El ritmo de crecimiento de la población se frena para una década

Las proyecciones demográficas del INE prevén una mayor esperanza de vida

La población española va a crecer a un ritmo mortecino la próxima década. El número de habitantes apenas se elevará un 2,7% mientras que en los primeros 10 años de este siglo lo hizo en un 14%. Según estas proyecciones demográficas del INE, en 2020 habría 47.234.924 habitantes. Tres factores contribuyen a ello: la baja natalidad, la alta esperanza de vida y el inferior flujo de inmigrantes.

Según estos cálculos, la esperanza de vida aumentará 1,7 años en los varones, hasta los 80,1 años, y 1,5 años en las mujeres, hasta los 86,1 años. Además, la proporción entre los que no están en edad...

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La población española va a crecer a un ritmo mortecino la próxima década. El número de habitantes apenas se elevará un 2,7% mientras que en los primeros 10 años de este siglo lo hizo en un 14%. Según estas proyecciones demográficas del INE, en 2020 habría 47.234.924 habitantes. Tres factores contribuyen a ello: la baja natalidad, la alta esperanza de vida y el inferior flujo de inmigrantes.

Según estos cálculos, la esperanza de vida aumentará 1,7 años en los varones, hasta los 80,1 años, y 1,5 años en las mujeres, hasta los 86,1 años. Además, la proporción entre los que no están en edad de trabajar (pasivos) y los que sí lo están (activos) se elevará de forma importante (seis puntos) durante los próximos 10 años, hasta el 55,1%.

Se espera que la proporción entre pasivos y activos aumente seis puntos

En algunas regiones el crecimiento de la población será, si se cumplen las previsiones, sencillamente, negativo. Es el caso de Asturias (-3,2%), País Vasco (-2%), Castilla y León (-1,9%), Galicia (-1,6%) y la Rioja (-1,3%). En algunas de ellas el número de nacimientos se verá superado por el de defunciones.

"Se trata de regiones muy envejecidas que además no han atraído inmigración y que ya venían afectadas desde hace tiempo por la desnatalidad. La excepción sería el País Vasco, aunque también ha perdido parte de su población en edad de procrear", explica la catedrática de Geografía Humana de la Complutense Aurora García Ballesteros.

La mayoría de estas regiones sufrieron y sufren el fenómeno de la emigración, que resta a su población cohortes de mujeres en edad de procrear. "Eso no se recupera en dos días. Las políticas de recuperación de la natalidad deberían ser más potentes aún en estos sitios, por esa razón", añade García Ballesteros.En todo caso la falta de madres afecta a toda España, que acusa a su vez la baja natalidad de años atrás. Y esto es fundamental, porque la fecundidad llegará a 1,5 hijos por mujer en 2019, mientras que en 2009 estaba en 1,4.

Al otro lado están las regiones que se mantienen mejor: Castilla-La Mancha (6,4%), Islas Baleares (6,4%), Murcia (6%), Navarra (5,5%), la Comunidad de Madrid (5,4%) y Andalucía (5%). "Lo de Castilla-La Mancha puede tener una explicación por su frontera con Madrid, de donde recibe mucha población residente. Y para el resto hay que tener en cuenta que mantenían una natalidad más alta y que reciben inmigración", dice García Ballesteros.

La realidad socioeconómica de un país, con políticas de apoyo a la crianza, es determinante para elevar la natalidad. Y también para la vejez, porque sin medidas de atención a los dependientes, en aumento, la buena noticia de la alta esperanza de vida puede agriarse.

El número de inmigrantes que llegue a España es por completo significativo cuando se habla de natalidad, porque es una población joven que ve mejoradas sus condiciones económicas. En ocasiones esto ha sostenido los pobres datos que salían de las maternidades españolas. En 2007 llegaron un millón de inmigrantes a España, pero este año apenas serán 460.000, un número ligeramente inferior al del año pasado. El saldo migratorio entre los que entran y los que salen dejaría una cifra de 684.000 personas más en los próximos 10 años.

Pero todo esto son proyecciones teniendo en cuenta las últimas tendencias o los últimos datos. Y la realidad a veces se empeña en torcer las estadísticas, crisis o recuperación económica mediante.

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