Castilla y León: no a los discapacitados
El pasado 6 de marzo se hicieron los exámenes de oposición para auxiliar administrativo de la Junta de Castilla y León con dos turnos diferenciados, acceso libre y cupo de discapacidad.
Para 46 plazas del turno libre han pasado más de doscientas personas para hacer el segundo examen y, para 12 plazas del turno de discapacidad, han pasado dos. Sí, el tribunal ha decidido que sólo dos personas merecen hacer el segundo examen, con lo que directamente han quedado desiertas 10 plazas.
Esto no sería de extrañar si el nivel de los opositores hubiera sido bajo, pero resulta que el tribun...
El pasado 6 de marzo se hicieron los exámenes de oposición para auxiliar administrativo de la Junta de Castilla y León con dos turnos diferenciados, acceso libre y cupo de discapacidad.
Para 46 plazas del turno libre han pasado más de doscientas personas para hacer el segundo examen y, para 12 plazas del turno de discapacidad, han pasado dos. Sí, el tribunal ha decidido que sólo dos personas merecen hacer el segundo examen, con lo que directamente han quedado desiertas 10 plazas.
Esto no sería de extrañar si el nivel de los opositores hubiera sido bajo, pero resulta que el tribunal ha considerado que los opositores deben sobrepasar una puntuación de 6,40. Hay muchos opositores discapacitados que han dedicado tiempo y dinero a estudiar para encontrarse con que no pueden hacer el segundo examen teniendo más de 5, incluso 6, puntos. Según las órdenes y decretos que regulan el acceso de las personas con discapacidad a la función pública, los exámenes del turno de discapacitados han de corregirse de forma independiente al turno de acceso general.
Aquí, evidentemente, no ha sido así, pues el corte ha sido el mismo para todos, cuando desde el momento en que los tribunales médicos nos conceden la discapacidad queda claro que no todos somos iguales. No voy a poner en duda la legalidad de este proceso, pero sí la ética. Porque me ha llevado a la única conclusión posible: no quieren discapacitados.