Las previsiones económicas
Leo con diversión -por no llorar- el cambio en las previsiones de crecimiento económico para 2010 que acaba de realizar la Comisión Europea. En el nuevo estudio -o quizás deberíamos llamarlo "apuesta"-, nos indican que Alemania ya no crecerá un 1,2%, como decían en mayo, sino un 3,4%, es decir, casi un 200% más de lo previsto. En el caso español, la mejoría con respecto a mayo es del 25%, pasando de un decrecimiento de 0,4 a 0,3%. Y en la media de la Eurozona, la revisión en el crecimiento hace que se pase de un 0,9 a un 1,7%, es decir, de nuevo casi un 100% más.
Si se analiza fríamente...
Leo con diversión -por no llorar- el cambio en las previsiones de crecimiento económico para 2010 que acaba de realizar la Comisión Europea. En el nuevo estudio -o quizás deberíamos llamarlo "apuesta"-, nos indican que Alemania ya no crecerá un 1,2%, como decían en mayo, sino un 3,4%, es decir, casi un 200% más de lo previsto. En el caso español, la mejoría con respecto a mayo es del 25%, pasando de un decrecimiento de 0,4 a 0,3%. Y en la media de la Eurozona, la revisión en el crecimiento hace que se pase de un 0,9 a un 1,7%, es decir, de nuevo casi un 100% más.
Si se analiza fríamente, resulta esperpéntico que la Comisión Europea prediga en el quinto mes del año el crecimiento económico del año en curso, y que en el noveno mes cambie radicalmente sus conclusiones anteriores, que ni siquiera sabemos si van a cumplirse.
Puesto que ni la Comisión Europea sabe qué pasará con la economía de aquí a tres meses, pudiendo ser que Europa crezca al final un 200% más, como le sucede a Alemania, ha llegado el momento de dejar de tomarse la economía como una ciencia predictiva, y limitar su uso al análisis de situaciones pasadas y actuales. Si en el quinto mes se confunden completamente sobre el crecimiento del año en curso, ¿cómo van a acertar sus juicios sobre la sostenibilidad de las pensiones en 2050, por mucho componente demográfico que tenga esta tesis?