Si enlazas mi noticia, paga

Google se está haciendo tan gigante que cada vez le crecen más enanos. Todos quieren hincarle el diente a su fabuloso negocio publicitario. Los editores de prensa están los primeros en la fila. En la llamada Declaración de Hamburgo, un grupo de editores, entre ellos los españoles (AEDE), reclamaban protección frente a los buscadores y los agregadores, que utilizan sus noticias sin permiso, y las visten de publicidad, sin que la web original reciba compensación alguna. El cobro por el enlace puede verse como la panacea de un sector como el de la prensa enterrado en pérdidas y que no acab...

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Google se está haciendo tan gigante que cada vez le crecen más enanos. Todos quieren hincarle el diente a su fabuloso negocio publicitario. Los editores de prensa están los primeros en la fila. En la llamada Declaración de Hamburgo, un grupo de editores, entre ellos los españoles (AEDE), reclamaban protección frente a los buscadores y los agregadores, que utilizan sus noticias sin permiso, y las visten de publicidad, sin que la web original reciba compensación alguna. El cobro por el enlace puede verse como la panacea de un sector como el de la prensa enterrado en pérdidas y que no acaba de ver la luz en las nuevas formas digitales. Ni los micropagos, ni la publicidad online, ni la última moda de asociar sus contenidos a las redes sociales pueden taponar la vía de agua en sus balances.

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Salirse de Google es muy fácil técnicamente, ya que el buscador ofrece una herramienta automática (Robots.txt) para dejar de indexar una página. Pero en la práctica, puede ser temerario. Las noticias indexadas por Google News pueden representar más del 40% del tráfico de la web de un diario. Sólo Rupert Murdoch, el magnate australiano dueño de The Wall Street Journal o The Sun, se ha atrevido a plantarle cara a Google anunciando la limitación del número de noticias que se pueden enlazar de sus medios, y negocia con Microsoft el cobro por enlazarse a través de su buscador Bing.

Hay alternativas más drásticas. Como la planteada por Nicolas Sarkozy de gravar con un canon a los buscadores para compensar a la industria cultural. Ya tiene nombre: tasa Google. Veremos si se atreve a cobrarla.

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