Zapatero pide "un esfuerzo" a la banca para los pobres

El presidente apoya una 'tasa Tobin' y obvia un recargo en los billetes de avión para cumplir los Objetivos del Milenio

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer en la Reunión de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se celebra en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para sufragar la lucha contra la pobreza.

Zapatero calificó de "bastante sensato, justo y lógico" que se pida un "pequeño esfuerzo" a las instituciones financieras, en cuyo rescate se volcaron los Gobiernos tras el colapso de 2008, para "sacar de la miseria a millones de personas". Para que se...

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El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió ayer en la Reunión de Alto Nivel sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que se celebra en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, la imposición de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales para sufragar la lucha contra la pobreza.

Zapatero calificó de "bastante sensato, justo y lógico" que se pida un "pequeño esfuerzo" a las instituciones financieras, en cuyo rescate se volcaron los Gobiernos tras el colapso de 2008, para "sacar de la miseria a millones de personas". Para que se puedan cumplir en 2015 los objetivos fijados por la ONU hace una década, Zapatero indicó que la fuente de financiación "más clara y directa" es un impuesto inspirado en la llamada tasa Tobin, que se comprometió a defender en los organismos internacionales.

Sarkozy retoma la idea de crear un impuesto sobre las transacciones
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La UE ya aprobó en su cumbre de junio pasado la implantación de una tasa sobre las transacciones financieras internacionales -que, en función del porcentaje que se fije, podría recaudar entre 15.000 y 30.000 millones anuales-, pero condicionó su aplicación a un acuerdo global en el seno del G-20, que rechazó la iniciativa en la cumbre de Toronto (Canadá), ante la resistencia de las economías emergentes y de países desarrollados que no han sufrido la crisis financiera, como Australia o Canadá.

Al contrario que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, Zapatero no anunció nuevas contribuciones a los fondos de Naciones Unidas para el desarrollo. Lo que sí hizo fue llamar a todos los países a mantener su esfuerzo en cooperación, a pesar de la crisis, y comprometerse a que el "frenazo [en el crecimiento de la ayuda española] será temporal". Tras haber sido en el último lustro el país desarrollado que más ha aumentado su ayuda oficial al desarrollo, que ha pasado del 0,2% al 0,45% del PIB, los ajustes presupuestarios han llevado al Gobierno a recortar en 800 millones la partida de cooperación en 2010 y 2011. Pese a ello, el presidente reiteró su compromiso de alcanzar el 0,7% del PIB en 2015, al igual que los demás socios de la UE.

Zapatero no hizo ninguna mención a la imposición de un recargo voluntario sobre los billetes de avión. Fuentes de Moncloa indicaron que el presidente se había mostrado partidario del modelo vigente en Francia y otros 13 países, por el que se aplica un recargo de un euro en los billetes de clase turista de los vuelos domésticos y de dos en los internacionales -cifra que se multiplica por cuatro en la clase business, lo que permite a Francia obtener 160 millones de euros al año para luchar contra la pobreza. Anoche, sin embargo, fuentes gubernamentales descartaron implantar este sistema en España.

La nube de la recesión pasó. Y aunque la recuperación sigue siendo anémica, el momento es el adecuado para revitalizar la maquinaria puesta en marcha hace 10 años para combatir la extrema pobreza, el hambre, la enfermedad y la desigualdad. "No hay proyecto global más gratificante que los Objetivos del Milenio", dijo el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

"La fuerza de una comunidad se mide por el bienestar del más débil", reiteró el presidente de la Asamblea General, Joseph Deiss, mientras decía que el golpe de la recesión y los ajustes presupuestarios no deben ser excusa para reducir el esfuerzo al desarrollo.

Uno tras otro, los dignatarios expusieron su fórmula para ayudar a los más vulnerables. El presidente francés, Nicolas Sarkozy, retomó la idea de crear un impuesto global a las transacciones financieras. Japón, Corea del Sur, Brasil, Noruega y otros países apoyan iniciativas en este sentido, pero grandes potencias, como EE UU, son reacias. Ban Ki-moon insistió en actuar con "inteligencia" y ser "innovadores". Citó, en concreto, las medidas a favor de la salud y la igualdad de la mujer. Amnistía Internacional calcula que el 70% de las personas que viven en la miseria son mujeres.

Las organizaciones no gubernamentales como Oxfam, están siendo muy críticas. Consideran que los líderes están fallando a los 1.200 millones de personas atrapadas en la miseria. Y ponen una cifra más: los 5,3 millones de mujeres que han muerto desde hace una década por complicaciones en el embarazo.

José Luis Rodríguez Zapatero.

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