Cornellà de Llobregat. El adolescente no contó con que la corriente todavía estaba conectada.

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Según el Departamento de Interior, los Mossos d'Esquadra han detenido este año a 550 personas relacionadas con los robos de cobre.

Endesa ha sufrido 272 robos del denominado nuevo oro rojo en lo que va de año. La compañía lleva perdidos 4,3 millones de euros por culpa de los ladrones. El negocio es sencillo: un ladrón se sube a una escalera y desmonta un tendido de cable de cobre, lo trocea y se lo lleva a un chatarrero; el chatarrero compra el metal y lo vende a una fundición; la fundición lo recicla y lo vende a las compañías que lo necesitan. Una tonelada de cobre se puede pagar a unos 5.700 euros.

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