La mujer cofrade, en manos del obispo

"La Cofradía de Sant Roque es una asociación pública de fieles". Así de contundente se muestra el abogado vizcaíno Ricardo de Ángel en su informe redactado para delimitar la naturaleza jurídica de este grupo una vez que la Defensoría de la Igualdad le obligó a cambiar sus estatutos para facilitar la presencia de la mujer en la tradicional comida que celebra anualmente cada último domingo de agosto. La última palabra, según se recoge en el texto, queda en manos del obispo de Vitoria.

Y es que De Ángel considera que esta Cofradía llodiana "no es una asociación civil por mucho que el dicta...

"La Cofradía de Sant Roque es una asociación pública de fieles". Así de contundente se muestra el abogado vizcaíno Ricardo de Ángel en su informe redactado para delimitar la naturaleza jurídica de este grupo una vez que la Defensoría de la Igualdad le obligó a cambiar sus estatutos para facilitar la presencia de la mujer en la tradicional comida que celebra anualmente cada último domingo de agosto. La última palabra, según se recoge en el texto, queda en manos del obispo de Vitoria.

Y es que De Ángel considera que esta Cofradía llodiana "no es una asociación civil por mucho que el dictamen de la Defensoría se empeñe en invocar la legislación propia de esta última figura, ignorando o silenciando la verdadera naturaleza jurídica de la entidad". Curiosamente, este informe (disponible ya en la www.sant-roque.org) se conoce pocos días después de la renuncia a su cargo de Maite Erro al frente de la Defensoría de la Igualdad. Erro es una firme defensora de la presencia de la mujer en la comida de hermandad, así como en las sociedades gastronómicas de Euskadi.

"La comida puede seguir como hasta ahora, sin la mujer en la mesa"

Este informe jurídico de 76 páginas aporta un giro sorprendente a la polémica abierta sobre la presencia de la mujer en la mesa de la Cofradía llodiana. Cuando se esperaba un pronunciamiento sobre el grado de legalidad de los estatutos de la entidad en base al requerimiento de la Defensoría y del propio Ararteko, llega la consideración de que se trata de una asociación religiosa que puede driblar ambos requerimientos. Así, "queda sujeta primeramente a las autoridades religiosas", como admite el propio mayordomo de la Cofradía, José Luis Navarro, y en consecuencia el marco legal es el constituido "por la totalidad del Derecho canónico y muy particularmente por el Código de Derecho Canónico", advierte Ricardo de Ángel en su amplio documento.

Este informe será debatido por los miembros de la Cofradía alavesa en las sucesivas asambleas informativas previstas para el próximo mes de enero. Según los actuales directivos de la entidad, es posible que en marzo sea convocada otra asamblea ya con carácter decisorio. Además, para dotar de un conocimiento general sobre las diferentes posiciones que se han ido sucediendo en este debate social, los miembros de la Cofradía pueden consultar durante los fines de semana, de 12 a 14 horas, en los locales sociales de la asociación, todos los documentos suscritos por los distintos organismos públicos.

En su estudio, Ricardo de Ángel, jurista requerido por la junta gestora de la Cofradía en una asamblea celebrada el pasado 2 de agosto, recuerda cómo el 1 de septiembre de 2000, el obispo de Vitoria acordó la "erección canónica de la Cofradía como asociación pública de fieles". Incluso, agrega que en el preámbulo de ese decreto del prelado vitoriano se recoge que la Cofradía Sant Roque ha venido funcionando como asociación privada de fieles desde el 7 de noviembre de 1599.

De Ángel entiende que la comida con la participación exclusiva de hombres no entraña vulneración alguna del derecho de igualdad del artículo 14 de la Constitución ni en su expresión genérica ni por razón de sexo. En esa línea añade que la comida, a la que ha venido asistiendo el ex lehendakari Juan José Ibarretxe, no implica vulneración de la Ley del Parlamento vasco para la igualdad de hombres y mujeres en Euskadi.

En las trece conclusiones del estudio no se aprecia "impedimento legal" para que la comida de la Cofradía siga celebrándose en el pórtico de la parroquia de Llodio, incluso aunque tuviera jurídicamente el carácter de "lugar público", añade.

En cuanto a la posible presencia de la mujer en la mesa de la comida anual -ya que sí puede ser cofrade-, el informe jurídico detalla que se debería proceder inicialmente a las modificaciones en los estatutos de la propia asociación para que luego fueran ratificados por el obispo de Vitoria, en cumplimiento del Código de Derecho Canónico. La primera de las asambleas en la que se planteó cambiar la reglamentación arrastró a la directiva a su dimisión porque no se logró la mayoría cualificada para dar entrada a la mujer.

Ahora con el informe de Ricardo de Ángel en la mano, incluso en el supuesto de que no hubiera modificación alguna de los estatutos de la Cofradía, tanto por decisión de sus socios como del propio obispo vitoriano, la comida se podría celebrar en las mismas condiciones que hasta ahora, sin la presencia de la mujer y "al amparo de las dos legalidades diferentes".