La nueva Caixa Catalunya se propone ser el 20% más productiva en 2015

La entidad apuesta por acortar la transición hacia la fusión a sólo 6 meses

La demanda de servicios financieros es y va a ser mucho más moderada que la vivida en los últimos años. Adaptarse a este contexto, pasando la tijera por los costes y redimensionando la organización para que sea más eficiente y productiva, es el objetivo declarado que preside la integración de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, según explica su proyecto de fusión.

Su viaje hacia una nueva caja de ahorros, la cuarta de España por tamaño, es exigente: en 2015, la nueva entidad se ha comprometido a aumentar más del 20% la productividad respecto del año pasado, lo que, traduci...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La demanda de servicios financieros es y va a ser mucho más moderada que la vivida en los últimos años. Adaptarse a este contexto, pasando la tijera por los costes y redimensionando la organización para que sea más eficiente y productiva, es el objetivo declarado que preside la integración de Caixa Catalunya, Caixa Tarragona y Caixa Manresa, según explica su proyecto de fusión.

Su viaje hacia una nueva caja de ahorros, la cuarta de España por tamaño, es exigente: en 2015, la nueva entidad se ha comprometido a aumentar más del 20% la productividad respecto del año pasado, lo que, traducido a dinero, equivale a superar los 205.000 euros de margen por trabajador, y a batir la media del sector.

La caja más grande cederá a sus socias el 60% de consejeros durante la transición
El consejo de administración tendrá 54 miembros durante medio año

El proyecto de fusión de las tres cajas aspira, además, a rebajar del 53% al 50% su ratio de eficiencia, indicador que mide cuánto gasta una entidad por cada 100 euros que ingresa, también a cinco años vista. Los pilares que reflejan la fortaleza financiera y la solvencia de una entidad (el core capital y el Tier 1) deberán subir al 6% y al 8%, para estar en línea con la creciente presión para que la banca se blinde ante los riesgos.

La caja, que al menos durante la fase transitoria hacia su andadura presidirá Narcís Serra y que dirigirá Adolf Todó, ya se sabe que cerrará ahora 395 oficinas. El 31 de diciembre de 2011, el consejo de administración revisará cómo hayan evolucionado las sucursales restantes. Así se pactó con los sindicatos. La clave será que las sucursales no arrojen un margen de explotación negativo de más de 100.000 euros y no tengan una perspectiva de recuperación favorable. El documento afirma que esta revisión "podrá dar lugar a una segunda fase de cierres", y deja claro que no sólo estará entonces en el punto de mira la red de sucursales, sino también los servicios centrales de las tres entidades. La proximidad entre oficinas es el criterio fundamental que se seguirá para el cierre, pero no se dejará a ninguna población con menos del 50% de las sucursales actuales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La nueva entidad centrará su actividad en Cataluña, y el plan de fusión sólo menciona como áreas del interés el arco mediterráneo y Madrid. De hecho, los cierres de oficinas recortarán más del 40% de la red comercial actual en zonas "menos atractivas" fuera de la comunidad catalana.

Los gestores de las tres cajas han apostado por un modelo de integración lo más acelerado posible, aunque ahora, el retraso en la aprobación de las ayudas para costear el proceso retrasará al menos unas semanas la celebración de las asambleas correspondientes que deben aprobarlo. Este periodo es de seis meses, a contar desde el momento en que sea posible ese sí.

Caixa Catalunya cederá globalmente el 40% de representación en la nueva caja, pese a ser nueve veces mayor que Caixa Manresa y más de cinco que Caixa Tarragona. Pero, durante el periodo transitorio de medio año, los estatutos de la caja fusionada dicen que la asamblea general tendrá nada menos que 377 miembros y que Catalunya se quedará sólo con el 42,4% (160) de los puestos. A Tarragona, le dejará 29,7% y a Manresa, el 27,8% restante.

En el consejo de administración transitorio presidido por Serra, que tendrá 54 miembros, Caixa Catalunya colocará a 21 representantes, el 39% del total. El vicepresidente primero será Manel Rosell (Caixa Manresa) y el segundo, Gabriel Ferraté (Tarragona). El tercero lo pone Catalunya. En el consejo definitivo, ya se sabía que la Diputación de Barcelona tendría cuatro de los siete puestos correspondientes a las entidades fundadoras. Otros dos serán para la Diputación de Tarragona y una para fundaciones o entidades de Manresa, cuyo Ayuntamiento o consejo comarcal siempre estará representado en este órgano de gobierno. A la hora de repartir cargos directivos, el principio que prevaldrá, según el plan, es el de "el mejor" para el puesto, al margen de la caja de la que proceda.

Archivado En