Encierro con 'tupper sex' para defender un centro

Un grupo de 25 jóvenes de Rivas-Vaciamadrid lleva desde las siete de la tarde del viernes encerrado en el Centro Joven de Salud de la localidad. El encierro es una protesta contra la decisión de la Comunidad de Madrid, responsable de las dependencias, de clausurarlas el próximo 31 de diciembre.

Durante la mañana del sábado los jóvenes envolvieron el centro en plásticos negros "para ocultárselo al señor Güemes [consejero de Sanidad] y que no desmonte un servicio que es muy útil para los jóvenes de la zona", explicaba anoche desde el interior del edificio Rodrigo Parra, uno de los portavo...

Un grupo de 25 jóvenes de Rivas-Vaciamadrid lleva desde las siete de la tarde del viernes encerrado en el Centro Joven de Salud de la localidad. El encierro es una protesta contra la decisión de la Comunidad de Madrid, responsable de las dependencias, de clausurarlas el próximo 31 de diciembre.

Durante la mañana del sábado los jóvenes envolvieron el centro en plásticos negros "para ocultárselo al señor Güemes [consejero de Sanidad] y que no desmonte un servicio que es muy útil para los jóvenes de la zona", explicaba anoche desde el interior del edificio Rodrigo Parra, uno de los portavoces del Movimiento contra el Cierre del Centro Joven de Salud. El grupo ha organizado desde su enclaustramiento charlas sobre educación sexual y una sesión de tupper sex (exhibición de juguetes eróticos), abierta a los vecinos.

Hasta ahora el Centro Joven de Salud daba cobertura a la población de entre 12 y 25 años de Rivas (65.000 habitantes), a la de otros 23 municipios y de los distritos de Retiro, Moratalaz y Vallecas, además de a los campus universitarios de la zona. El proyecto se consideraba pionero en Madrid.

La Comunidad argumenta que el uso del centro es muy bajo ("cada profesional atiende a una media de dos jóvenes por día", aseguró Güemes). Desde el Ayuntamiento responden que, en los 19 meses en que lleva funcionando, ha atendido 3.700 consultas.