La UE aplaza la entrega de 600 millones para la reconstrucción de Afganistán
La Unión Europea ha decidido posponer hasta septiembre los 600 millones de euros de su programa de ayuda a la reconstrucción de Afganistán, oficialmente a la espera de conocer las peticiones de financiación que el Gobierno de Hamid Karzai va a presentar en la gran conferencia internacional del próximo día 20 en Kabul. Hace unos días el Congreso de Estados Unidos congeló una petición adicional de la Administración de Barack Obama por más de 3.000 millones de euros a la luz de informaciones de prensa sobre malversaciones y fuga directa del país de cantidades ya recibidas.
"La Unión ha dec...
La Unión Europea ha decidido posponer hasta septiembre los 600 millones de euros de su programa de ayuda a la reconstrucción de Afganistán, oficialmente a la espera de conocer las peticiones de financiación que el Gobierno de Hamid Karzai va a presentar en la gran conferencia internacional del próximo día 20 en Kabul. Hace unos días el Congreso de Estados Unidos congeló una petición adicional de la Administración de Barack Obama por más de 3.000 millones de euros a la luz de informaciones de prensa sobre malversaciones y fuga directa del país de cantidades ya recibidas.
"La Unión ha decidido posponer a septiembre su programa de ayuda a tres años a la espera de conocer las prioridades del Gobierno afgano y de ver cómo nos integramos en ellas", explicó ayer en Kabul el enviado especial de la UE, Vygaudas Usackas, quien adelantó que si de la conferencia del día 20 da buenos frutos, la ayuda prevista podría incluso incrementarse con otros 200 millones.
Usackas, en el cargo desde el pasado abril, negó que la decisión europea estuviera relacionada con la paralización del desembolso de 3.900 millones de dólares ordenada hace dos semanas por un subcomité de la Cámara de Representantes de Estados Unidos después de que trascendiera que más de 3.000 millones de ayuda habían volado del país en los pasados tres años a través del aeropuerto de Kabul.
La política de la UE es canalizar la mitad de la ayuda a través de responsables de programas de reconstrucción y desarrollo y la otra mitad mediante fondos fiduciarios administrados por entes internacionales.
Si la comunidad internacional recela de la capacidad y transparencia de la Administración afgana para hacer buen uso de la ayuda recibida, Kabul critica que la financiación se dirige demasiadas veces hacia programas en cuya concepción y desarrollo no han intervenido los afganos, que los planes no responden a las necesidades reales del país o que los fondos van a proyectos cuyos beneficiarios últimos son los propios donantes.