Análisis:

¡Que duden ellos!

Cuando le vengan con ese latiguillo de que las letras catalanas no han generado nada notable desde la década de 1930 para acá, usen sin límite al 42 Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. Jaume Cabré es absolutamente homologable a las primeras plumas allende el Ebro y los Pirineos. Y no sólo por los 22 galardones de casa: está traducido a 17 lenguas (incluido el inglés), posee el Prix Méditerranée a la mejor obra extranjera en Francia en 2004 (Senyoria) y había que ver el despliegue que la canónica Suhrkamp le dispensó en la Feria de Francfort de la cultura catalana cuando vertió al al...

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Cuando le vengan con ese latiguillo de que las letras catalanas no han generado nada notable desde la década de 1930 para acá, usen sin límite al 42 Premi d'Honor de les Lletres Catalanes. Jaume Cabré es absolutamente homologable a las primeras plumas allende el Ebro y los Pirineos. Y no sólo por los 22 galardones de casa: está traducido a 17 lenguas (incluido el inglés), posee el Prix Méditerranée a la mejor obra extranjera en Francia en 2004 (Senyoria) y había que ver el despliegue que la canónica Suhrkamp le dispensó en la Feria de Francfort de la cultura catalana cuando vertió al alemán Las veus del Pamano.

El rigor formal (esa voz siempre camuflada del clásico narrador, de una musicalidad que explicita Baix continu) y el de fondo (inmensa reflexión moral sobre el poder, sea económico, religioso, político o el de las pasiones humanas) se condensan en obras medidas como La teranyina, Fra Junoy o l'agonia dels sons y Senyoria. Tardó cinco años en escribir ésta, siempre lejos de focos y temeroso de que su labor no dé el fruto exigido. "Escribir es dudar", dice. ¡Duda!... ¡Que duden ellos!

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